Los chicos de Babalú



El sábado 19 de abril en El Morro, como de costumbre, a las 9 p.m. sonó el cañonazo, pero también los chicos de Babalú movieron con su ritmo las piedras de la vieja fortaleza.

Babalú es un grupo intrépido que más allá de la calidad demostrada, resalta por las cualidades de sus integrantes. Por ejemplo, Adrián, líder y vocal del grupo, se presenta como un joven inquieto, ameno, hablador, amante de la buena comida y de una que otra cervecita.

Esa noche ellos aseguraron su éxito entre un público joven y numeroso que les encienden las ilusiones a los músicos. “Es un buen sitio para darse a conocer en el género underground. Cualquier agrupación de música urbana lo desearía, es necesario sentir la intensidad y la vibra de tu trabajo. Poder constatar esa mágica interrelación con un público que es tan exigente y conocedor de la buena música urbana y underground como el cubano. Es lo máximo”, confiesa Adrián.

Si los miramos en el escenario, muy pocos podrían acertar en sus orígenes. Este trío de dos chicos y una muchacha, se presentaban por separado mucho antes de formarse y no fue hasta el 2013 que en un Círculo Social de las FAR, se concibieron como grupo. Ha pasado mucha agua desde aquel entonces y ellos han pasado por diversos centros nocturnos y actividades por toda la capital como el trío que son ahora.

Hoy los presentes acogen sus canciones con mucha simpatía porque su estilo es muy particular y recuerda los ritmos autóctonos africanos con un toque de reguetón moderno, lo cual se consolida en una especie de folclor actual y es un ritmo muy requerido por los bailadores cubanos.

Su disco está esperando la respuesta de los Estudios Fílmicos y de Grabación de las FAR, y aunque Babalú sabe que es una empresa difícil, después de la confianza ganada en su trabajo y en sus seguidores durante el concierto, están decididos a terminar el álbum que consta también de un vídeo clip. Muy entusiasmados y confiados dicen que ambos darán de qué hablar cuando salgan a la calle.

Atrevidos es la palabra que mejor los describe por un estilo propio que logran mezclando técnicas de background y que quien los escuche, dará fe que suenan cien por ciento cubanos. Igualmente se les puede llamar así por la proyección en el escenario donde se observa como vibra su talento y carisma, logrando la máxima empatía con su público.

Talentos como ellos no es fácil de encontrar, pero nuestro país es una cantera de jóvenes con aptitudes y vocación por la música, ocultos en cualquier rincón. La cultura underground, los géneros urbanos, se han enriquecido de la técnica de los backgrounds, haciendo una manera, estilo y modo de hacer música para esos jóvenes que no cuentan con recursos y capital necesario para formar una agrupación o desarrollarse en géneros musicales que requieren de instrumentos musicales.

Los chicos de Babalú aseguran que no les interesa convertirse en grandes músicos porque ya existen demasiados en el país, ellos sólo quieren ser una agrupación que guste al pueblo cubano porque consideran la música como una forma de vida, pero también como una manera de expresar alegría constante y una filosofía a seguir.

Es necesario entonces que talentos de la música urbana como Babalú, se conozcan más en este tipo de lugares donde acude la juventud cubana por los precios económicos de las actividades y por la diversidad de entretenimiento que les ofrece el reguetón, el rap o la trova, y que sólo necesitan de la voz y el talento del artista.

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