Me enamoré de ser cantautor
24 de marzo de 2014
Su nombre es Yonesqui Cabrera Velázquez, pero es conocido en el mundo artístico como Yoni Fernando. Este cantautor, natural de Caibarién, desde pequeño soñó con ser músico, mas se enroló en la actuación y en la locución de radio.
Yoni estudió guitarra de manera autodidacta con la ambición de hacer parodias humorísticas mientras formaba parte de una compañía teatral. Al analizar las letras de las canciones de otros, se enamoró de la composición musical, por lo que en sus comienzos varias de sus canciones fueron interpretadas por El Quinteto Criollo y Trova Son.
PMU conversó con Yoni Fernando durante un descanso entre programas radiales en los que trabaja. “No soy un cantante de gran voz, pero puedo dignamente defender mis letras y melodías. Me auxilié de varias instructoras de mi provincia que me enseñaron a conocer mi tesitura. En mi adolescencia frecuenté El Mejunje de Santa Clara y uno de los trovadores más populares de La Trovuntivitis, Rolando del Río, se convirtió en mi padrino y me ayudó a iniciar mi proyecto como trovador”.
“Con su apoyo –continúa Yoni- fundé una peña en El Mejunje que se llamaba Besos entre cuerdas. Además, participé en La séptima cuerda, espacio muy parecido a uno que hacen Mauricio Figueiral y Pedrito Beritán en La Habana. En este mezclábamos el séptimo arte con la música pues lo hacíamos en la terraza de un cine de mi pueblo”.
Yoni Fernando ayudó a fraguar un movimiento trovadoresco en Caibarién y se convirtió en el anfitrión de los artistas que participaban en el Festival Nacional de la Trova Longina que visitaban su municipio. Entre ellos los archiconocidos David Torrens y William Vivanco.
Muy animada continúa la conversación con Yoni. “ Mis aspiraciones crecieron y quise conquistar la capital de mi país como casi todos los artistas. Cuando llegué a La Habana a lo menos que me pude dedicar fue a la música. Menos mal que era locutor y pude encontrar trabajo y sobrevivir. He incursionado en Radio Progreso, Radio Ciudad de la Habana, Prensa Latina y en el programa Encuentro con Clío de la televisión nacional”. Hace pausa para tomar un vaso de agua.
Sigue contando que en la televisión y viajando por varias provincias, ofreció recitales en Granma, Santiago de Cuba, Holguín, Ciego de Ávila y Guantánamo. “Participé en varios festivales tales como el Manuel Corona donde fui gran premio y mejor galardón a la interpretación. También en el Rodrigo Prats, en los eventos organizados por la Universidad Central de Las Villas, y mi canción ‘Tsunami’ fue finalista en el Juan Arrondo. La guitarra comenzó a viajar conmigo y emprendí otra vez mi sueño de ser músico”.
“Tras mucho esfuerzo logré un espacio propio llamado La Guarida del Rapsoda, -prosigue su narración el trovador- que se lleva a cabo en la sala teatro El Sótano, el último jueves de cada mes. Su perfil es abierto, no es sólo trova, más bien se asemeja a un programa de radio en un teatro, declamamos, leemos poesía y entrevistamos a artistas de todas las manifestaciones. Mi intención como cantautor es ser yo y lo que hago brindárselo al público”.
“Recientemente terminé la grabación del demo Salvas mi Alma que cuenta con 8 temas de mi autoría. En este disco fusiono géneros muy populares del momento porque abogo por sonidos pegajosos”.
“No soy un cantante que puede conquistar al público con la calidad de su voz. Tampoco me creo un gran músico que vaya a generar unas armonías inquietantes para oídos exquisitos. No estudié música en una academia, por lo tanto sigo el consejo de mucha gente que sabe”.
“A veces te matas haciendo un disco -prosiguió Yoni- lo repletas de sonidos rebuscados, pero resulta que después no te lo promocionan. Es lamentable que nos veamos obligados a ceder ante las exigencias del mercado. Ojalá algún día pueda hacer un disco con armonías bien renovadoras. Pero para empezar no es lo más indicado porque después no te ponen en los medios. La música es lo principal en mi vida. Nunca dejé de ser actor o locutor pero me enamoré de ser cantautor”.
