De barrio... ¿qué?



Alguien que conoces puede aparecer en sus canciones, si vive, claro, en la provincia más occidental de Cuba porque camina mirando críticamente su entorno, sin ese tamiz que nos hace sólo apreciar lo que nos es semejante. Los protagonistas de sus canciones son el vendedor de maní, el vecino impertinente y el ama de casa, y aunque se pudiera pensar que no es una novedad traducir estos personajes a sonidos articulados rítmicamente, sí lo es que se insista todavía en ello a pesar del empuje económico hacia otros temas.

Julio César Rodríguez es el director, cantante, arreglista e intérprete de la guitarra acompañante o acústica de “De Barrio”, una agrupación formada en 2005 y que supone un original formato de un bajo a cargo de Carlos Alberto Díaz; drums con Enmanuel Pujol sosteniendo las baquetas y en la dirección musical; José Carlos Pérez sacando melodías a la guitarra eléctrica; el saxofón con Ismel Rodríguez Ríos; y Yerandy en el trombón. Todos son “músicos de la calle”, término que responde según Julio César, a los que se formaron fuera de escuelas profesionales de arte. En su caso fue por inspiración de un padrastro que le notó condiciones para la música y después, mediante el perfeccionamiento con profesores particulares.

Creo que Usted puede imaginar cómo suena lo que ellos llaman “mezcla de ritmos cubanos con ritmos extranjeros” y al respecto afirman: “mezclamos lo que se llama el son cubano con el rock and roll, R&B con boleros, funky cubano con percusión cubana, pilón, pero casi todo son géneros cubanos fusionados con géneros foráneos”.

“Juntarlos a todos no ha sido fácil, todo comenzó en un proyecto que se llamó Tilo, de reggae, funky. Muchos se han ido por contratos con otros grupos. No es fácil mantener una alineación fija. Muchas agrupaciones compartimos músicos, pero lo importante es que son buenos músicos y después de 9 años, ya somos una familia. Nuestro público son estudiantes de la universidad y quien está interesado en la música en vivo o la música diferente que se hace en la ciudad”.

El repertorio es propio, escrito por Julio César quien es instructor de artes plásticas en una escuela primaria y lleva los muy incomprendidos dreadlocks, y que sobre los temas dice: “me voy más por la crónica social, hablar de lo que atañe a las personas comunes de la sociedad y el amor que es el camino por el que mayormente se van los trovadores y los compositores. Aunque me gusta más la crónica social, es lo que se me da mejor. El amor es importante, pero también hay que tocar otros puntos neurálgicos que interesan a la sociedad también. Ya se han hecho bastantes canciones de amor y por supuesto, yo haré las mías, pero los temas más difíciles de tratar no se pueden olvidar. Es un poco satírico lo que hago, pero me gusta esa línea de trabajo. El tema que más el público pide es 'Miradas indiscretas'. Por eso nos nombramos ‘De Barrio’ porque de ahí venimos y de ahí sale nuestra música, de los problemas de la gente, de sus dichos, de ahí sale todo el texto”.

Las peñas habituales de “De Barrio” son los terceros viernes de cada mes, en la Casa del Joven Creador de las AHS; el segundo viernes de cada mes en el Centro de Artes Visuales junto a Toques de Río; y los segundos martes de cada mes en La Pérgola, siempre a las 9:00 p.m. “Lo que hace especial a De Barrio es la interacción que tenemos con el público, pues aunque intentamos los textos profundos también acudimos a los dicharachos y a lo humorístico. Muchos ven su barrio y a sí mismos en las canciones”.

“Nosotros agradecemos lo que hace PMU porque necesitamos mucho el apoyo y casi no hay recursos para promocionarnos en Internet. La primera intención nuestra es hacer música, no parar de hacer música, haya o no haya condiciones, sino no estuviéramos haciendo música”.

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