Blackstar, distinto entre nosotros los iguales



A primera vista y dejándose llevar por la vasta escala de prejuicios que aún perviven en nuestra sociedad, bien pudiera acuñarse de marginal la figura del joven que ahora mismo tenemos a nuestro frente. Espigado. Cabello intencionalmente erizado. Corbata rosada que raída abraza el cuello y cae sobre un pulóver blanco. Todo el torso cubierto por chaleco gris de mangas remangadas y cuello vampírico. Incrustadas oscuras gafas. Su sobrenombre, el que le gusta: Blackstar. Pero por suerte para Sandro Baro llins, y muchos que como él buscan su propia identidad, un conjunto de apariencias externas no son determinantes a la hora de labrarse un destino y de proyectar la voluntad de alcanzar peldaño a peldaño lo propuesto en la vida. Sandro se ha marcado dos grandes objetivos: la música y la sociología.

En el encuentro que sostuvimos en la propia Aula Magna, de la Universidad de La Habana, con este estudiante de veintitrés años, nos dejó bien claro su razón de hacer y ser: “No nos gustan las cosas porque encontramos motivos para hacerlas, encontramos motivos para hacerlas porque nos gustan”.

PMU: ¿Arribaste a esa conclusión ya como universitario?

Blackstar: Sí y no. Tal vez mis estudios permitieron que le diera la base teórica, pero es algo que viene conmigo desde que tengo uso de razón. Desde niño sentí que algo dentro de mí me hacía sentir distinto al resto. Tuve una temprana inclinación hacia la música, pero no la que estaba de moda. Sin explicármelo buscaba otra forma de expresión y la hallé en la música coral. Con ayuda de mi familia ingresé en el coro Solfa. Fue una experiencia que me alimentó mucho. Todos mis conocimientos musicales se los debo a esa etapa, y como dicen los viejos: lo que bien se aprende nunca se olvida.

PMU: Y la sociología, ¿también viene de niño?

Blackstar: Aunque no lo crea, puede que sí. Como le dije, el no compartir gustos musicales con mis amiguitos me otorgaron cierta imagen de “raro” dentro del grupo. Y fue ahí que comencé hacerme preguntas del porqué de las cosas. por qué no podíamos ser distintos aún siendo iguales; por qué siendo todos iguales, existían unos más iguales que otros, y cosas tan elementales como esas me llevaron a adentrarme en la sociología como disciplina a seguir para entenderme a mí y todo lo que me rodea.

PMU: ¿Lo has conseguido?

Blackstar: En eso estoy.

Luego de concluir su permanencia en el coro Solfa, Blackstar siguió cultivando su afición por el canto participando asiduamente en todas las actividades culturales de los centros estudiantiles previo a su ingreso en la Universidad de La Habana. Confiesa que pese a incursionar en variados géneros, la música coral seguía siendo para él una obsesión. Por ello tuvo un motivo más para ingresar en el alto centro de estudios: la Coral Universitaria. La oportunidad no tardó en ofrecérsele. Una tarde, recuerda, una amiga lo convenció para que se presentaran juntos en una audición convocada por la institución.

Blackstar: Cuando me tocó el turno y ya frente a la profesora, me puse blanco por dentro y por fuera. Sentía como si tuviera un enorme corcho en la garganta. La voz no me salía ni siquiera para disculparme. Fueron los segundos más terribles de mi vida. No podía perder lo que consideraba mi gran oportunidad. Sacando fuerzas no sé de dónde, pude desbloquear mente y pulmones, y logré hablar. Le rogué a la profesora que me disculpara y me diera otra oportunidad de volver a escucharme. Me respondió que no tenía nada que disculpar y que la primera oportunidad estaba en pie pues ella sencillamente no había oído ni la primera nota. Su respuesta surtió efecto, y mi voz fluyó como siempre. Cuando me viré para mi amiga vi sus ojos húmedos y yo tuve que pararme como un hombrecito para no soltar un lagrimón. Desde ese día soy plantilla de la Coral Universitaria, algo que verdaderamente me honra.

PMU: ¿Definitivamente te casaste con la música coral?

Blackstar: Espiritualmente sí, pero no quiere decir que tenga mis deslices amorosos con otros géneros. De vez en vez algunos integrantes de la propia Coral conformamos piquetes para descargar en peñas, encuentros informales, reuniones de amigos, en fin, para divertirnos y divertir.

PMU: Al final, ¿músico o sociólogo?

Blackstar: Me considero una pieza única e indivisible. Jamás en la vida me he hecho esa pregunta, ni me la haré. Existe en mí una compensación natural entre ambos componentes, tanto es así que si alguno de los dos se fractura dejaré de ser yo. Eso me hace distinto entre nosotros, los iguales.

PMU: ¿Por qué Blackstart?

Blackstar: Otra de mis rarezas.

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