El estilo diferente de PerCuba Ensemble



Magdelys Savigne Carrión es la directora musical de la agrupación PerCuba Ensemble, fundados en el 2006 y cultivadores de la percusión cubana en todas sus facetas. Conversamos en el Pabellón Cuba durante una descarga de jazz protagonizada por Alami y otros destacados músicos. Me llamó la atención su desenvoltura en la percusión y pasión por el jazz. Más tarde aceptó mi invitación a compartir en un rincón alejado del bullicio para llevar a cabo esta entrevista con su habitual sonrisa en los labios.

“Formamos la banda con vistas a una participación en un concurso internacional en la ciudad de Chiapas, México. Nos quedamos enganchados con la idea y enriquecimos nuestro trabajo. Comenzamos como trío con el mínimo de recursos e instrumentos, pero poco tiempo después incorporamos tres integrantes más”. Reflexiona, organiza sus ideas y continúa. “La directora general es la magnífica profesora Damaris Pavier. También integran el grupo Alberto Quesada, Manuel Vivar y Alberto Batista, así como Lennon Ruiz, excelente vibrafonista, quien además dirige el Lennon Jazz Quartet. Todos tocamos la percusión, bailamos y cantamos”.

“Interpretamos lo mismo la música popular que la clásica. Hacemos covers de los Beatles y Michael Jackson, temas de Descemer Bueno y del folklore popular como ‘María Caracoles’. Entre nuestras composiciones destaca ‘Identidad’, encarada a la música afrocubana pero con una visión contemporánea, incorporándole un vibráfono y la batería”.

“Nuestro formato -prosigue Magdelys- se completa con tumbadora, batería, batá, marimba y bajo. Se respeta lo que hicieron los maestros del género, es más queremos darle un nuevo giro a lo que es la percusión cubana sin dejar nuestras raíces”.

“Hemos compartido escenario con Rockablues Trío, pues nos interesó su estilo y fusionamos el blues. Ellos se incorporaron con sus guitarras y sonamos a lo Santana. Ese concierto fue bien novedoso”.

Sobre su presencia en los medios comenta. “No somos bien promocionados porque ninguno de nosotros tiene dinero y no tenemos contactos en la televisión. Además, es un problema pertenecer a alguna empresa porque quieren que toquemos música clásica y nuestro formato es sui generis, por tanto complican nuestro ingreso, es un burocratismo malévolo”.

“No somos comerciales y eso nos afecta. Hemos hablado en varios programas televisivos, no nos han querido insertar porque no somos un grupo de guitarras ni un coro y no comprenden lo que hacemos. Promocionarnos es bien difícil. Hicimos hace poco una gira nacional y nadie se enteró. Estamos buscando otras alternativas para darnos a conocer, aunque es bien difícil por el tipo de trabajo que hacemos”.

“Tratamos de hacer nuestro repertorio lo más acústico posible y la gente se asusta cuando ve muchos instrumentos de percusión. No tenemos un demo por falta de recursos, hasta eso es trabajoso en nuestro país, muchos grupos están pasando por nuestra misma situación. Tal vez si fuéramos un grupo de reggaetón seríamos conocidos. Imagínate, ni soñar con un vídeo clip, eso cuesta miles de dólares que no tenemos”.

Su tono de voz ya no es suave, se nota la indignación en las palabras. “Estamos acostumbrados a tocar en patios de casas, azoteas y fiestas privadas. No tenemos locaciones para tocar y los dirigentes culturales carecen de la visión artística necesaria para comprendernos. Somos un grupo que requiere de una producción con bastantes recursos y para ellos todo se traduce en dinero. No existe una infraestructura que nos apoye. Hacemos lo que podemos con lo que tenemos. Hemos reducido el formato instrumental de muchos temas debido a la falta de transporte y a muchas otras cosas que se escapan de nuestras manos. Encontramos muchas trabas a la hora de hacer este tipo de cosas. Existió un grupo similar al nuestro que se llamaba Piapá, que representaron a Cuba varias veces en el extranjero y aquí nunca pudieron tocar”.

Sobre sus planes futuros nos cuenta. “Pensamos hacer featuring con varios raperos tales como Hepsiva, La Amazona y El Fiera. También queremos interactuar con Dayme Arozena para que cante algún tema de Alami, pero a nuestro estilo”.

Para finalizar nos sentencia. “Somos unos soñadores, hacemos los conciertos casi siempre de forma gratuita, pero la gente no conoce el resultado, no tenemos voz en ningún género a pesar de que los tocamos todos… La música cubana ha decaído y eso continuará sucediendo mientras sigamos promocionando lo banal, la mediocridad y el facilismo. Conozco muchos músicos bien talentosos que se han apagado y que se han tenido que ir de Cuba para poder ver valorado su trabajo”.

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