Obsesión es dieciochoañero que rapea



Una vez más cruzamos la bahía en la lanchita de Regla de las 4:00 p.m. para asistir a la peña de Obsesión que el 26 de junio cumplió 18 años de vida artística. Y claro, 18 se dice fácil, pero cuando se trata de unir voces de una manera seria, real y fuerte; cuando se trata de cantar-hablar con un verso libre, la gestualidad, el baile; estamos hablando de grandes exigencias de un medio para expresar ideas y auto-reconocerse. Peña especial, peña de aniversario con los seguidores de siempre, los curiosos y los amigos.

Cuando hablamos del griot africano por su cadenciosa oralidad, el reggae, el culto rastafari y el disckjockey jamaiquino que animaban las fiestas usando elementos de comunicación muy particulares, pensamos en algunos de los antecedentes del rap. Cuando hablamos de Obsesión (Magia López y Alexei Rodríguez) pensamos en la historia del rap en Cuba, en su devenir desde la inspiración en la cultura hip hop de los Estados Unidos, nacida a inicios de los 80, con los principios del underground de resistencia y los efectos de la música tecnológica hasta encontrar, gradualmente, la conciencia del ritmo y entregarle una identidad por ser hecho por cubanos y para cubanos, por asumir la historia patria junto a los problemas y vivencias de la actualidad con un lenguaje popular y cotidiano que le otorgan el sello particular de cubanía.

En la Cuba de los 90, en plena crisis, fue un reto apropiarse de todos los elementos de la cultura hip hop, pero la necesidad de expresión fue tan alta y el medio tan propicio que empezar planteando estados de ánimo, temas sociales, de amor, transmitir ideas y mensajes a otras personas, desde el punto de vista de sus creadores, pasó de ser un fenómeno de ingenuidad e imitación del potente género foráneo para convertirse en un fenómeno sociológico de reflexión, lleno de nuevas intenciones y proposiciones, digamos, intelectuales, con la libertad y la frescura de quien lucha por un espacio dentro del debate social.

Obsesión trae al corazón de su comunidad, la verdadera esencia del movimiento de hip hop, su fuerza, poder y belleza, independientemente de los ropajes que vista y del lugar de donde provenga. Acompañaron la celebración los amigos de siempre: Sentencia Skuad (Ilustre Sierra, Syla, J Lab) llegados desde el Cotorro, Renovación Urbana de Alamar, y el muy “agresivo” y performático hip hop del Barrio que provoca y logra la interacción física con el oyente que ya no puede quedar pasivo. No faltó tampoco un encuentro de free style con visitantes foráneos que repartieron rimas en inglés mientras saboreaban las exclamaciones del grupo. Los del patio y el público tampoco dejaron de improvisar usando el lenguaje de manera creativa e innovadora, nunca más creativa e innovadora.

Los temas de Obsesión llegaron según el público los pedía: la rumba de “Tú, con tu ballet” hasta el más cercano (cronológicamente hablando) “Fifty fifty”. Como siempre: divertida, espontánea y abierta, con todos y para todos, desde el barrio y para el barrio. DJ Lino cerraba la ocasión con sesión de 2 horas de música de los géneros R&B, reggae, hip hop, timba y la salsa, porque para bailar también fueron los presentes sin olvidar las fuertes conexiones que tiene el rap con la música popular, aunque en Cuba no sea un fenómeno de masas, pero sí un fenómeno de resistencia underground, de expresión de los olvidados, de visibilización de lo marginado, de recordatorio de las “exigencias del pueblo” y al mismo tiempo, de la más inmediata expansión social.

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Reynier
11 de septiembre, 2014 4:45 pm (GMT-5:00)
este es el grupo de rap que menos ha hecho por el movimiento underground cubano,empezando por Magia..Deberian darle verguenza lo poco representativos que son con su pueblo para tener los años que tienen..Una lastima