José se siente como el Representante de Dios en la Tierra



Dios se revela al hombre en las religiones establecidas generalmente mediante la palabra que usa intermediarios (profetas, oráculos, etc.) pero frecuentemente también mediante hechos y acontecimientos que son considerados como “señales” y expresión de su voluntad (milagros, augurios, presagios, calamidades, dones, etc.), todo lo cual forma parte del “discurso de Dios”, críptico por excelencia, y que por ello debe ser interpretado y asumido generalmente mediante “intérpretes elegidos” por la propia divinidad.*

No pretendo con lo expuesto anteriormente una investigación sobre religión y menos hacer del tema el centro de este artículo, pero sí un preámbulo para presentar al joven cristiano cantante de hip hop José Sergranñes Cabrera, conocido artísticamente como Representante.

Representante comienza en 2009 aprendiendo a tocar piano de manera autodidacta en la iglesia a la que pertenece y experimenta con el género proclamándose intérprete elegido. A cinco años de su comienzo en solitario, cuenta con dos producciones musicales: Luz de mi corazón (2012) y Yo quiero gozo, ambas basadas en experiencias personales adaptadas al lenguaje de la calle sin alejar el discurso de sus conceptos cristianos, intentando ser recibido también por aquellos no creyentes.

Con dichas producciones se ha presentado en varias ediciones de los festivales Puños Arriba y en diferentes eventos relacionados con la cultura hip hop. Su mecanismo para realizar su música está apoyado por tres productores, un playback y los estudios de producción de la iglesia, lo que lo deja al amparo de la censura en los medios de comunicación masiva, conjuntamente con el discurso religioso que se plantea.

Si diferente es para los ateos escuchar hip hop con una letra basada en las experiencias cristianas, raro es también para los cristianos escuchar la palabra de Dios sobre un background de hip hop. Los inicios de Representante en este sentido fueron bastante difíciles. Vivía a la expectativa de cómo iban a recepcionar el hip hop dentro de la iglesia y fuera de ella. Pero el tema “Guapo no es cualquiera, guapo es Jesús Cristo” eliminó su incertidumbre al respecto cuando lo interpretó por primera vez tanto en la iglesia como en la calle, acogido por todos con una química que confiesa haber disfrutado en demasía.

Teniendo en cuenta que la religión cristiana, específicamente el Ministerio Internacional Creciendo en Gracia la que pertenece, funciona como una gran empresa transnacional dueña de canales televisivos, emisoras de radio, sitios web, así como varios negocios que le otorgan innumerables recursos y poder para promocionarse, pudiéramos concluir que representante no es un artista underground. También lo pensé durante los primeros minutos de la entrevista, pero más tarde entendí que no era así.

Es cierto que Representante cuenta caritativamente con el apoyo de la iglesia, pero no es ni por asomo suficiente. Es golpeado como todos los artistas underground por la falta de recursos, se autofinancia sus producciones, no cuenta con una disquera para las grabaciones, razón por la cual tiene como objetivo futuro la construcción de una productora cristiana, y mucho menos le han permitido pertenecer a una agencia institucional. Otro hecho que demuestra su condición underground es la gestación del proyecto 180 Grados y que es un proyecto que lleva a cabo hace pocos años, cuyo objetivo es llevar el discurso religioso sobre un background de rap a los barrios más marginales de la Isla bajo el slogan: “Gira tu vida con Cristo”.

Temáticas referentes a valores como el amor verdadero, la amistad, el respeto al prójimo y las problemáticas sociales son abordadas por Representante en cada uno de sus temas, y su propósito es eliminar un tanto los tabúes existentes en torno a la religión cristiana y no imponer el seguimiento de la misma, pues piensa que esto sólo puede crear rechazo, sobre todo en los más jóvenes.

He aquí una novedosa, diferente y peculiar manera de abordar lo underground. Nunca antes el hip hop cubano había sido testigo de una experiencia como esta, mucho menos la iglesia a la que le cuesta mucho adentrarse en los barrios marginales y que ha encontrado en Representante la vía para a través de la música, brindar un camino diferente a los menos favorecidos.

*Manuel Martínez Casanova. “Religión y discurso. Una reflexión desde lo comunitario”. Centro de Estudios Comunitarios. UCVL

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