Un arpegio, una palabra, un hombre



Hace alrededor de dos años, recién llegado a la ciudad de Las Tunas, comencé a visitar las peñas y actividades de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y me llamó mucho la atención que en todas y cada una de ellas veía a una misma persona, lo mismo en el rol de conductor que guitarra en mano interpretando algunas canciones (luego supe que eran de su autoría), o leyendo un poema, acomodando un bafle, o cargando una silla. Unos amigos me comentaron que esa persona era promotor cultural, otros que era escritor, algunos que trovador, pero en realidad es todas esas cosas a la vez. Así que decidí indagar sobre su desempeño artístico en la música trovadoresca y la poesía, y terminé conversando con él, con Andrés Borrero Ricardo.

PMU: ¿Te consideras un músico que escribe o un escritor que hace música?

Andrés: Creo que soy un escritor que hace música. Soy más dado a escribir, pero hay veces que esos textos que escribo necesitan música y se les pone música. Entonces salen canciones como esas que tengo, pero fueron textos concebidos originalmente para libros, no para música aunque al final terminé poniéndosela.

PMU: ¿Hay alguna diferencia entre los temas que tratas en la música y los que tratas en la literatura?

Andrés: Ninguna. Siempre trato de quedar bien conmigo mismo, trato de complacerme. Los temas van desde el amor hasta lo social. Muy rara vez un poeta joven no le escribe a lo social, ¿no? Creo que estamos muy vinculados con lo que nos toca vivir y de eso escribimos, de nuestra vida, de lo que nos pasa. Somos parte de eso y tenemos que escribirlo. Fajarnos con un pedazo de papel y escribir lo que no hablamos.

PMU: ¿Has logrado publicar alguno de tus cuadernos?

Andrés: Desgraciadamente vivimos en Las Tunas, con una editorial que no nos representa para nada… aunque por suerte, algunos de mis textos se antologaron en el libro “La calle de Rimbaud”, de Ediciones Aldabón, en Matanzas, y en la antología “Cuerpo sin espíritu no vuela”, aquí en Las Tunas, con la Editorial Sanlope. Yo realmente me enteré de los textos míos que estaban ahí cuando tuve el libro en la mano, no estuve nunca en el proceso de edición del libro… no soy yo el que escribe por ejemplo… mi nombre es Andrés Borrero Ricardo y en el libro aparece Andrés Borrero Batista, así que pueden imaginarse hasta qué punto yo pude estar vinculado al proceso.

PMU: ¿Cuál es tu visión de la literatura joven en la provincia? ¿Crees que va por buen camino?

Andrés: El problema es que hay que tener bien claro lo que uno espera en la vida como escritor. Si vas a vivir de la literatura, en Las Tunas eso es imposible. Tienes que ser una “vaca sagrada”, para ponerle algún calificativo, y si tu visión de la literatura es esa, estás muy equivocado. Pasa que hubo muchos talentos en Las Tunas en mi generación y se apagaron sencillamente porque estaban haciendo literatura para vivir de la literatura. Yo soy de la opinión de que la literatura es un modo de vida.

La literatura joven actual en la provincia tiene un gran momento, hay escritores muy talentosos, pero creo que hay que respetar también a los grandes maestros, hay que leer a los grandes para enterarse de cómo se vivía, cómo se pensaba la literatura y a partir de ahí escoger cada uno su camino. Hoy en día los jóvenes no respetan a las personalidades e incluso algunos los denigran en sus textos, y yo creo que eso está mal. Si esa es la idea de la literatura actual, entonces yo me aparto. Soy incapaz de rechazar un texto de Martí o de Lezama, o de cualquier otro escritor.

PMU: ¿Y en el caso de la música, específicamente la trova que es el género que cultivas, esa fusión perenne debe existir entre la trova y la literatura para lograr textos inteligentes?

Andrés: La trova es pura poesía. Recientemente, en una entrevista en la radio hablaba de esto mismo. Una música sin texto sería solamente eso y la trova necesita un texto inteligente, aunque hay algunos autores que no lo hacen así. Yo siempre trato de hacerlo, por eso no soy muy prolifero en la música. Me pasa que respeto tanto la trova que me es difícil coger cualquier texto y ponerle música. Hay textos que son para libros y otros que son para canciones, y es difícil en mi caso que lo que escribo es poesía libre, hacer una buena canción. Pero las he logrado, gracias a Dios.

Lo más cerca que he estado de sentirme un trovador de verdad fue en un concierto que hice en el Puntal Alto, en el espacio Guitarra Limpia. Ahí hicimos un concierto cuatro trovadores tuneros. También he estado en las peñas de la Fundación Nicolás Guillén y en las peñas del Centro Cultural Huellas. En fin, toco donde me inviten. Ahora intentamos realizar una peña llamada El Patio de Pepe, y ahí también se podrán escuchar algunos de mis textos.

PMU: ¿Cómo ves el movimiento de los trovadores en Las Tunas?

Andrés: Bueno, al irse Norge Batista de la provincia, el movimiento de la trova decayó un poco, aunque hay muchachos que la están defendiendo como Carlos Dragoní, el grupo Kereya, entre otros. Y es que de momento en Las Tunas hubo un grupo de muchachos que comenzaron a hacer canciones, algunas muy buenas, otras malas, pero de todas maneras eran visibles. Se veía esa imagen del juglar en la calle, la gente con guitarras sonándote los textos a cada rato, diciéndote: ¡Mira la canción que hice!, y eso se ha perdido un poco. Es una lástima porque la trova es un fenómeno social hermosísimo.

PMU: ¿Alguna perspectiva de grabar un demo?

Andrés: (Risas) ¡Grabar en Las Tunas! Bueno, creo que grabar en el mundo entero es un asunto súper delicado, es una cuestión de mucho dinero, dinero que ahora mismo no tengo. Incluso con discográficas alternativas, en casas particulares, es bien complicado. Cuando está el amigo que te puede ayudar, no está la técnica, y grabar un tema puede costar hasta 5000 pesos, en el caso que tengas agrupación. ¿De dónde saco yo todo eso? A veces hay suerte de encontrarse con instituciones que puedan ayudar a través de las emisoras de radio, pero de todas formas no queda digna la grabación. La alternativa es luchar por la becas y ver qué pasa con eso.

PMU: ¿Proyectos para el futuro, tanto en la música como en la literatura?

Andrés: El futuro como trovador vamos a dejárselo al futuro. Como escritor pienso presentar este año algunos de mis cuadernos a las editoriales, Naufragios y Canciones Protesta. Son dos cuadernos que quiero mucho y tengo mucha fe en ellos. Quiero mandarlos para Villa Clara a ver si obtengo una beca. A ver si llegan a ser libros y al fin terminan en lo que ya empezaron.

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