La música es el primero de mis vicios
12 de mayo de 2014
“La música es el primero de mis vicios”, afirma la chica que hoy nos deja conocer de su vida. “Nunca fue algo que pensé tomar en serio, pero la vida da vueltas y te da vueltas con ella”. Isely Ravelo Rojas es el nombre que aparece en su documento de identidad, pero que ella modificó por Ise Rojas, el nombre que aparece en la tablilla de presentación artística. Ise por la acotación de su nombre y Rojas para hacerle honor a uno de sus compositores favoritos, Israel Rojas. Detrás de su nombre hay una chica muy delgada, con ojos color café y una viveza interpretativa que muchos envidian.
El culpable de su afición musical parece ser el preuniversitario Villena Revolución. “El Pre es una etapa decisiva en la vida de los jóvenes. Es la etapa donde muchos entran en los vicios como fumar, tomar, entre otros. Para mí también lo fue, sólo que mi vicio fue algo diferente, mi vicio fue por la música”.
Fue en aquel momento cuando dio los primeros pasos en la guitarra o mejor dicho, los primeros acordes junto a una amiga. Con ella formó también la única agrupación a la que ha pertenecido: el dúo Buenos Sentimientos. “Una experiencia muy bonita y un poco infantil, fue algo como un Buena Fe en formato femenino. Dos chicas y buenos sentimientos, algo momentáneo, pero que en la escuela tuvo más aceptación de la que previmos”.
En el 2011 entra a la carrera de Comunicación Social de la Universidad de la Habana, con lo que se disuelve el dúo. Este período marca un stand by en su carrera musical. “Fue como sentar cabeza y dejar atrás la adolescencia. Me concentré en mis estudios dando por sentado que ya no cantaría más. Estuve dos años sin cantar, lo que también provocó que perdiera mis habilidades escasas en la guitarra”.
Su vuelta a los escenarios fue en una fiesta. “Estaba con mis amigos y llega un chico que no conocía, con su guitarra. Al rato comenzó con los acordes de ‘Un día de noviembre’ de Leo Brouwer. Casualmente Buena Fe tiene una canción, ‘Noviembre’, que tiene como base la música del tema de Brouwer, comencé a cantarla y el chico se interesó en mi voz al punto de invitarme a formar parte de su grupo, grupo que en definitiva nunca se creó”. Este hecho marcó un nuevo inicio para Ise y después de esto no ha dejado de practicar su “vicio” y anda enredada en la composición de temas originales.
Pero a pesar de la felicidad de retomar su “vicio”, Ise cuenta que entre sus dificultades está conseguir quien componga la armonía a sus temas y los posibles espacios para estrenarlos. Además de dividir el tiempo para su carrera universitaria y la musical, el mayor reto lo impone el hecho de no poder decidirse por una de las dos. “Traté de dejar la música como algo pasajero y vino de nuevo a mí. Pienso que pasará igual si dejo la Comunicación. Ambas me gustan demasiado y son experiencias que no quiero perderme. Tengo que agradecer a mis padres por tenerme y por dejarme convivir con sendas pasiones, por potenciarlas a las dos y no desestimar ninguna”.
“Agradezco también a mis amigos, principalmente los que han estado más cerca en mi vida como cantante. A Grether, mi compañera en el dúo y a Tony el chico de la guitarra. Y por último quiero agradecer a Buena Fe por inspirarme y formar parte de esta etapa. Aspiro poder escribir algo con tanto sentido, sentimiento, impacto y aceptación como ellos han logrado a lo largo de su historia”.
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12 de mayo de 2014
“La música es el primero de mis vicios”, afirma la chica que hoy nos deja conocer de su vida. “Nunca fue algo que pensé tomar en serio, pero la vida da vueltas y te da vueltas con ella”. Isely Ravelo Rojas es el nombre que aparece en su documento de identidad, pero que ella modificó por Ise Rojas, el nombre que aparece en la tablilla de presentación artística. Ise por la acotación de su nombre y Rojas para hacerle honor a uno de sus compositores favoritos, Israel Rojas. Detrás de su nombre hay una chica muy delgada, con ojos color café y una viveza interpretativa que muchos envidian.
El culpable de su afición musical parece ser el preuniversitario Villena Revolución. “El Pre es una etapa decisiva en la vida de los jóvenes. Es la etapa donde muchos entran en los vicios como fumar, tomar, entre otros. Para mí también lo fue, sólo que mi vicio fue algo diferente, mi vicio fue por la música”.
Fue en aquel momento cuando dio los primeros pasos en la guitarra o mejor dicho, los primeros acordes junto a una amiga. Con ella formó también la única agrupación a la que ha pertenecido: el dúo Buenos Sentimientos. “Una experiencia muy bonita y un poco infantil, fue algo como un Buena Fe en formato femenino. Dos chicas y buenos sentimientos, algo momentáneo, pero que en la escuela tuvo más aceptación de la que previmos”.
En el 2011 entra a la carrera de Comunicación Social de la Universidad de la Habana, con lo que se disuelve el dúo. Este período marca un stand by en su carrera musical. “Fue como sentar cabeza y dejar atrás la adolescencia. Me concentré en mis estudios dando por sentado que ya no cantaría más. Estuve dos años sin cantar, lo que también provocó que perdiera mis habilidades escasas en la guitarra”.
Su vuelta a los escenarios fue en una fiesta. “Estaba con mis amigos y llega un chico que no conocía, con su guitarra. Al rato comenzó con los acordes de ‘Un día de noviembre’ de Leo Brouwer. Casualmente Buena Fe tiene una canción, ‘Noviembre’, que tiene como base la música del tema de Brouwer, comencé a cantarla y el chico se interesó en mi voz al punto de invitarme a formar parte de su grupo, grupo que en definitiva nunca se creó”. Este hecho marcó un nuevo inicio para Ise y después de esto no ha dejado de practicar su “vicio” y anda enredada en la composición de temas originales.
Pero a pesar de la felicidad de retomar su “vicio”, Ise cuenta que entre sus dificultades está conseguir quien componga la armonía a sus temas y los posibles espacios para estrenarlos. Además de dividir el tiempo para su carrera universitaria y la musical, el mayor reto lo impone el hecho de no poder decidirse por una de las dos. “Traté de dejar la música como algo pasajero y vino de nuevo a mí. Pienso que pasará igual si dejo la Comunicación. Ambas me gustan demasiado y son experiencias que no quiero perderme. Tengo que agradecer a mis padres por tenerme y por dejarme convivir con sendas pasiones, por potenciarlas a las dos y no desestimar ninguna”.
“Agradezco también a mis amigos, principalmente los que han estado más cerca en mi vida como cantante. A Grether, mi compañera en el dúo y a Tony el chico de la guitarra. Y por último quiero agradecer a Buena Fe por inspirarme y formar parte de esta etapa. Aspiro poder escribir algo con tanto sentido, sentimiento, impacto y aceptación como ellos han logrado a lo largo de su historia”.
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