La música me quita el sueño
15 de septiembre de 2014
Julio Montoro organizó el concierto del Puente Musical, en la Zorra y el Cuervo, el sábado 30 de agosto. Entre los invitados se encontraron Emilio Veitía, Mireya Escalante, María Ochoa, Juan Kemell, Carlos Miyares, Cristian Alejandro y Raúl Verdecia.
Tras la culminación del recital, PMU se acercó a Julio Montoro para conocer su opinión al respecto: “El Puente Musical es un lugar al que voy a relajarme. Me siento como si estuviera en mi casa ya que me interrelaciono libremente con el público. Agradezco la oportunidad que me ha brindado Manolo Luis, de ser el anfitrión de esta edición de El Puente Musical. Los músicos somos los que hacemos posible con recursos propios, este tipo de recital. Es un lugar especial y de dos a cuatro de la tarde tomamos por asalto el club y la emisión del programa radial A Buena Hora”.
“Este tipo de presentación conlleva una disciplina muy grande y no todos los grupos pueden tocar aquí porque no es fácil hacer un concierto que sea trasmitido en vivo por la radio. Esto nos brinda una ubicación mediática y de repertorio. Tienes que complacer al público que está en la sala y a todo aquel que escucha el programa. Debes estar seguro de lo que vas a hacer y decir”.
“Es una buena escuela y quisiera volver a estar en El Puente Musical. Te cuento que vinieron unos canadienses que están haciendo algo parecido en su país y le preguntaron a Manolo Luis por ciertos aditamentos técnicos que aquí no tenemos y les pareció increíble la manera en que este concierto-programa de radio se hace”.
“Pocos lo entienden fuera de Cuba, pero lo hacemos a pulmón, de manera independiente y con pocos recursos. Lo importante es que podemos llegar a los hogares de los cubanos que de otra manera no fuera posible. Es autogestión efectiva. Estoy muy contento con toda la difusión que hemos logrado sin congraciarnos con institución alguna”.
“Todo músico tiene sus inquietudes y siempre me ha gustado componer y hacer arreglos. Soy guitarrista de formación clásica y recuerdo que en la escuela armaba las bandas con las que tocaba. El Puente Musical me ha permitido formar un grupo para la ocasión y volver a ser el protagonista de la velada. Aquí se promociona la buena música sin tener en cuenta si baja la audiencia. La calidad del artista es lo que prima, no su popularidad”.
“Pienso que ya es hora de hacer algo importante en mi carrera en solitario. Hace poco terminé la grabación de mi primer disco titulado Alma Latina. Hecho casi en su totalidad de manera independiente en mi casa y en los estudios Blen Blen, de Edesio Alejandro. En este concierto interpreté varios temas que conforman el demo con mucha fusión, música instrumental y coros en inglés y español. Esa es mi propuesta para el mundo. Uno de mis temas habla de que los cubanos siempre nos quejamos y no hacemos nada, yo no quiero ser parte de eso, quiero tomar las riendas de mi carrera artística y no depender de nada ni de nadie”.
“Las disqueras e instituciones culturales cubanas no me han prestado la atención que merezco. No les interesa el blues, smooth jazz y el funk, géneros que no se encuentran dentro de sus prioridades. Debido a ello hay tantos músicos en la escena underground grabando discos de manera independiente. Es como un mundo paralelo que funciona mejor en casi todos los casos. Parte primordial de un fenómeno social donde interfieren muchas cosas. La música cubana ha tenido sus altas y bajas, este no es uno de sus mejores momentos y necesitamos un cambio en la gestión institucional y que se nos permita ser nuestros propios gestores”.
“Los clubes nocturnos están muy enfocados en la música bailable y menosprecian a otros géneros y marginan a artistas y público. Esta es una carrera de resistencia, son muchos poquitos sumados los que te llevan al triunfo y que la gente conozca tu obra”.
“No hay nada en el mundo que me guste más que hacer música, mi trabajo me quita el sueño, el hambre y me hace olvidar todas las penas. Es la esencia de mi existir”.
