¡Son rockeros de Santiago y están ensayando!



Los sábados en las tardes, las calles del centro de la ciudad de Santiago de Cuba están llenas de gente, familias que salen "a dar una vuelta" como se dice. Y hay un sitio especial que ha cobrado mucha fama por la calidad de sus servicios: la Heladería Coppelia "Las Enramadas" y por eso muchas personas se dirigen allí. Después de las 4 de la tarde, cada sábado, todo el que se acerque a ese sitio tan acogedor y espacioso, escuchará una música atípica, sobre todo si se aproxima por la célebre calle que le da nombre al lugar. La explicación es más sencilla de lo que se cree, los dos grupos de rock insignes de la ciudad, Tragedy y Parasomnia, están ensayando muy cerca de allí.

Si fueran los transeúntes más curiosos, sólo tienen que preguntarle a uno de los “custodios” que están sentados frente a la puerta de la Escuela Taller Ugo Luisi, un centro que pertenece a la Oficina del Conservador de la Ciudad. Por cierto, al verlos afuera nos preguntamos ¿estarán sentados fuera porque no les agrada el sonido de las guitarras eléctricas, el bajo y la batería? Quién sabe… Pero como los “custodios” son amables, ante la curiosidad, enseguida dirán que allí están ensayando unos muchachos, "sí, los rockeros", y les dejaran pasar. Entonces viene la sorpresa, sobre todo para que aquel que aún tiene imágenes idílicas de los artistas jóvenes o no tan jóvenes que en su afán de amor y pasión siguen los caminos, más o menos visibles, de lo underground.

Entre montones de madera y otros materiales de construcción, en uno de los costados del bello patio donde también hay piedras de todo de tipo y mucho sol, se han acomodado estos muchachos y muchachas liderados por Luis Daniel Batista Díaz, alias Machine, uno de los artífices de este sueño. Gracias a él también los adeptos al heavy metal, doom, gótico y demás, pueden ir una vez al mes a la Pista Pacho Alonso del Heredia, a la única peña de su tipo en esta urbe tan musical.

Pero volviendo al ensayo, interesante sería ir a verlos cuando se están preparando para comenzar, pues como Luis Daniel vive cerca, es un poco más fácil traer los instrumentos, reproductores y amplificadores. Aunque lo difícil según como se ve a primera vista, es comenzar a acomodar a cada uno de ellos de tal manera que pueda ocupar el mínimo espacio posible sin molestar nada o a nadie. Y también es curioso quedarse allí para ver qué sucede cuando termina un grupo de ensayar y entra el otro, mientras Machine permanece en la batería, pues toca en las dos agrupaciones. Entonces se vuelven a mover algunos instrumentos.

Los aderezos que se escuchan desde las esquinas son los riffs de guitarra, los golpes de percusión potentes y vocalizaciones limpias. Es verdad que no se está en La Habana, ni en Villa Clara, ni en Holguín, pero se está escuchando rock aunque sea en un ensayo.

Sí, muchos, muchísimos músicos de la escena underground han pasado por esto, pero como Santiago es Santiago, no os asombréis de nada. Gracias a estos rockeros voluntariosos y poco amedrentados, uno puede tomarse unas cuantas bolas de helado a un precio muy asequible y sentirse lo suficientemente cerca del brutal death, el black metal o el death gore, porque existen Tragedy y Parasomnia, y ojalá que sea por mucho tiempo.

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