Juegos combinatorios al estilo underground
21 de julio de 2014
Hace unas semanas, las calles del municipio de Centro Habana en la capital se podían ver llenas de carteles promocionando lo que sería la Semana de la Cultura de este municipio. Del 4 al 10 de julio serían los días escogidos, aprovechando así el inicio del verano.
Una de las actividades para dar comienzo a esta semana fue una mezcla de artes plásticas con música cubana, cita a la que acudí luego de que me llegara la invitación vía SMS. Esta vez se mezclaron el talento de Lázaro Medina Hernández “Salsita” con su exposición personal instalativa “Juegos combinatorios” y el hip hop a lo freestyle del MC Yimi Konclaze; las mezclas del DJ Wichy D’Vedado y la experiencia del ya conocido trompetista Yassek Manzano. La galería “La Moderna”, situada en Reina entre Ángeles y Águila, fue el lugar favorecido para esta combinación que terminó siendo fuera de serie.
La actividad comenzó un poco más tarde de lo pensado. Mientras esperábamos en el lugar, el calor se apoderaba de los presentes, pero no fue nada que un abanico aunque fuera improvisado, no pudiera resolver. Los artistas hacían los preparativos mientras la música cubana nos acompañaba en la espera. Y entonces, cuando menos lo esperamos, como dijera ese programa de televisión: comenzó la actividad. Luego de las intervenciones de la directora de la galería Licenciada Magnolia Moré Abreu y el artista Luis Lamothe Duribe, quienes juntos fueron los curadores de dicha exposición, y las cortas palabras de Lázaro “Salsita”, la fiesta no se hizo esperar.
Wichy y Yassek fueron los elegidos para abrir lo que fue un buen espectáculo. Personalmente nunca antes había visto tanta creatividad al unir la destreza de Yassek mezclada con los samplers de la música electrónica, los ritmos de la rumba y el buen jazz. Trompeta y trombón fueron alternados por el artista a medida que las notas del DJ Wichy salían de los amplificadores. A ellos se unió Yimi Konclaze, quien es todo un defensor y excelente exponente del hip hop en Cuba.
Ganador de varios premios Puños Arriba, su freestyle nos puso a bailar y a seguir instintivamente el ritmo que nos proponía. Letras totalmente improvisadas nos pusieron a pensar en cómo es posible que tal género no fuera más promocionado. Todo un juego de palabras sin chabacanerías ni discriminaciones se adueñaron del lugar, haciendo que cualquiera que pasara por las puertas totalmente abiertas de la galería, fuera víctima de la curiosidad y al final se convirtiera en cómplice de lo que ahí estaba comenzando. Porque eso fue sólo el comienzo. Yimi sólo se encargó de calentar el micrófono porque cuando en una actividad de hip hop tienes a varios rapers o MCs en el público, no hay manera de que ellos no se sumen y nos muestren su talento.
Habiendo llegado por casualidad, Osmany Fernández “El Positivo 100pre”, fue el próximo en dejarnos enganchados mostrándonos un rap diferente y original. Con una actitud hip-hopera sin prejuicios, “El Positivo” hizo al público presente partícipe de una improvisación a todo corazón.
No menos fue el dúo proveniente de Pinar del Río, “Los Alza’os”, conformado por Lázaro Ojeda “El Aparecido MC” y Maykel “Salsa el Alza’o”. Con la presentación de “Los Alza’os” fuimos testigos de lo que se puede hacer con una botella de cerveza vacía cuando “Salsa el Alza’o” comenzó magistralmente a sacarle notas como si fuera un instrumento más. No dejó de ser impresionante ni siquiera cuando nos mostró un beatboxing corto pero refrescante, muestra de uno más de los tantos estilos que posee este género.
También hubo intervenciones de par de rapers que se me escaparon del lente, pero que mis oídos sí pudieron captar y aunque más cortas sus intervenciones, no dejaron de gustarle a los presentes.
Así, entre rimas improvisadas y las piezas conceptuales de Lázaro “Salsita”, llegó la noche y ante espectadores que no querían dar por terminada la cita, la misma llegó a su fin. Aún cuando se desmontaban los equipos, hubo que dejar música puesta para complacer a los allí presentes que se negaban a que la noche concluyera.
Luego de tal presentación, volvimos a confirmar que sin que nos ciegue la pasión y muy diferente a lo que piensen muchos, el hip hop no es más de lo mismo. En esencia, el hip hop es todo un mundo algo polémico, pero lleno de empeño, dedicación, estilo y sello propio, lleno de un lenguaje diferente para nada banal. No voy a negar que existe hip hop bueno y también malo, pero el primero fue el que se nos ofreció este 4 de Julio y es el que podemos seguir consumiendo.