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15 de septiembre de 2014
Julio Montoro organizó el concierto del Puente Musical, en la Zorra y el Cuervo, el sábado 30 de agosto. Entre los invitados se encontraron Emilio Veitía, Mireya Escalante, María Ochoa, Juan Kemell, Carlos Miyares, Cristian Alejandro y Raúl Verdecia.
Tras la culminación del recital, PMU se acercó a Julio Montoro para conocer su opinión al respecto: “El Puente Musical es un lugar al que voy a relajarme. Me siento como si estuviera en mi casa ya que me interrelaciono libremente con el público. Agradezco la oportunidad que me ha brindado Manolo Luis, de ser el anfitrión de esta edición de El Puente Musical. Los músicos somos los que hacemos posible con recursos propios, este tipo de recital. Es un lugar especial y de dos a cuatro de la tarde tomamos por asalto el club y la emisión del programa radial A Buena Hora”.
“Este tipo de presentación conlleva una disciplina muy grande y no todos los grupos pueden tocar aquí porque no es fácil hacer un concierto que sea trasmitido en vivo por la radio. Esto nos brinda una ubicación mediática y de repertorio. Tienes que complacer al público que está en la sala y a todo aquel que escucha el programa. Debes estar seguro de lo que vas a hacer y decir”.
“Es una buena escuela y quisiera volver a estar en El Puente Musical. Te cuento que vinieron unos canadienses que están haciendo algo parecido en su país y le preguntaron a Manolo Luis por ciertos aditamentos técnicos que aquí no tenemos y les pareció increíble la manera en que este concierto-programa de radio se hace”.
“Pocos lo entienden fuera de Cuba, pero lo hacemos a pulmón, de manera independiente y con pocos recursos. Lo importante es que podemos llegar a los hogares de los cubanos que de otra manera no fuera posible. Es autogestión efectiva. Estoy muy contento con toda la difusión que hemos logrado sin congraciarnos con institución alguna”.
“Todo músico tiene sus inquietudes y siempre me ha gustado componer y hacer arreglos. Soy guitarrista de formación clásica y recuerdo que en la escuela armaba las bandas con las que tocaba. El Puente Musical me ha permitido formar un grupo para la ocasión y volver a ser el protagonista de la velada. Aquí se promociona la buena música sin tener en cuenta si baja la audiencia. La calidad del artista es lo que prima, no su popularidad”.
“Pienso que ya es hora de hacer algo importante en mi carrera en solitario. Hace poco terminé la grabación de mi primer disco titulado Alma Latina. Hecho casi en su totalidad de manera independiente en mi casa y en los estudios Blen Blen, de Edesio Alejandro. En este concierto interpreté varios temas que conforman el demo con mucha fusión, música instrumental y coros en inglés y español. Esa es mi propuesta para el mundo. Uno de mis temas habla de que los cubanos siempre nos quejamos y no hacemos nada, yo no quiero ser parte de eso, quiero tomar las riendas de mi carrera artística y no depender de nada ni de nadie”.
“Las disqueras e instituciones culturales cubanas no me han prestado la atención que merezco. No les interesa el blues, smooth jazz y el funk, géneros que no se encuentran dentro de sus prioridades. Debido a ello hay tantos músicos en la escena underground grabando discos de manera independiente. Es como un mundo paralelo que funciona mejor en casi todos los casos. Parte primordial de un fenómeno social donde interfieren muchas cosas. La música cubana ha tenido sus altas y bajas, este no es uno de sus mejores momentos y necesitamos un cambio en la gestión institucional y que se nos permita ser nuestros propios gestores”.
“Los clubes nocturnos están muy enfocados en la música bailable y menosprecian a otros géneros y marginan a artistas y público. Esta es una carrera de resistencia, son muchos poquitos sumados los que te llevan al triunfo y que la gente conozca tu obra”.
“No hay nada en el mundo que me guste más que hacer música, mi trabajo me quita el sueño, el hambre y me hace olvidar todas las penas. Es la esencia de mi existir”.
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