El dominó de la vida



“La vida es como una partida de dominó… hay que jugarla como venga”. Si bien la frase anterior no es máxima de algún célebre filósofo, sí es de la que se vale a lo cubano, el joven Rogel Cueto Pérez para interpretar que en la vida no se puede desaprovechar ninguna oportunidad y que no se debe ser tan selectivo a la hora de pretender hacer realidad un sueño.

Sobre éste y otros muchos temas, especialmente de música y de la magia que ésta ejerce sobre su persona, conversamos con Rogel en su apartamento de Alamar, una tarde en que el recalentamiento global pretendía batir récord.

Rogel Cueto, más conocido por Moñi, es guitarrista de Utopía, un grupo de músicos aficionados. El año pasado se graduó en la carrera de Turismo y en estos momentos está enfrascado en su Maestría, a la vez que trabaja como técnico de laboratorio en la Facultad de Turismo de la Universidad, de La Habana.

PMU: ¿Por qué el nombre de Utopía?

Moñi: En realidad tiene su origen, y valga la redundancia, en los orígenes del grupo, pues entonces nos parecía una utopía arrancar. Pero, y aquí entre nosotros, se debe a que también la palabrita tiene su caché, su onda.

PMU: ¿Cómo comenzaste tu carrera musical?

Moñi: Comencé haciendo música, simplemente por el inmenso placer que me proporcionaba. Lo hacía para mi disfrute personal. Yo era mi propio público. Un día cualquiera decidimos reunirnos un grupo de amigos del barrio, todos aficionados como yo, y metimos manos a algo que más que música era tremenda bulla con dos guitarras y un invento de batería que construimos con piezas que resolvíamos en el camino. ¡Ya tú sabes, al estilo cubano!

PMU: ¿Y cuándo la bulla se hizo música?

Moñi: Resultó la misma historia del cántaro que tanto le dio a la fuente, o de aquello que machucando huevos se aprende a capar. Poniéndole muchas ganas y trabajando con tesón, llegamos a acoplarnos y finalmente a lograr una música “potable”.

PMU: ¿Dónde hicieron su primera presentación?

Moñi: Nos presentamos por primera vez en la Casa de la Cultura de Alamar y, modestia aparte, tuvimos una buena aceptación del público. Actuamos donde quiera que seamos invitados, no tenemos sitio fijo.

PMU: ¿Cuáles son los géneros musicales que interpretan?

Moñi: Realizamos fusión de trova con reggaetón, flamenco y música electrónica.

PMU: ¿Tienen discos grabados?

Moñi: Discos no tenemos por ahora, pero si un montón de canciones inéditas dentro de otros géneros como el bossa nova, electro beat y pop.

PMU: ¿Qué es lo que más te gustaría lograr en la vida dentro de la música?

Moñi: Me gustaría llegar a tener un grupo musical reconocido y poder contar con mayores recursos, mejores instrumentos y lograr variadas ofertas de presentaciones.

PMU: ¿Cuál ha sido el momento más descalabrado de tu carrera artística?

Moñi: Una vez íbamos a presentarnos en la Casa de la Cultura de Alamar y casi al empezar el concierto se me rompió una cuerda de la guitarra. Sudé frío y me puse muy nervioso, no sabía si seguir o parar, y me decidí por lo primero. Recuerdo que mi cara quería reventarse de tanta pena que sentí en esos momentos.

PMU: ¿Cuál es de inmediato tu idea o proyecto?

Moñi: En estos momentos mi meta está encaminada a concluir la Maestría en Turismo. Mi incursión por el arte no me ha proporcionado más dificultades que las que ofrecen otros aspectos de la vida. Al contrario, en la música y como músico, he vivido un sinfín de alegrías y buenos momentos. Pero no puedo dejar a la deriva tantos años de estudios. Luego que salga de la Maestría, ya veré cómo puedo manejar el dominó de la vida, espero que no me tranquen la partida con un funesto doble nueve.

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