Una chica diferente



Daya es una chica sencilla, de buena figura, estatura media y con mucha, pero mucha bomba. Hacerse notar es parte de su vida cotidiana. Con 23 años arrastra un historial profesional que denota los 20 que le ha dedicado a la música. “Comencé desde muy pequeña, a los 3 años, en el coro Coralillo de la Schola Cantorum Coralina, dirigido en aquel entonces por Alicia Alén”.

Nacida y criada en el Vedado, actualmente se desempeña como directora de la Banda Municipal de Conciertos de Boyeros, además de contar con estudios de música y formar parte como bombardinista de la Banda Provincial de Conciertos. Igualmente es profesora del Auditórium Amadeo Roldán y de la ENA, como su directora de bandas. Con este excelente currículum, Daya Aceituno se revela como una chica apasionada por la música con corte de concierto.

“Ahora me encuentro enfrascada en un programa revolucionario para rescatar el movimiento bandístico, la música de concierto. Hubo un momento en la historia nacional que las bandas formaron parte importante de nuestra cultura, pero con el paso del tiempo y la llegada del audiovisual, se ha perdido esta tradición. Ya no se encuentran bandas en los parques, ni hay retretas los domingos”. Nos comenta vehemente.

Entre la diversidad de géneros y ritmos actuales, esta chica ha logrado encontrar personas que disfrutan de este formato musical tan particular. Además no se detiene, una de sus metas es llevar su música no sólo a quien puede, sino a quien no puede acceder a ella, ya sea porque no comparte esta entre sus preferencias o no puede asistir a un teatro. Y sea por esto, unido a su carácter apasionado, sensible y sentimental, cuenta con el mérito de presentarse en centros como el Hospital Leprosorio del Rincón para ofrecer un poco de alegría y buena fe a los pacientes y trabajadores de allí, algo que no cuenta como una conquista fría, sino como un acto digno de respetar y seguir por la diversidad de artistas cubanos.

Daya ha llevado su música al Festival del Danzón en el Portal del Hotel Inglaterra, en las peñas de Rey y Leo Montesinos, a la embajada de Italia, y al Festival de las Artes de Santiago de Las Vegas, auspiciado por Víctor Pellegrino y Amparo del Riego, entre otros lugares.

Vicisitudes ha tenido varias como todo músico y cuenta que principalmente le ha chocado el poco apoyo recibido por parte del gobierno municipal de Boyeros. Sobre todo en cuanto a cuestiones logísticas, de aseguramiento, transporte, a lo que suma la cero promoción y divulgación de sus conciertos. Estas son razones suficientes para decepcionarse, pero Daya no permite que estas amarguen su sonrisa porque recuerda que hay muchos otros que sí apoyan su carrera, a los cuales les agradece por su ayuda, especialmente a los trovadores Rey y Leo Montesinos, a Esteban Quesada, a sus profesores Antonio Leal y Carmen Rosa López, y a su familia.

“Quiero agradecer en primer lugar a los músicos con los que trabajo, además del administrador y el utilero de la banda, siempre al pie del cañón. Y finalmente a todas las personas que molesto y de veras ayudan, y hablo en general para no caer en omisiones, ni olvidos”.

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