¿Dónde están las opciones?
14 de julio de 2014
La institucionalización con carácter “paternal” significa una traslación de poder de decisión y de expresión hacia el lado oficial, o sea central. ¿Los motivos para la selección de artistas? La viabilidad comercial. Al mismo tiempo, la monopolización de materiales y recursos necesarios se ve traducida a escaseces. Puede que te escuchen en la radio, en la televisión, pero ¿bajo qué precio? Los mensajes se filtran y lo que queda es la cáscara estética musical sin contenido. Alain Dark es uno de los pioneros de la música electrónica en la Isla, ha visto cómo una y otra vez el centro se apropia de la fuerza de los márgenes, reconoce la ineficiencia y hasta cierto punto, la falta de transparencia de las instituciones, pero al mismo tiempo, viene la pregunta ¿cuáles son las opciones?
Alain: “No me gusta esa palabra de DJ, si pudiera haberme puesto Alain Medina, lo hubiera hecho. En los ‘90 marcaba una diferencia, pero ya no. Empecé en el underground o ilegal como dicen ellos, sin ser profesionales como dicen ellos, en fiestas. Estuve desde el ‘98 hasta el 2005 haciendo fiestas ilegales. En el 2005 fuimos institucionalizados y fue un gran debate porque nosotros trabajamos en el Rotilla Festival y de pronto, lo robaron. Nosotros (los productores de música electrónica que participaban en el festival) siempre nos reuníamos y cada uno ponía un granito de arena, era lo mejor del festival. Todos pensamos que fue un robo de la idea porque se siguió haciendo el festival, pero manejándolo como se manejan las cosas aquí, es decir, como lo manejan las instituciones cubanas, interrumpiendo la música. Dejó de ser ininterrumpida como era la idea principal, ahora van bandas comerciales y lo que buscábamos inicialmente era que no estuviera ninguna banda comercial, sino underground. Empezó con música electrónica y luego se fue abriendo con hip hop, reggae, con performance; la prioridad era el valor artístico diferente de lo comercial y lo convencional”.
“En el 2005 fuimos institucionalizados, el Laboratorio Nacional de Música Electroacústica nos recogió a todos los DJs y lo vimos como una buena idea porque íbamos a empezar a trabajar, pues la autoridad exigió a los clubs que no podían tener talento artístico si no pertenecían a una empresa o tenían un contrato legal. El fin más importante yo creo que es el económico, las instituciones cubanas lo primero que hacen es quitarte un porciento de los ingresos que cuando vienes a ver, bajó un porcentaje del carajo y al final, es eso nada más porque las instituciones no nos buscan nada, no nos busca un lugar donde podamos presentarnos. Tal vez si existiera un equilibrio y nos buscaran trabajo constantemente, pero no nos buscan trabajos ni lugares donde nos podamos presentar, ni cursos ni clases. Casi nadie pide cuenta de estas cosas, ahora yo intento dar un poco de ‘bateo’ como se dice aquí, por corrupción o al menos falta de transparencia, porque hay una preferencia por algunos artistas o de un artista que es el que está llevando la batuta”.
“Hay un problema súper grande con las autoridades y las instituciones cubanas, tú no puedes ir a la contraria porque eres mal visto o digamos, no ir a la contraria sino simplemente dar tu criterio sobre cosas que van mal y hay que arreglar, pero no, hay que hacer lo que ellos digan o si no te empiezan a cerrar las puertas y a ‘trancar’. La única opción que yo veo es buscar gente de afuera que apoye la cosa o gente en Cuba que se interese y cree una productora para los DJs underground, porque los que se comercializan son menos que los que hacen un trabajo más artístico o underground”.
“De lo que se trata es que la gente tenga un entendimiento, o al menos opciones parejas para escoger, mucha gente no le interesa la parte musical sino las pantallas grandes y las luces, y cuando esto se repite y se repite, empieza a crear el gusto, más en las nuevas generaciones. Llevo 16 años tocando y nunca dejé de poner en mis promociones house, deep house, techno, etc., para que la gente sepa lo que va a escuchar, porque es muy feo cuando se acercan a pedir un tema de Tomorrowland o Rihanna”.
Obviamente, un sistema que no dé respuesta a los problemas más acuciantes, tampoco podría ofrecer opciones. Habría que volver la mirada a las posibilidades del underground que no restringe las potencialidades más que a las necesidades de expresión.