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24 de marzo de 2014
Su nombre es Yonesqui Cabrera Velázquez, pero es conocido en el mundo artístico como Yoni Fernando. Este cantautor, natural de Caibarién, desde pequeño soñó con ser músico, mas se enroló en la actuación y en la locución de radio.
Yoni estudió guitarra de manera autodidacta con la ambición de hacer parodias humorísticas mientras formaba parte de una compañía teatral. Al analizar las letras de las canciones de otros, se enamoró de la composición musical, por lo que en sus comienzos varias de sus canciones fueron interpretadas por El Quinteto Criollo y Trova Son.
PMU conversó con Yoni Fernando durante un descanso entre programas radiales en los que trabaja. “No soy un cantante de gran voz, pero puedo dignamente defender mis letras y melodías. Me auxilié de varias instructoras de mi provincia que me enseñaron a conocer mi tesitura. En mi adolescencia frecuenté El Mejunje de Santa Clara y uno de los trovadores más populares de La Trovuntivitis, Rolando del Río, se convirtió en mi padrino y me ayudó a iniciar mi proyecto como trovador”.
“Con su apoyo –continúa Yoni- fundé una peña en El Mejunje que se llamaba Besos entre cuerdas. Además, participé en La séptima cuerda, espacio muy parecido a uno que hacen Mauricio Figueiral y Pedrito Beritán en La Habana. En este mezclábamos el séptimo arte con la música pues lo hacíamos en la terraza de un cine de mi pueblo”.
Yoni Fernando ayudó a fraguar un movimiento trovadoresco en Caibarién y se convirtió en el anfitrión de los artistas que participaban en el Festival Nacional de la Trova Longina que visitaban su municipio. Entre ellos los archiconocidos David Torrens y William Vivanco.
Muy animada continúa la conversación con Yoni. “ Mis aspiraciones crecieron y quise conquistar la capital de mi país como casi todos los artistas. Cuando llegué a La Habana a lo menos que me pude dedicar fue a la música. Menos mal que era locutor y pude encontrar trabajo y sobrevivir. He incursionado en Radio Progreso, Radio Ciudad de la Habana, Prensa Latina y en el programa Encuentro con Clío de la televisión nacional”. Hace pausa para tomar un vaso de agua.
Sigue contando que en la televisión y viajando por varias provincias, ofreció recitales en Granma, Santiago de Cuba, Holguín, Ciego de Ávila y Guantánamo. “Participé en varios festivales tales como el Manuel Corona donde fui gran premio y mejor galardón a la interpretación. También en el Rodrigo Prats, en los eventos organizados por la Universidad Central de Las Villas, y mi canción ‘Tsunami’ fue finalista en el Juan Arrondo. La guitarra comenzó a viajar conmigo y emprendí otra vez mi sueño de ser músico”.
“Tras mucho esfuerzo logré un espacio propio llamado La Guarida del Rapsoda, -prosigue su narración el trovador- que se lleva a cabo en la sala teatro El Sótano, el último jueves de cada mes. Su perfil es abierto, no es sólo trova, más bien se asemeja a un programa de radio en un teatro, declamamos, leemos poesía y entrevistamos a artistas de todas las manifestaciones. Mi intención como cantautor es ser yo y lo que hago brindárselo al público”.
“Recientemente terminé la grabación del demo Salvas mi Alma que cuenta con 8 temas de mi autoría. En este disco fusiono géneros muy populares del momento porque abogo por sonidos pegajosos”.
“No soy un cantante que puede conquistar al público con la calidad de su voz. Tampoco me creo un gran músico que vaya a generar unas armonías inquietantes para oídos exquisitos. No estudié música en una academia, por lo tanto sigo el consejo de mucha gente que sabe”.
“A veces te matas haciendo un disco -prosiguió Yoni- lo repletas de sonidos rebuscados, pero resulta que después no te lo promocionan. Es lamentable que nos veamos obligados a ceder ante las exigencias del mercado. Ojalá algún día pueda hacer un disco con armonías bien renovadoras. Pero para empezar no es lo más indicado porque después no te ponen en los medios. La música es lo principal en mi vida. Nunca dejé de ser actor o locutor pero me enamoré de ser cantautor”.
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