Llegó la diva de la fiesta



Llegar a ser toda una vedette sería el sueño de muchas chicas que aman el espectáculo musical. Samanta no está muy cerca, pero tampoco muy lejos. Pareciera que esta chica fuera fruto de la mismísima diosa Afrodita porque desprende un eros de amor, fuerza, sensualidad, carisma y mucha seguridad sobre cualquier escenario donde se presente.

A su primera presentación y debut como cantante en el escenario del Diablo Tun Tun acudieron muchas de sus amistades y familia, además de un numeroso público. Para Samanta fue toda una experiencia indescriptible cargada de sentimientos, emociones y buena vibra sobre un escenario tan popular en La Habana.

Para esta esta semidiosa de la música fusión urbana, sus ambiciones no tienen límites: quiere todo y quiere mucho. Posee una trayectoria musical muy variada que comenzó en el coro de la iglesia de su barrio en Marianao y desde ese entonces probó con varios géneros musicales hasta decidirse por el reggae y el género urbano. Un género que según ella, está muy de moda y gusta mucho a la juventud. “Es un suceso musical muy a la moda con el cual se gana mucho público. Es muy movido y pegajoso, este es el gancho que necesito para darme a conocer en el ámbito musical. Luego pensaré en otros géneros, pero manteniendo siempre mi propio estilo”.

Con cuatro canciones propias, Samanta espera sumar cuatro más para conformar su primer disco que ya cuenta con su primer vídeo clip. Sus presentaciones llevan algo en particular porque como toda vedette, le encanta el baile y el espectáculo, por eso siempre la acompañan bailarines y muchas otras sorpresas en sus presentaciones.

Por el momento se enfoca en su carrera musical y en la promoción de la misma, además de buscar un representante que la apadrine y encamine hacia la fama. También se preocupa por su preparación y superación artística, por eso consume mucha música a diario y práctica sin parar el baile, el canto y la afinación. Definitivamente, esta joven talentosa reúne todos los requisitos para lograr lo que desee dentro de la farándula y el espectáculo, comenzando con una imagen impresionante porque mide un metro con setenta y siete centímetros, es rubia, y posee un cuerpazo y unos ojos verdes que impactan de sólo verle haciéndosela fácil sobre un escenario.

Sami como le dicen de cariño, vive al límite y no se detiene ante nada, su carácter le arroja un potencial de triunfos porque los ingredientes para la fama ya están y sólo resta echar y tentar al destino de la joven y futura vedette Samanta. Como dijera el mismísimo Julio Cesar: Alea Jacta Est… la suerte está echada para Sami.

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