Adrenalina, abriendo las puertas de la percepción



Es un golpe inmediato de electricidad, un ritmo cuesta arriba, no hay descansos. Resulta imposible percibir los silencios intercalados, el cuerpo se agita y lucha por contener la aceleración, por deshacerse o adherirse a la melodía errática que controla la psiquis. No queda más por hacer, la serotonina inunda tu sistema y en un acto de irremediable sometimiento, los ojos se cierran y te dejas llevar. “Me hubiera gustado hablar, caminar y bailar en cuanto nací. Tomar mis propias decisiones desde el añito. Verme como una persona seria a los tres. Hubiera empezado mi carrera desde que tenía una altura de medio metro… Siempre he sido muy alborotado. ¡¿Qué podía elegir?! ¡Lo que lograra sacar mi adrenalina de manera especial! ¡Lo más indicado para mí es el house, que además me encanta!” Nos confiesa Yosmany Ledesma.

A sus veinte años está convencido de que para triunfar como músico house es imprescindible el trabajo de su imagen personal. Su misión es devenir ídolo y símbolo a seguir por sus fanáticos. “Para ser un artista de house generalmente hay que tener buen aspecto físico. Hay que tener características específicas que diferencien notablemente a un cantante del otro. Por ejemplo, en la forma de peinarse, de hablar, en los gestos, en el vestuario que utilizas, en los gustos, qué tipo de cosas enfoca en sus actuaciones para que sus fans lo tomen como modelo”.

Pudiéramos estar hablando de un artista “diferente” que nos aborda con cosmovisiones y reflexiones ¿extravagantes?, ¿fragmentadas?, ¿enigmáticas?, ¿evasivas?, ¿esquizoides? Sinceramente no sabría cómo describirlas. “Hay cosas personales que uno debe elegir cuando reservarlas: defectos, virtudes, ansiedades, acciones. Al unir todo esto es evidente que formamos a las personas en su manera de ser, de madurar. Íntimamente me gusta descubrir cuál es la personita que los otros llevan dentro y no tomar la primera idea que sale de la boca de esa persona. Creo que es mejor no decir nada tan exacto. A mi manera estoy siempre aquí y allá, con la música y con ellas, pero si me levanto con una idea, la cumplo aunque minutos más tarde esté recapitulando qué dirección voy a tomar”.

Este chico aturdido tiene consciencia de sus actuales limitaciones como artista y del largo camino que aún le queda por recorrer. “No creo tener una genialidad en la composición de canciones. Idealizo las cosas que me gustaría notar todo el tiempo y de ahí nace la mitad del tema. De la otra mitad es dueño un amigo mío que hace este tipo de cosas: componer y hacer los background que uso”. Pero aspira a disfrutar en un futuro real o irreal, el éxito de un tema de su completa autoría.

Por el momento, Yosmany Ledesma se ha presentado en algunos espacios como el centro de recreación La 99 y La Casona de La Lisa. Estos espacios los clasifica como “factores decisivos” en su evaluación artística. Ellos le han reportado ideas, experiencias y algunas malas historias que prefiere no contar. Sin embargo, sí nos habla de algunos sueños cumplidos aunque no menciona cuáles, de seguidores y detractores, y de agradecimiento a quienes le rodean desde sus inicios. “Tengo mucho que agradecer porque soy solista en el escenario, pero fuera de este, todo lo contario”.

Al terminar la conversación, me queda la sensación de haberme topado con algo insólito e incomprensible. Supongo que el tiempo será su mejor jurado. Tal vez estamos en presencia de una genialidad adelantada a su tiempo, aunque apostaría por una creatividad aún inmadura que necesita ser direccionada. Pero valóralo tú mismo, nuestro artista Yosmany Ledesma te lanza esta invitación: “Si quieres bailar de la manera más alocada, escucha mis canciones. Si quieres ir de fiesta, no parar, tener sensaciones extrañas que te hagan sentir bien e irte del mundo, prueba mi ritmo. Si quieres dedicar una canción de la manera más especial y apropiada, y que sean aún mayores los deseos de alucinar, esa también la tengo”.

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