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21 de julio de 2014
Hace unas semanas, las calles del municipio de Centro Habana en la capital se podían ver llenas de carteles promocionando lo que sería la Semana de la Cultura de este municipio. Del 4 al 10 de julio serían los días escogidos, aprovechando así el inicio del verano.
Una de las actividades para dar comienzo a esta semana fue una mezcla de artes plásticas con música cubana, cita a la que acudí luego de que me llegara la invitación vía SMS. Esta vez se mezclaron el talento de Lázaro Medina Hernández “Salsita” con su exposición personal instalativa “Juegos combinatorios” y el hip hop a lo freestyle del MC Yimi Konclaze; las mezclas del DJ Wichy D’Vedado y la experiencia del ya conocido trompetista Yassek Manzano. La galería “La Moderna”, situada en Reina entre Ángeles y Águila, fue el lugar favorecido para esta combinación que terminó siendo fuera de serie.
La actividad comenzó un poco más tarde de lo pensado. Mientras esperábamos en el lugar, el calor se apoderaba de los presentes, pero no fue nada que un abanico aunque fuera improvisado, no pudiera resolver. Los artistas hacían los preparativos mientras la música cubana nos acompañaba en la espera. Y entonces, cuando menos lo esperamos, como dijera ese programa de televisión: comenzó la actividad. Luego de las intervenciones de la directora de la galería Licenciada Magnolia Moré Abreu y el artista Luis Lamothe Duribe, quienes juntos fueron los curadores de dicha exposición, y las cortas palabras de Lázaro “Salsita”, la fiesta no se hizo esperar.
Wichy y Yassek fueron los elegidos para abrir lo que fue un buen espectáculo. Personalmente nunca antes había visto tanta creatividad al unir la destreza de Yassek mezclada con los samplers de la música electrónica, los ritmos de la rumba y el buen jazz. Trompeta y trombón fueron alternados por el artista a medida que las notas del DJ Wichy salían de los amplificadores. A ellos se unió Yimi Konclaze, quien es todo un defensor y excelente exponente del hip hop en Cuba.
Ganador de varios premios Puños Arriba, su freestyle nos puso a bailar y a seguir instintivamente el ritmo que nos proponía. Letras totalmente improvisadas nos pusieron a pensar en cómo es posible que tal género no fuera más promocionado. Todo un juego de palabras sin chabacanerías ni discriminaciones se adueñaron del lugar, haciendo que cualquiera que pasara por las puertas totalmente abiertas de la galería, fuera víctima de la curiosidad y al final se convirtiera en cómplice de lo que ahí estaba comenzando. Porque eso fue sólo el comienzo. Yimi sólo se encargó de calentar el micrófono porque cuando en una actividad de hip hop tienes a varios rapers o MCs en el público, no hay manera de que ellos no se sumen y nos muestren su talento.
Habiendo llegado por casualidad, Osmany Fernández “El Positivo 100pre”, fue el próximo en dejarnos enganchados mostrándonos un rap diferente y original. Con una actitud hip-hopera sin prejuicios, “El Positivo” hizo al público presente partícipe de una improvisación a todo corazón.
No menos fue el dúo proveniente de Pinar del Río, “Los Alza’os”, conformado por Lázaro Ojeda “El Aparecido MC” y Maykel “Salsa el Alza’o”. Con la presentación de “Los Alza’os” fuimos testigos de lo que se puede hacer con una botella de cerveza vacía cuando “Salsa el Alza’o” comenzó magistralmente a sacarle notas como si fuera un instrumento más. No dejó de ser impresionante ni siquiera cuando nos mostró un beatboxing corto pero refrescante, muestra de uno más de los tantos estilos que posee este género.
También hubo intervenciones de par de rapers que se me escaparon del lente, pero que mis oídos sí pudieron captar y aunque más cortas sus intervenciones, no dejaron de gustarle a los presentes.
Así, entre rimas improvisadas y las piezas conceptuales de Lázaro “Salsita”, llegó la noche y ante espectadores que no querían dar por terminada la cita, la misma llegó a su fin. Aún cuando se desmontaban los equipos, hubo que dejar música puesta para complacer a los allí presentes que se negaban a que la noche concluyera.
Luego de tal presentación, volvimos a confirmar que sin que nos ciegue la pasión y muy diferente a lo que piensen muchos, el hip hop no es más de lo mismo. En esencia, el hip hop es todo un mundo algo polémico, pero lleno de empeño, dedicación, estilo y sello propio, lleno de un lenguaje diferente para nada banal. No voy a negar que existe hip hop bueno y también malo, pero el primero fue el que se nos ofreció este 4 de Julio y es el que podemos seguir consumiendo.
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