El Proyecto K’ Bolá renace en la calle
26 de mayo de 2014
Si hiciéramos un balance del número de presentaciones que los músicos de diversos géneros han tenido la oportunidad de realizar, los salseros y reguetoneros sin duda encabezarían la lista pues han colmado múltiples escenarios, principalmente con el público más joven. Desde el punto de vista musical, dicho fenómeno no tendría que ser calificado como negativo ni mucho menos, de hecho acarrea excelentes resultados en lo que a calidad, difusión internacional y talento se refiere. Sin embargo, esa ola ha actuado en detrimento de las oportunidades que se brindan a otros géneros, vertientes y ritmos musicales como el reggae.
De la necesidad cada vez más latente de cultivar las diversas aristas de la música nacional e internacional, se han percatado tres jóvenes cienfuegueros que crearon el Proyecto K’ Bolá. Los activistas son Carlos Infante Vera (representante), Rosa María Portilla (músico y actriz) y el artista de la plástica Amed Laza. A tres manos, K’ Bolá pretende crear espacios que aporten y fomenten específicamente el movimiento rastafari, sin excluir de su iniciativa a otros proyectos y músicos que manejen y defiendan conceptos como la erradicación del racismo y la homofobia, así como la equidad entre géneros y la condena al abuso contra la mujer y los niños.
Precisamente el pasado 10 de mayo tuvo lugar un espectáculo organizado por este proyecto en el Parque Martí de la ciudad de Cienfuegos, donde se dieron cita artistas del patio junto a otros habaneros. En el encuentro de PMU con su representante Carlos Infante, en horas de la noche de ese mismo día, este puntualizaba: “El proyecto quiere crecer y en esta ocasión comenzamos desde por la mañana con la parte teórica. Se presentaron varios trabajos sobre el tema negro en Cuba y el Caribe, y otros dedicados a la figura de Bob Marley a quien dedicamos el evento, pues el 11 de mayo se conmemora un año más de su desaparición física. Ahora continuaremos con las propuestas musicales y plásticas, pero trabajo nos ha costado”.
Las exposiciones de los trabajos estaban previstas a realizarse en el Museo Provincial, sin embargo, ello no fue posible pues no contaron con la cooperación de dicha institución a la hora de asegurar la calidad del evento, aun cuando este se había programado desde el mes anterior. Sólo por medio de algunas amistades y participantes lograron conseguir un local digno para la ocasión. Otra decepción que se llevaron los organizadores fue a la hora de la actividad nocturna pues también tuvieron que cambiar el lugar señalado con anterioridad y moverse hacia una esquina del parque Martí de la ciudad sureña.
Proyectos como este que funcionan a expensas de la iniciativa y presupuesto de sus miembros y organizadores, son susceptibles de obstáculos, dilaciones, cambios de planes, y otros problemas. Sin embargo, como nacen del deseo sincero de hacer arte y comunicarla, K’ Bolá hizo su actividad con decoro.
A las 10 y 30 de la noche aproximadamente, en una esquina oscura del parque comenzaba a escucharse el sonido del dúo habanero de música reggae Siete Sellos. La agrupación de pequeño formato posee un estudio independiente donde graba su música, al mismo tiempo que estimula la creación de bandas de este género en la capital. Luego, compartió escenario con Siete Sellos, Negu Peca, otro músico habanero de gran experiencia avalada por los más de veinte años que lleva cantando reggae. El Peca resultó ser un excelente comunicador de su música y provocó el baile enérgico de los espectadores rastafaris. Cerraba la noche con la presentación del grupo local Hijos de Israel, con su primera aparición después de más de un año de silencio del reggae naya, una forma particular de hacer este género en Nigeria.
Esto transcurría mientras el artista Amed Laza creaba arte en la calle. Dos obras realizó con técnica mixta, tempera y tiza sobre cartulina. Las expuso en el piso al alcance de los ojos curiosos de los presentes que entendieron y evocaron el orgullo por sus raíces africanas.
La jornada del 10 de mayo no fue la primera del proyecto K’ Bolá. Este surgió en noviembre de 2012 e interrumpió sus actividades en mayo de 2013 por escasez de recursos. Sin embargo, aseguran sus organizadores que el proyecto continuará bajo cualquier circunstancia porque el pueblo necesita ser educado en la música. “K’ Bolá crea el espacio donde mostrar música y permanece abierto a otras manifestaciones del arte, siempre y cuando defiendan los mismos conceptos”.
