Uno En Él



La inexistencia de una agencia y disquera institucionalizadas que representen el trabajo de los músicos eclesiásticos y religiosos que hacen un interesante y exquisito trabajo de integración comunitaria fuera de las fronteras de la iglesia, limitan en gran medida que se reconozca a nivel nacional el producto de estos creadores.

Ya son varias las agrupaciones eclesiásticas que están saliendo a la luz pública para regalar variantes musicales al estilo underground, que se adentran en el mundo ateo con el único objetivo de enviar un mensaje positivo dirigido a la reflexión interna de cada ser. La agrupación Uno En Él es un claro ejemplo de devoción por el mejoramiento humano a través de su credo y experiencias personales.

La banda comienza a incursionar desde más jóvenes y de manera autodidacta, escogiendo música de los años 60 y 70, pero no es hasta abril del año 1994 que deciden tomar la música en serio y conforman la agrupación fusionando varios géneros como la bachata, el pop y la salsa, poniendo como base musical el reggae y el rock and roll.

Durante los 20 años que lleva de fundada la agrupación Uno En Él, y sobre la base de la fusión de estos diversos géneros, el grupo se ha centrado en enviar un mensaje positivo y funcional para todo tipo de público y de diferentes edades, preparando incluso funciones para los infantes con el propósito de mejorar desde la raíz, las actitudes de cada ente para con la sociedad.

Como músicos eclesiásticos abogan por la riqueza de espíritu con el objetivo de que el mensaje sea recepcionado y reflexionado por el público sin importar credos y sin ser un mensaje impositivo. Para hacer este trabajo más interesante tuvieron que cambiar la estructura mental de cada uno y bajar el nivel religioso de la agrupación. Imbricándose y revolucionando la música fusionada que tienen como estilo a través de la inclusión de géneros más contemporáneos como el reggaetón y la salsa, lo que hizo sus propuestas más atractiva para el público en general.

Uno En Él es un grupo multifuncional con un formato de 6 integrantes que incluye batería, percusión menor, dos teclados: uno que funciona como piano y el otro como teclado; guitarra prima y acompañante, bongó, voces, animadores y magos que enriquecen el montaje de los espectáculos y que crece aun mas, cuando toda la familia, entiéndase esposas e hijos de los integrantes, completan el trabajo de la agrupación.

A pesar de los años de fundado, Uno En Él sólo tiene dos demos casi terminados que enfrentan dificultades productivas constantes. El primero surge en los años 90, salido de la experiencia adquirida de trabajar con el público fuera de las fronteras de la iglesia. El segundo es más reciente y en él prima el estilo rock and roll. Igualmente se les dificulta la promoción de las presentaciones públicas, por lo que hasta el momento la agrupación ha sobrevivido de la caridad, de la ayuda promocional a modo de voceros de un grupo bien limitado de amistades y otros conocidos que pasan los discos de mano en mano. Por eso, Uno En Él siente la necesidad de tener un espacio promocional para que el trabajo oficial quede con mayor calidad y tenga la mayor asistencia posible de público.

A pesar de las vicisitudes, no han sido pocas las presentaciones que ha tenido la agrupación. Testigo de ello han sido varios hogares de ancianos, la ACAA de Matanzas, peñas promocionales contra el VIH, entre otros importantes trabajos de difusión de la banda.

La satisfacción total de Uno En Él sucede cuando después de cada presentación, la gente se les acerca para agradecerles por la entrega y sobre todo, cuando descubren que los oyentes no estuvieron permeados durante todo el concierto por la música eclesiástica y sí sólo por la música y la letra de la agrupación.

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