Atalaya El Centinela
15 de septiembre de 2014
Atalaya, así mismo como se lee y como si él mismo fuera un promontorio o una eminencia entre los artistas urbanos, se hace llamar quién fue hace dos años atrás, la voz líder del grupo Sangre de Reggae, y ahora anda por el camino de la música de manera independiente como un real centinela solitario.
Desde que lo conocen, ¡y cómo lo conocen gente dentro y fuera de Cuba!, Atalaya va tras su sueño de toda una vida: cantar, cantar y cantar. Él quiere dar a conocer por toda la Isla y el mundo, su estilo peculiar y su sello, apoyándose principalmente en sus propias composiciones. Para eso tiene un don, además de una libreta llena de letras y hasta de dibujos.
Hoy en día puedes verlo en donde menos te lo imaginas con guitarra en mano y haciendo valer su gracia. Lo mismo está en La Habana, quizás por el mismo Malecón o por la Plaza de Armas, que sentado en la Isabelica en Santiago de Cuba, o en uno de los bancos del Bulevar en el Parque Dolores. Ya lo han visto en Guantánamo, donde ahora parece querer asentarse para ver crecer otra vez, una familia nueva.
Con su gracia original, Allen García Álvarez es un joven de la generación del 80, ya tiene en su haber un demo en solitario y muchas colaboraciones o como se entiende hoy en día, featuring con muchos de los artistas underground más reconocidos dentro de esta escena.
Allen trabajó con la voz líder y director del grupo de rap Golpe Seko: Darwin “Borrash El Independiente” y con Aldo, de los Aldeanos, en un mismo tema titulado “Al Babilón hay que darle fire”. Secundó en varias ocasiones a Aristey Crazy Man, de Santiago de Cuba, y a otros artistas under de la ciudad.
Pero Allen socialmente es fruto de una vida enredada. La única casa propia que tuvo, en uno de los barrios emergentes de la periferia, cerca de la línea del tren en La Risueña, hecha con tablas y retazos de materia prima, se fue con los vientos del leñador huracán Sandy. Unos días antes de acabarse ese fatídico año para Santiago de Cuba, cuando le pidieron el carné de identidad a Allen en el centro de la ciudad, quien por cierto aparecía como residente de Aserradero allá por la carretera del municipio Guamá, se enteró en ese momento que lo habían circulado por dejar de firmar su libertad condicional, lo que había sucedido exactamente en los días del ciclón. Las consecuencias fueron las previsibles para una persona como Allen, vio trancada su libertad acostumbrada y siguió la historia de su vida musical, pero esta vez estuvo cuatro meses como recluso. Su libreta fue engordando tanto con sus composiciones que tuvo que duplicarla, además de convertirse en un animador de cuanta actividad cultural se hiciera.
Y no es que llevara una vida delincuencial común, es que este es un artista urbano y callejero por excelencia, de esos que anda instrumento en mano, trasnochando, cantándole a la madrugada y considerando que su trabajo es cantar a quien quiera escucharle, sea cubano, extranjero o extraterrestre, por lo que esta forma de enfrentar la vida le bastó para que lo consideraran como una especie de peligro para la sociedad.
¿Cuántas canciones nacieron de esas inspiraciones? Gracias a su talento natural para hacer e interpretar la música urbana, y unido a ciertas dificultades en la convivencia familiar: sin madre, un padre poco presente y muchos amigos “hermanos de causa”, Allen optó por ser uno más en las calles.
Ahora y siempre ha sido muy vanagloriado y criticado por sus seguidores. Muchos lo recuerdan cuando comenzó a defender las raíces musulmanas, y un día se levantó siendo rasta. Incluso en La Habana lo han visto como un miki, y parece no tener definición en su fe.
Por sus canciones lo tienen como una gente que le canta lo mismo a la naturaleza que al Jah, le encanta citar a la Biblia, condena los males y los vicios de la Humanidad, está en contra de la guerra y a favor de los niños felices: “Confundida”, “Only Jah Bless”, “África”, “Materialista”, “Contaminación”, por sólo citar cinco de un caudal larguísimo de temas que nunca ha reconocido con sus derechos de autor.
¿Dónde va a estar Allen mañana? ¿Dónde está hoy? No se sabe, te lo puedes encontrar en la Punta de Maisí o en el Cabo de San Antonio, lo que si no tiene alguna guitarra, estará rodeado de un considerable número de personas escuchando sus versiones del Bob o sus propias canciones que les daría para estar sin parar las 24 horas del día.
