No sólo tamaño, también talento, sencillamente Big-Boy



Diáfanamente habla de él, característica particular de los exponentes del género. Nadie sabe si es una revelación, si tendrá futuro en el rap. Sólo sé que es un joven con mucho ímpetu y deseos de hacerlo bien, centrado en el disfrute de su público y el goce de su música. ¿Qué más decir? Conozcamos un poco más a Frank Pedroso Noris, conocido en el mundo del rap como Big-Boy, quien a pesar de su corta edad tiene la savia necesaria para triunfar en este género.

PMU: ¿Cómo te inicias en el rap?

Big-Boy: A mis oídos llegó el auge de los festivales Puños Arriba, fue lo primero que escuché de rap y realicé un disco de hip hop para presentarme en dicho certamen. Así tuve la suerte de estrechar las relaciones con El Estudiante, al cual ya conocía de la producción del disco La Real. Le expliqué la idea, luego le presenté las maquetas, le gustó y manos a la obra. Así nació mi primer disco La historia de un corazón, realizado en La Casa Record. Ese mismo año lo presentamos en Puños Arriba donde alcanzamos el premio de Artista Novel del Año, además de cuatro nominaciones. Ese fue el comienzo.

PMU: ¿A qué le confieres el hecho de tan temprano éxito?

Big-Boy: A mi productor, que en mi consideración es magnífico. Estudió mis letras y sacó lo mejor de mí. Decidí hacer un rap diferente, permeado de otras tendencias: música cubana, soul, jazz, y el trabajo de conjunto resultó una mezcla bien rica, potenciando mi manera de expresar y escribir.

PMU: ¿Cómo valoras este reconocimiento en tu carrera?

Big-Boy: Significó mucho, marcó mi vida artística, al punto que decidí quedarme haciendo hip hop, porque sin tener una presentación en vivo, ni una trayectoria en el género, logré un premio. Eso es algo emocionante porque en realidad fueron los primeros 14 temas que hacía sin ninguna influencia del rap. Transitar por el reggaetón me permitió alcanzar ese éxito con un productor que condujo los hilos para crear un producto diferente y dinámico.

PMU: Entonces, ¿has incursionado en otro género?

Big-Boy: Sí, incursioné en el reggaetón. Estaba en la escuela y me presenté en festivales pioneriles y otros espacios estudiantiles. Fui madurando como artista en esos primeros años de la vida estudiantil ayudándome a ser el rapero de ahora.

PMU: Cuéntame de tus primeras presentaciones

Big-Boy: A raíz del disco me presenté en Primeros Pasos Hip Hop, evento organizado por la Agencia Cubana del Rap para menores de 18 años. Fue mi primera presentación en vivo, todos miraban y señalaban diciendo: “ese es el novel de los Puños Arriba”... tremenda expectativa creada pues no es lo mismo en estudio y luego en vivo. Recuerdo que tuve la oportunidad de compartir escenario con figuras consagradas y prominentes de la escena del hip hop, como DJ Jigüe. En este evento alcancé un premio y sólo tenía 18 años. También me he presentado en el 10mo. Simposio de Hip Hop Cubano, el proyecto Pa' Bajo, conociendo y trabajando con artistas que llevan años haciendo hip hop y que han apoyado mi carrera. Ahora me presento en espacios más underground y pocos conocidos.

PMU: ¿Has pensado en otro disco?

Big-Boy: Sí, ya está hecho, lo hemos presentado en otras ediciones Puños Arriba, con 2 nominaciones. El disco está enmaquetado y ya se encuentra en la calle.

PMU: ¿Cuáles son tus aspiraciones como artista?

Big-Boy: Quiero dar el salto y enriquecer mi propuesta, que se disfrute el performance. No quiero ser el rapero que sólo utiliza el micrófono, el DJ y el background. Creo es hora de separarme de la computadora, tener mis músicos y crear mi propia historia, quiero ser versátil. No me basta con arrancarle los puños arriba, deseo que el público se lleve consigo mi música.

PMU: Sé que estudias Ingeniería Industrial. ¿Cómo sobrevive el músico ante el futuro ingeniero?

Big-Boy: Bueno, difícil pero no imposible. Me esfuerzo por llevar las dos cosas a la par, me planifico, eso es esencial. En la universidad también encuentro mi espacio como rapero pues mucha gente desea escuchar algo nuevo, copian y descargan mi música de la Red. Me ayudan con sus comentarios, pues no es la música que más llega a ese público, al menos me contento que están escuchando hip hop.

Para Big-Boy, novel exponente de la escena de rap en Cuba, la grandeza va más allá de su impresionante altura. Sueña con hacer música sin dogmas, así como lo hizo su grupo favorito: Orishas. Cada día libra una lucha constante entre ciencia y arte, y con la rebeldía característica de los que son ignorados por las disqueras, se abre las puertas con la esperanza de mostrar al mundo su mezcla de bombos, cajas y música cubana.

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