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14 de julio de 2014
La institucionalización con carácter “paternal” significa una traslación de poder de decisión y de expresión hacia el lado oficial, o sea central. ¿Los motivos para la selección de artistas? La viabilidad comercial. Al mismo tiempo, la monopolización de materiales y recursos necesarios se ve traducida a escaseces. Puede que te escuchen en la radio, en la televisión, pero ¿bajo qué precio? Los mensajes se filtran y lo que queda es la cáscara estética musical sin contenido. Alain Dark es uno de los pioneros de la música electrónica en la Isla, ha visto cómo una y otra vez el centro se apropia de la fuerza de los márgenes, reconoce la ineficiencia y hasta cierto punto, la falta de transparencia de las instituciones, pero al mismo tiempo, viene la pregunta ¿cuáles son las opciones?
Alain: “No me gusta esa palabra de DJ, si pudiera haberme puesto Alain Medina, lo hubiera hecho. En los ‘90 marcaba una diferencia, pero ya no. Empecé en el underground o ilegal como dicen ellos, sin ser profesionales como dicen ellos, en fiestas. Estuve desde el ‘98 hasta el 2005 haciendo fiestas ilegales. En el 2005 fuimos institucionalizados y fue un gran debate porque nosotros trabajamos en el Rotilla Festival y de pronto, lo robaron. Nosotros (los productores de música electrónica que participaban en el festival) siempre nos reuníamos y cada uno ponía un granito de arena, era lo mejor del festival. Todos pensamos que fue un robo de la idea porque se siguió haciendo el festival, pero manejándolo como se manejan las cosas aquí, es decir, como lo manejan las instituciones cubanas, interrumpiendo la música. Dejó de ser ininterrumpida como era la idea principal, ahora van bandas comerciales y lo que buscábamos inicialmente era que no estuviera ninguna banda comercial, sino underground. Empezó con música electrónica y luego se fue abriendo con hip hop, reggae, con performance; la prioridad era el valor artístico diferente de lo comercial y lo convencional”.
“En el 2005 fuimos institucionalizados, el Laboratorio Nacional de Música Electroacústica nos recogió a todos los DJs y lo vimos como una buena idea porque íbamos a empezar a trabajar, pues la autoridad exigió a los clubs que no podían tener talento artístico si no pertenecían a una empresa o tenían un contrato legal. El fin más importante yo creo que es el económico, las instituciones cubanas lo primero que hacen es quitarte un porciento de los ingresos que cuando vienes a ver, bajó un porcentaje del carajo y al final, es eso nada más porque las instituciones no nos buscan nada, no nos busca un lugar donde podamos presentarnos. Tal vez si existiera un equilibrio y nos buscaran trabajo constantemente, pero no nos buscan trabajos ni lugares donde nos podamos presentar, ni cursos ni clases. Casi nadie pide cuenta de estas cosas, ahora yo intento dar un poco de ‘bateo’ como se dice aquí, por corrupción o al menos falta de transparencia, porque hay una preferencia por algunos artistas o de un artista que es el que está llevando la batuta”.
“Hay un problema súper grande con las autoridades y las instituciones cubanas, tú no puedes ir a la contraria porque eres mal visto o digamos, no ir a la contraria sino simplemente dar tu criterio sobre cosas que van mal y hay que arreglar, pero no, hay que hacer lo que ellos digan o si no te empiezan a cerrar las puertas y a ‘trancar’. La única opción que yo veo es buscar gente de afuera que apoye la cosa o gente en Cuba que se interese y cree una productora para los DJs underground, porque los que se comercializan son menos que los que hacen un trabajo más artístico o underground”.
“De lo que se trata es que la gente tenga un entendimiento, o al menos opciones parejas para escoger, mucha gente no le interesa la parte musical sino las pantallas grandes y las luces, y cuando esto se repite y se repite, empieza a crear el gusto, más en las nuevas generaciones. Llevo 16 años tocando y nunca dejé de poner en mis promociones house, deep house, techno, etc., para que la gente sepa lo que va a escuchar, porque es muy feo cuando se acercan a pedir un tema de Tomorrowland o Rihanna”.
Obviamente, un sistema que no dé respuesta a los problemas más acuciantes, tampoco podría ofrecer opciones. Habría que volver la mirada a las posibilidades del underground que no restringe las potencialidades más que a las necesidades de expresión.
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