Una noche con Luna



En la Plaza Cultural de la capital tunera se presentan ocasionalmente músicos aficionados de diversos estilos. La noche del pasado miércoles el novísimo grupo de reggae que lleva por nombre Luna, mantuvo impávido al público durante aproximadamente cuarenta minutos.

Luna está compuesto por seis jóvenes estudiantes de la Escuela Vocacional de Arte Juan Cristóbal Nápoles Fajardo. A pesar de su lozanía muestran gran destreza musical, pues a través de un cajón, un bajo, un violonchelo, dos guitarras eléctricas y la excelente voz del cantante logran un sonido bastante compacto y pintoresco.

Me enteré de la presentación unas horas antes, pero reacomodé mi agenda para asistir. Al llegar, el sonidista y su ayudante terminaban de instalar toda la madeja de cables de su pequeño equipo de audio. En breve comenzó la música grabada y poco a poco se fraguó un ambiente festivo que contó con la presencia de jóvenes exhibiendo sus extravagantes dreadlocks y tams.

Alrededor de las 9:00 p.m. aparecieron los miembros del grupo acompañados de familiares y amigos. Luego de ecualizar fugazmente comenzaron a tocar y para sorpresa de muchos, las canciones eran propias con letras inspiradas en el amor. Iniciaron con “Solo acéptame”, dónde el cantante demostró tener gran calidad vocal. Las personas que transitaban por las inmediaciones se detuvieron a disfrutar de la mística fuerza que posee la música en directo.

Prosiguió “Amapola” donde el cantante hizo gala de buena proyección escénica y los instrumentistas lucieron impecables. Este acontecimiento conmovió a los presentes y algunas de las expresiones emitidas fueron: “que talento tiene ese grupo de muchachos”; “hay unos cuantos músicos profesionales que no le llegan ni a los talones”; “están tocando de maravilla y eso que son tan jóvenes”; “parece que llevan años en la música y no deben de tener ni 20 años”.

Para ser sincero, yo sentí lo mismo. Luna se lució de verdad, parecían profesionales y eso que la acústica no era la mejor. Los quisiera ver en un teatro como el Amadeo Roldán porque seguro dejarán a unos cuantos boquiabiertos.

Cerró el espectáculo “Si la vez”, reafirmando la calidad artística que tiene el grupo. Algunos aprovecharon para mostrar excéntricas coreografías y las muchachas contoneaban su cuerpo con excesiva sensualidad. En ocasiones se vio que algunas parejas manifestaron una ternura infinita y no era para menos porque esa es una canción increíblemente emotiva.

A pesar de que no asistió un público considerable por la poca difusión que tuvo la presentación, fue un acontecimiento memorable, de esos que merecen y serán recordados. Hasta los que manifestaron no ser seguidores del género tuvieron que reconocer el buen desempeño del grupo, entre esos los cultores de la trova, el rock contemporáneo y el pop comercial. El respaldo siempre fue bien cálido, pues los aplausos y chiflidos acompañaron cada interpretación.

Espero que Luna continúe creciendo e inspire la aparición de otros grupos. Quedó demostrado que para conmover al público no hay que tocar en un gran teatro o sala de conciertos, sólo se requiere ponerle pecho a las dificultades y seguir haciendo música por difícil que sea.

Atrás


Comentarios   Dejar un comentario
No hay comentarios en este momento.