Jochy renunció al rock



Casi nadie lo recuerda como rockero, pero en las calles de Pinar del Río, Jochy parece ser un personaje recurrente. Casi todos lo han visto alguna vez. Quizás lo recuerden por su mirada, por el color de su piel o por ese porte de caballero joven que lo acompaña siempre, a pesar de sus 35 años. Ante cualquiera de estas posibilidades, él se vanagloria al asegurar que no sería Jochy si no fuese albino.

Realmente sus características físicas le han permitido quedarse en la memoria popular, pero más que un recuerdo visual, José Enrique Iglesias prefiere hacer música y triunfar en los escenarios. Tras ese empeño, en diferentes etapas de su vida se ha mantenido activo en el panorama artístico de la provincia. Ha renunciado al rock para convertirse en cantante lírico, y hoy además de ser profesor, trabaja en centros nocturnos como intérprete de temas de salsa y baladas. En esos lugares interpreta canciones famosas a nivel internacional y otras de autores menos conocidos como Ismael Francisco, Alberto Reina y Luis Hidalgo Ramos, sus coterráneos.

Pero la historia de Jochy no comenzó con tanta diversidad de espacios y de posibilidades, esa ha sido una meta para él, y sólo el esfuerzo propio y la persistencia han logrado encaminarlo hasta esa gloria que de alguna manera, hoy lo acompaña.

José Enrique integró el cuarteto vocal Instinto, que defendía la música de Los Zafiros. Fue baterista en tres grupos de rock y cantó en dos conjuntos de música tradicional. Durante varios años conjugó estas labores con sus estudios: pasó seis años de nivel medio en el Centro de Superación para Artistas Aficionados “Carlos Hidalgo” y hace poco culminó su licenciatura de canto en la Universidad de las Artes (ISA).

Durante 15 años ha estado vinculado a la compañía de teatro lírico Ernesto Lecuona y ahora es profesor de la Unidad Docente Educativa de esa prestigiosa agrupación, bajo la tutela del maestro Francisco Alonso. Quizás sea este conjunto, fundado en 1962, el que más popularidad le ha dado a Jochy porque la línea de trabajo complementa el canto con la actuación y el baile, y hoy tales representaciones escénicas realmente complacen a los públicos que optan por estos espectáculos. En ellos Jochy se desempeña como solista de primer nivel en óperas, operetas y zarzuelas.

Pero a pesar de tantas sonrisas de la vida y del arte, Jochy no está satisfecho. Por eso sigue luchando por sus sueños y conjuga la musicalidad y popularidad de sus madrugadas de trabajo con las añoranzas que aún le quedan: la interpretación del Alfredo de “La Traviata” y la grabación de un disco oficial. Por el momento se alegra de que muchos pinareños lo recuerden, al menos por su color de piel. Él trabaja para que pronto lo identifiquen también por su música, por sus interpretaciones y que el reconocimiento del público no sólo sea en su ciudad natal.

Por el momento, Jochy prepara una gira nacional que hará como parte del elenco de “La corte del Faraón” y además, está trabajando con Jesse Suárez en una obra que estrenarán próximamente. De esta manera, José Enrique Iglesias les brinda a los cubanos dos oportunidades inigualables para conocer su incipiente pero contundente obra, más allá de las fronteras pinareñas.

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