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15 de septiembre de 2014
Atalaya, así mismo como se lee y como si él mismo fuera un promontorio o una eminencia entre los artistas urbanos, se hace llamar quién fue hace dos años atrás, la voz líder del grupo Sangre de Reggae, y ahora anda por el camino de la música de manera independiente como un real centinela solitario.
Desde que lo conocen, ¡y cómo lo conocen gente dentro y fuera de Cuba!, Atalaya va tras su sueño de toda una vida: cantar, cantar y cantar. Él quiere dar a conocer por toda la Isla y el mundo, su estilo peculiar y su sello, apoyándose principalmente en sus propias composiciones. Para eso tiene un don, además de una libreta llena de letras y hasta de dibujos.
Hoy en día puedes verlo en donde menos te lo imaginas con guitarra en mano y haciendo valer su gracia. Lo mismo está en La Habana, quizás por el mismo Malecón o por la Plaza de Armas, que sentado en la Isabelica en Santiago de Cuba, o en uno de los bancos del Bulevar en el Parque Dolores. Ya lo han visto en Guantánamo, donde ahora parece querer asentarse para ver crecer otra vez, una familia nueva.
Con su gracia original, Allen García Álvarez es un joven de la generación del 80, ya tiene en su haber un demo en solitario y muchas colaboraciones o como se entiende hoy en día, featuring con muchos de los artistas underground más reconocidos dentro de esta escena.
Allen trabajó con la voz líder y director del grupo de rap Golpe Seko: Darwin “Borrash El Independiente” y con Aldo, de los Aldeanos, en un mismo tema titulado “Al Babilón hay que darle fire”. Secundó en varias ocasiones a Aristey Crazy Man, de Santiago de Cuba, y a otros artistas under de la ciudad.
Pero Allen socialmente es fruto de una vida enredada. La única casa propia que tuvo, en uno de los barrios emergentes de la periferia, cerca de la línea del tren en La Risueña, hecha con tablas y retazos de materia prima, se fue con los vientos del leñador huracán Sandy. Unos días antes de acabarse ese fatídico año para Santiago de Cuba, cuando le pidieron el carné de identidad a Allen en el centro de la ciudad, quien por cierto aparecía como residente de Aserradero allá por la carretera del municipio Guamá, se enteró en ese momento que lo habían circulado por dejar de firmar su libertad condicional, lo que había sucedido exactamente en los días del ciclón. Las consecuencias fueron las previsibles para una persona como Allen, vio trancada su libertad acostumbrada y siguió la historia de su vida musical, pero esta vez estuvo cuatro meses como recluso. Su libreta fue engordando tanto con sus composiciones que tuvo que duplicarla, además de convertirse en un animador de cuanta actividad cultural se hiciera.
Y no es que llevara una vida delincuencial común, es que este es un artista urbano y callejero por excelencia, de esos que anda instrumento en mano, trasnochando, cantándole a la madrugada y considerando que su trabajo es cantar a quien quiera escucharle, sea cubano, extranjero o extraterrestre, por lo que esta forma de enfrentar la vida le bastó para que lo consideraran como una especie de peligro para la sociedad.
¿Cuántas canciones nacieron de esas inspiraciones? Gracias a su talento natural para hacer e interpretar la música urbana, y unido a ciertas dificultades en la convivencia familiar: sin madre, un padre poco presente y muchos amigos “hermanos de causa”, Allen optó por ser uno más en las calles.
Ahora y siempre ha sido muy vanagloriado y criticado por sus seguidores. Muchos lo recuerdan cuando comenzó a defender las raíces musulmanas, y un día se levantó siendo rasta. Incluso en La Habana lo han visto como un miki, y parece no tener definición en su fe.
Por sus canciones lo tienen como una gente que le canta lo mismo a la naturaleza que al Jah, le encanta citar a la Biblia, condena los males y los vicios de la Humanidad, está en contra de la guerra y a favor de los niños felices: “Confundida”, “Only Jah Bless”, “África”, “Materialista”, “Contaminación”, por sólo citar cinco de un caudal larguísimo de temas que nunca ha reconocido con sus derechos de autor.
¿Dónde va a estar Allen mañana? ¿Dónde está hoy? No se sabe, te lo puedes encontrar en la Punta de Maisí o en el Cabo de San Antonio, lo que si no tiene alguna guitarra, estará rodeado de un considerable número de personas escuchando sus versiones del Bob o sus propias canciones que les daría para estar sin parar las 24 horas del día.
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