Si no me dedicara a cantar, no sería yo



La primera vez que Marielena García Sánchez cogió un micrófono en sus manos, lo hizo por diversión. En su juventud cantar sólo era un hobby, por lo que actualmente es una cantante con conocimientos autodidactas. La pudimos entrevistar una tarde lluviosa en el portal de su casa. La primera pregunta le causó gracia porque Mary es muy risueña y cuando le preguntamos cuándo se había dado cuenta que el canto sería algo serio en su vida, nos contestó casi riéndose: “Aún no he concientizado mucho lo de tomármelo en serio. Sí estoy segura que eso es lo único que quiero hacer desde hace tiempo, pero siempre había sido un juego, todavía no lo veo de otro modo”.

Marielena tiene 37 años y trabajaba en una cafetería por cuenta propia. Una de sus amistades fue la que la incentivó a dedicarse al canto. “De pequeña tenía una prima que vivía conmigo y a ella sí que le gustaba cantar, lo hacía a todas horas. Ella estudiaba en una escuela de música y tenía que hacer un montón de ejercicios, también estudiaba piano elemental y parecía que no le gustaba. Al paso del tiempo, lo dejó porque no pudo con la presión y por eso es que no me había interesado. No me gusta hacer las cosas obligadas”.

En la primera presentación de Mary, como le gusta que la llamen, hace ya 2 años, hubo una espectadora que al finalizar el show se le acercó llorando y le dijo que las canciones estaban muy bonitas y que le habían gustado mucho. “Cuando te dicen eso y ves la impresión que causas en algunas personas, te das cuenta que la música es muy poderosa. Yo compongo algunas de las canciones que interpreto, que por suerte son pocas. Casi siempre interpreto canciones de Ana Gabriel, Yuri u Olga Tañón”. Al hablar de esta última artista notamos un brillo en sus ojos: “Es que no lo puedo evitar, las canciones de Olga Tañón son las que más disfruto. Es mi cantante preferida y no sé si es por su forma de interpretar o por su voz, pero me encanta el carácter que pone en sus canciones y que además, las hace suyas”.

Sus interpretaciones van de simples baladas hasta merengues subidos de tono en los que Mary obliga a sus espectadores a bailar y adentrarse en las presentaciones como si fueran un artista más. “Me encanta hacer bailar al público, disfruto cuando las personas bailan con mi música y eso me hace querer seguir cantando”.

Presentaciones han sido muchas y concursos pocos, pero es porque esta cantante no comparte la misma opinión de muchos: “He participado en concursos y te puedo decir que no siempre el jurado es tan justo como tiene que ser. Deberían darse cuenta que hay quien participa y pone todo su empeño en coger un lugar y cuando sabe que hay calidad, pues la derrota se hace más difícil. Estuve en un concurso una vez que había una muchacha que cantaba precioso y de verdad hacía unas interpretaciones que te dejaban boba, y al final el premio se lo dieron a una muchacha que no cantaba mal, pero no se le podía parar al lado para nada. Para mí eso fue otra cosa y no hubo profesionalidad. En este tipo de evento eso no cabe, por eso para mí están perdonados”.

Le preguntamos si no pensaba grabar algún disco: “Eso no es algo que me apure. Para que veas, a mí me gusta Leo Vera y no te vas a encontrar un disco de él en ningún lado. ¿Por qué? Porque no tiene. Los motivos ni quiero saberlos, pero hay veces que te das cuenta que no siempre tenemos necesidad de hacer todo como está establecido. Ahora mismo yo no tengo presupuesto para eso, mientras disfruto cantando en vivo y la gente que me escuche. Como lo estoy disfrutando, me siento bien, cuando ya no lo haga entonces me dedicaré a otra cosa, pero te digo algo, en este mismo momento si no me dedicara a cantar, no sería yo”.

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