Cantar no es gritar
19 de mayo de 2014
“Para lograr ser un buen cantante se necesitan tres cosas fundamentales: tener voz, buena afinación y cantar con el corazón. Cantar no es gritar como piensan algunos, es expresar el sentimiento que te inspira una melodía, la letra de una canción y hacerlo llegar a lo más profundo de las personas que te escuchan”. Estos conceptos expresados por Yanelis García, soprano lírica ligera, nos hicieron reflexionar sobre artistas que se escuchan hoy en día por los medios de difusión, los cuales no comunican nada y carecen de los atributos enumerados por nuestra entrevistada.
De formación casi autodidacta, esta joven cantante habanera sólo tuvo una profesora, la soprano lírica Adís Valdés. “No sólo me ayudó a perfeccionar mi técnica vocal, sino que también me estimuló a no flaquear en los momentos difíciles de mi carrera musical”.
Yanelis García es una cantante nacida en Marianao hace 25 años. De constitución delgada, tan temperamental como optimista, confiesa que aunque siempre le gustó la música, jamás tuvo entre sus planes llegar a ser artista profesional. Sus inclinaciones hacia el arte comenzaron cuando estudiaba en el Preuniversitario. En ese entonces se apasionó por el canto y el baile, dando muestra de ello en las actividades culturales de su centro docente. Por la gracia de su baile y la armonía de su voz, sus amistades la embullaron a presentarse en la casa de cultura y en algunas peñas musicales del municipio natal donde todavía reside.
Decidida a continuar en serio su trayectoria artística, luego de rebasar la primera adolescencia, se integró a un pequeño grupo musical llamado Las Canelitas con el cual se presentó en diversos escenarios como El Anfiteatro de la Avenida del Puerto y el Club Árabe, además de tener a su cargo los momentos musicales de algunos restaurantes.
Por diversos inconvenientes, el grupo se desintegró. Habiendo estudiado pedagogía, Yanelis algo desalentada, comenzó a trabajar como profesora de Primaria. No obstante, el bichito de la música no la dejaba en paz, al punto que decidió perfeccionar su técnica vocal para dedicarse más de lleno al canto. “Fue el momento preciso en que me convencí de que me convertiría en una profesional de verdad”, recuerda.
Con un registro de soprano lírica ligera, Yanelis no se inclinó por el arte lírico y decidió seguir cantando todo tipo de música con preferencia por las baladas, boleros y algo de pop. También ha incursionado en la bachata con gran aceptación.
Alegre y entusiasta en extremo, esta muchacha nos cuenta haber tenido que afrontar enojosas dificultades en su carrera, entre las cuales se incluye ser parte de una familia que siempre ha estado en desacuerdo con su real vocación. Como económicamente el arte no le aporta mucho, continúa trabajando como maestra, profesión que alterna con sus presentaciones artísticas.
La promoción prácticamente corre por su cuenta, no obstante a ello se siente feliz y realizada. “Estoy haciendo lo que realmente me gusta y eso es suficiente para sentirme plena y libre. Siempre me digo que el fruto que siembre hoy, lo recogeré mañana”.
Por la aceptación que ha tenido del público, esta dinámica joven está convencida de que podrá llegar lejos. “Sólo necesito lograr más promoción y tropezarme en el momento oportuno con la persona adecuada que me brinde la oportunidad tantas veces soñada de poder triunfar y llegar a ser una reconocida cantante. Usted verá que sí, que ese buen día llegará”.
Mientras tanto, Yanelis sigue en la vida luchando a brazo partido contra todo tipo de suceso que se oponga a su gran objetivo: trabajando como profesora, criando a su pequeño hijo y buscando la perfección dentro de su arte vocal.
“Es muy importante en esta carrera practicar diariamente todo lo que más se pueda. Sólo el ejercicio diario lleva a una buena interpretación. Nunca me siento totalmente satisfecha de mis presentaciones. Cada día me exijo más a mí misma”, afirma.
A esta altura de la entrevista retomamos y hacemos nuestro el concepto que la joven nos enunció cuando iniciamos la conversación: “Cantar no es gritar como piensan algunos”.