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26 de mayo de 2014
Si hiciéramos un balance del número de presentaciones que los músicos de diversos géneros han tenido la oportunidad de realizar, los salseros y reguetoneros sin duda encabezarían la lista pues han colmado múltiples escenarios, principalmente con el público más joven. Desde el punto de vista musical, dicho fenómeno no tendría que ser calificado como negativo ni mucho menos, de hecho acarrea excelentes resultados en lo que a calidad, difusión internacional y talento se refiere. Sin embargo, esa ola ha actuado en detrimento de las oportunidades que se brindan a otros géneros, vertientes y ritmos musicales como el reggae.
De la necesidad cada vez más latente de cultivar las diversas aristas de la música nacional e internacional, se han percatado tres jóvenes cienfuegueros que crearon el Proyecto K’ Bolá. Los activistas son Carlos Infante Vera (representante), Rosa María Portilla (músico y actriz) y el artista de la plástica Amed Laza. A tres manos, K’ Bolá pretende crear espacios que aporten y fomenten específicamente el movimiento rastafari, sin excluir de su iniciativa a otros proyectos y músicos que manejen y defiendan conceptos como la erradicación del racismo y la homofobia, así como la equidad entre géneros y la condena al abuso contra la mujer y los niños.
Precisamente el pasado 10 de mayo tuvo lugar un espectáculo organizado por este proyecto en el Parque Martí de la ciudad de Cienfuegos, donde se dieron cita artistas del patio junto a otros habaneros. En el encuentro de PMU con su representante Carlos Infante, en horas de la noche de ese mismo día, este puntualizaba: “El proyecto quiere crecer y en esta ocasión comenzamos desde por la mañana con la parte teórica. Se presentaron varios trabajos sobre el tema negro en Cuba y el Caribe, y otros dedicados a la figura de Bob Marley a quien dedicamos el evento, pues el 11 de mayo se conmemora un año más de su desaparición física. Ahora continuaremos con las propuestas musicales y plásticas, pero trabajo nos ha costado”.
Las exposiciones de los trabajos estaban previstas a realizarse en el Museo Provincial, sin embargo, ello no fue posible pues no contaron con la cooperación de dicha institución a la hora de asegurar la calidad del evento, aun cuando este se había programado desde el mes anterior. Sólo por medio de algunas amistades y participantes lograron conseguir un local digno para la ocasión. Otra decepción que se llevaron los organizadores fue a la hora de la actividad nocturna pues también tuvieron que cambiar el lugar señalado con anterioridad y moverse hacia una esquina del parque Martí de la ciudad sureña.
Proyectos como este que funcionan a expensas de la iniciativa y presupuesto de sus miembros y organizadores, son susceptibles de obstáculos, dilaciones, cambios de planes, y otros problemas. Sin embargo, como nacen del deseo sincero de hacer arte y comunicarla, K’ Bolá hizo su actividad con decoro.
A las 10 y 30 de la noche aproximadamente, en una esquina oscura del parque comenzaba a escucharse el sonido del dúo habanero de música reggae Siete Sellos. La agrupación de pequeño formato posee un estudio independiente donde graba su música, al mismo tiempo que estimula la creación de bandas de este género en la capital. Luego, compartió escenario con Siete Sellos, Negu Peca, otro músico habanero de gran experiencia avalada por los más de veinte años que lleva cantando reggae. El Peca resultó ser un excelente comunicador de su música y provocó el baile enérgico de los espectadores rastafaris. Cerraba la noche con la presentación del grupo local Hijos de Israel, con su primera aparición después de más de un año de silencio del reggae naya, una forma particular de hacer este género en Nigeria.
Esto transcurría mientras el artista Amed Laza creaba arte en la calle. Dos obras realizó con técnica mixta, tempera y tiza sobre cartulina. Las expuso en el piso al alcance de los ojos curiosos de los presentes que entendieron y evocaron el orgullo por sus raíces africanas.
La jornada del 10 de mayo no fue la primera del proyecto K’ Bolá. Este surgió en noviembre de 2012 e interrumpió sus actividades en mayo de 2013 por escasez de recursos. Sin embargo, aseguran sus organizadores que el proyecto continuará bajo cualquier circunstancia porque el pueblo necesita ser educado en la música. “K’ Bolá crea el espacio donde mostrar música y permanece abierto a otras manifestaciones del arte, siempre y cuando defiendan los mismos conceptos”.
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