Los inicios del Poeta Lírico



Es muy fácil leer un currículo y hacerse una idea más o menos completa de lo que un artista underground ha hecho en su vida, pero otra cosa es que nos lo cuente con sus palabras. Esa fue la intención que tuvimos con Alejandro Cuello Herrera, conocido artísticamente como El Poeta Lírico, justo unos días antes de que saliera a un viaje del que todavía no ha regresado, aunque muchos lo esperan de vuelta.

Según nos contó, comenzó a incursionar muy jovencito en el hip hop con Escuadrón Rebelde, pero no fue de una manera tan sencilla. “Empecé en el 97, aunque venía frecuentando las actividades que se hacían en Alamar, las peñas y eso, pero me uní con dos socios de la zona: Yasmani y Japoncito, que habíamos hecho un tema, éramos muy chamacos, no habíamos hecho un grupo ni nada. Y la ‘echamos’ en La Chusmita, quedó muy mal, ellos no estaban para eso, se confundieron o algo así, fue ‘cheo’. Había otro chamaco que había cantado ahí, Ariel (Ariel Barranco) y junto con él formo mi primer grupo, ese es Escuadrón Rebelde. Nos pusimos a cantar ahí en La Chusmita, en La Piscina Gigante, en el mismo Alamar donde vivo desde que tengo 6 años de edad. De ahí él se vuelve cristiano y decide no seguir manifestándose a través del rap, en la Iglesia sí, pero no en la calle”.

Entonces empieza otra parte de la historia, de alguna manera reflejada en su currículo, donde desarrolla su vocación como MC, productor y DJ de estudio. En los papeles se lee que en el curso 2000-2001 ingresó al IPVCP “República de Panamá”. “Allí me uní al jefe de albergue y al jefe de limpieza, Antonio (Antonio Venta Fernández) y el otro Yuney (Yuney Gil Pérez), y nos llamábamos Hijos de Blanca Nieves. Ahí en el Pre inicié más fuerte el trabajo presentándome en los FESTIFEEM, esos festivales entre escuelas. Luego entré en el Servicio Militar donde comencé a escribir más. Después entré en la Salvador Allende, una escuela de formación de maestros de Secundaria Básica. Estuve cantando con un socio de Guanabo, Arturo (Arturo Lázaro Cepeda Vargas), nos llamábamos Clan Favela. Hacíamos un rap un poco comercial, no tan underground como el que se hacía en aquella época, pero tuvimos la posibilidad de hacer una actividad conjunta en la escuela y me uno entonces a PapaGoza (Andreis Mendoza Mira). Y Arturo decide no hacer más rap y me quedé con PapaGoza”.

No hay momentos más intensos que los que pasan los artistas cuando son estudiantes y tienen oportunidades de proponer lo que quieren. De esos tiempos han surgido proyectos que hoy en día han sentado base desde lo underground. Algo así le sucedió al Poeta Lírico. “En la escuela creamos un movimiento que unía a grupos de diferentes provincias, de Guantánamo, Villa Clara, Santiago de Cuba. Luego Andreis tenía su grupo Proyecto Chardo y hablo con él para una vez en la calle, integrarme. Él cantaba con otro más que decide no hacer rap y entonces nos integramos a varios grupos, pero continuamos trabajando desde finales del 2003 hasta el 2008. Integramos y también fuimos fundadores de un proyecto, Los D' Sur, que ubica a La Alianza, El Profeta, El Liberto y después se han integrado más personas. La idea era agrupar a todos lo que eran del Este de La Habana y también los del Oeste”.

Lo demás sigue siendo parte de un currículo riquísimo por la variedad de actividades en las que siempre El Poeta Lírico lograba estar. Vino su primer demo y nacieron las primeras inspiraciones para su sueño: tener su propio home studio. Después siguió en solitario hasta que su tema “No se detendrán” comenzó su recorrido por todo el archipiélago y más allá, convirtiéndose en un clásico. Pero eso, se los prometo, será otra historia que traerá PMU.

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