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19 de mayo de 2014
“Para lograr ser un buen cantante se necesitan tres cosas fundamentales: tener voz, buena afinación y cantar con el corazón. Cantar no es gritar como piensan algunos, es expresar el sentimiento que te inspira una melodía, la letra de una canción y hacerlo llegar a lo más profundo de las personas que te escuchan”. Estos conceptos expresados por Yanelis García, soprano lírica ligera, nos hicieron reflexionar sobre artistas que se escuchan hoy en día por los medios de difusión, los cuales no comunican nada y carecen de los atributos enumerados por nuestra entrevistada.
De formación casi autodidacta, esta joven cantante habanera sólo tuvo una profesora, la soprano lírica Adís Valdés. “No sólo me ayudó a perfeccionar mi técnica vocal, sino que también me estimuló a no flaquear en los momentos difíciles de mi carrera musical”.
Yanelis García es una cantante nacida en Marianao hace 25 años. De constitución delgada, tan temperamental como optimista, confiesa que aunque siempre le gustó la música, jamás tuvo entre sus planes llegar a ser artista profesional. Sus inclinaciones hacia el arte comenzaron cuando estudiaba en el Preuniversitario. En ese entonces se apasionó por el canto y el baile, dando muestra de ello en las actividades culturales de su centro docente. Por la gracia de su baile y la armonía de su voz, sus amistades la embullaron a presentarse en la casa de cultura y en algunas peñas musicales del municipio natal donde todavía reside.
Decidida a continuar en serio su trayectoria artística, luego de rebasar la primera adolescencia, se integró a un pequeño grupo musical llamado Las Canelitas con el cual se presentó en diversos escenarios como El Anfiteatro de la Avenida del Puerto y el Club Árabe, además de tener a su cargo los momentos musicales de algunos restaurantes.
Por diversos inconvenientes, el grupo se desintegró. Habiendo estudiado pedagogía, Yanelis algo desalentada, comenzó a trabajar como profesora de Primaria. No obstante, el bichito de la música no la dejaba en paz, al punto que decidió perfeccionar su técnica vocal para dedicarse más de lleno al canto. “Fue el momento preciso en que me convencí de que me convertiría en una profesional de verdad”, recuerda.
Con un registro de soprano lírica ligera, Yanelis no se inclinó por el arte lírico y decidió seguir cantando todo tipo de música con preferencia por las baladas, boleros y algo de pop. También ha incursionado en la bachata con gran aceptación.
Alegre y entusiasta en extremo, esta muchacha nos cuenta haber tenido que afrontar enojosas dificultades en su carrera, entre las cuales se incluye ser parte de una familia que siempre ha estado en desacuerdo con su real vocación. Como económicamente el arte no le aporta mucho, continúa trabajando como maestra, profesión que alterna con sus presentaciones artísticas.
La promoción prácticamente corre por su cuenta, no obstante a ello se siente feliz y realizada. “Estoy haciendo lo que realmente me gusta y eso es suficiente para sentirme plena y libre. Siempre me digo que el fruto que siembre hoy, lo recogeré mañana”.
Por la aceptación que ha tenido del público, esta dinámica joven está convencida de que podrá llegar lejos. “Sólo necesito lograr más promoción y tropezarme en el momento oportuno con la persona adecuada que me brinde la oportunidad tantas veces soñada de poder triunfar y llegar a ser una reconocida cantante. Usted verá que sí, que ese buen día llegará”.
Mientras tanto, Yanelis sigue en la vida luchando a brazo partido contra todo tipo de suceso que se oponga a su gran objetivo: trabajando como profesora, criando a su pequeño hijo y buscando la perfección dentro de su arte vocal.
“Es muy importante en esta carrera practicar diariamente todo lo que más se pueda. Sólo el ejercicio diario lleva a una buena interpretación. Nunca me siento totalmente satisfecha de mis presentaciones. Cada día me exijo más a mí misma”, afirma.
A esta altura de la entrevista retomamos y hacemos nuestro el concepto que la joven nos enunció cuando iniciamos la conversación: “Cantar no es gritar como piensan algunos”.
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