Danny Marín, otro estudiante devenido músico
15 de septiembre de 2014
Ex estudiante de Ingeniería Informática, Danny Marín incursiona como aficionado en festivales y eventos que la Universidad llevaba a cabo durante su primer y único año cursado. Una vez decidido a convertirse en cantante, comienza a recibir clases de canto, guitarra y a componer sus propios temas. Poco tiempo después logra formar parte de la agrupación de Osdalgia, conocida cantante cubana, como corista vocal, aunque se vio obligado a comenzar como utilero.
Hace dos años aproximadamente comenzó su proyecto como solista, escogiendo las canciones que iba a grabar, preparando con antelación la idea general, el estilo y el género que mejoró posteriormente en producciones independientes Limbo. De ahí y en tiempo record, salió su primera producción (demo) denominada Mi vida y mucho más. Terminada dicha producción hace un año a lo sumo, y aprovechando la oportunidad de trabajar con una cantante de renombre en el gremio nacional, Danny ha mostrado el disco a cuanto programa de televisión y espacio radial se ha presentado. Y fue lamentable escuchar en la entrevista dada a PMU que aun no ha sucedido nada, no ha sido llamado ni han mostrado el mínimo interés las instituciones involucradas.
Como solista aun, comparte la idea de conformar una agrupación. Es por esto que compone para formatos sencillos: guitarra, bajo, batería y teclado. Su discurso gira en torno a la balada pop rock, pero lo que disfruta verdaderamente son las baladas más rockanroleadas del panorama anglosajón.
Las problemáticas sociales no constituyen el centro de sus composiciones, aunque acepta que desde lo underground o desde la llamada música hecha en casa, sí aborda las temáticas que forman parte de la cotidianeidad, pues según su cosmovisión, las cuestiones sociales que afectan a diario serán mejor defendidas por el género rap. Pensamiento que particularmente comparto con Danny.
Cuando analizamos la música contemporánea en Cuba pareciera que sólo existe el reggaetón, el hip hop y la salsa, sobre todo en los jóvenes que están surgiendo como músicos, por eso resulta curioso encontrar jóvenes como Danny que no se han contaminado con estos géneros. Independientemente a esto, Danny ha prevalecido fiel a la balada y confía que realmente existe el público que puede seguirlo, sólo hay que saber cómo y dónde.
Desgraciadamente para aquellos que hacen géneros que no recaudan economía suficiente como la balada, tienden a presentar miles de dificultades a la hora de conseguir el espacio para sus propuestas. Más aun cuando no pertenecen a institución alguna. Por eso Danny se ha sometido al jurado de las instituciones para disminuir las trabas burocráticas, pero ha sido denegado. Según su análisis, pudo ser por dos motivos: uno, porque ya está vinculado a una agrupación de renombre (Osdalgia), y dos porque el género que hace no es lo suficientemente buscado por el público.
Con las empresas sucede algo curioso y por ende injusto, y es que según su opinión, se necesita de representantes, o padrinos, comprar la documentación a través de vías secundarias, o pegar un tema en los medios de comunicación. Esto último es lo más difícil ya que para difundir una canción a través de los medios existen demasiadas barreras.
A pesar de toda la decepción que puede generar los rechazos por parte de las empresas y lugares de presentación, Danny es de los músicos que pone por encima de las remuneraciones y de los impedimentos, el hecho de hacer arte. Tiene mucha confianza en su trabajo, siempre se encuentra creando y mantiene la esperanza de que cambien las políticas, en ocasiones absurdas, de las empresas. Aunque lamenta no contar con los recursos productivos para realizar su propia discografía.
Danny tiene una producción independiente que consta de 8 canciones en la que defiende la balada al estilo norteamericano. El disco lleva por nombre Mi vida y mucho más, es totalmente de su autoría, exceptuando dos temas. En sus presentaciones intenta dentro de sus posibilidades, que las canciones en vivo suenen exactamente iguales a las grabadas, por lo que se mantiene cultivando su ingenio a la hora de crear.
En estos momentos Danny tiene la posibilidad de dar a conocer su música a través de invitaciones que recibe de otras agrupaciones para compartir escenarios, donde tiene la dicha de interpretar uno o dos de sus temas. De esta manera va siendo reconocido poco a poco por el público.
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15 de septiembre de 2014
Ex estudiante de Ingeniería Informática, Danny Marín incursiona como aficionado en festivales y eventos que la Universidad llevaba a cabo durante su primer y único año cursado. Una vez decidido a convertirse en cantante, comienza a recibir clases de canto, guitarra y a componer sus propios temas. Poco tiempo después logra formar parte de la agrupación de Osdalgia, conocida cantante cubana, como corista vocal, aunque se vio obligado a comenzar como utilero.
Hace dos años aproximadamente comenzó su proyecto como solista, escogiendo las canciones que iba a grabar, preparando con antelación la idea general, el estilo y el género que mejoró posteriormente en producciones independientes Limbo. De ahí y en tiempo record, salió su primera producción (demo) denominada Mi vida y mucho más. Terminada dicha producción hace un año a lo sumo, y aprovechando la oportunidad de trabajar con una cantante de renombre en el gremio nacional, Danny ha mostrado el disco a cuanto programa de televisión y espacio radial se ha presentado. Y fue lamentable escuchar en la entrevista dada a PMU que aun no ha sucedido nada, no ha sido llamado ni han mostrado el mínimo interés las instituciones involucradas.
Como solista aun, comparte la idea de conformar una agrupación. Es por esto que compone para formatos sencillos: guitarra, bajo, batería y teclado. Su discurso gira en torno a la balada pop rock, pero lo que disfruta verdaderamente son las baladas más rockanroleadas del panorama anglosajón.
Las problemáticas sociales no constituyen el centro de sus composiciones, aunque acepta que desde lo underground o desde la llamada música hecha en casa, sí aborda las temáticas que forman parte de la cotidianeidad, pues según su cosmovisión, las cuestiones sociales que afectan a diario serán mejor defendidas por el género rap. Pensamiento que particularmente comparto con Danny.
Cuando analizamos la música contemporánea en Cuba pareciera que sólo existe el reggaetón, el hip hop y la salsa, sobre todo en los jóvenes que están surgiendo como músicos, por eso resulta curioso encontrar jóvenes como Danny que no se han contaminado con estos géneros. Independientemente a esto, Danny ha prevalecido fiel a la balada y confía que realmente existe el público que puede seguirlo, sólo hay que saber cómo y dónde.
Desgraciadamente para aquellos que hacen géneros que no recaudan economía suficiente como la balada, tienden a presentar miles de dificultades a la hora de conseguir el espacio para sus propuestas. Más aun cuando no pertenecen a institución alguna. Por eso Danny se ha sometido al jurado de las instituciones para disminuir las trabas burocráticas, pero ha sido denegado. Según su análisis, pudo ser por dos motivos: uno, porque ya está vinculado a una agrupación de renombre (Osdalgia), y dos porque el género que hace no es lo suficientemente buscado por el público.
Con las empresas sucede algo curioso y por ende injusto, y es que según su opinión, se necesita de representantes, o padrinos, comprar la documentación a través de vías secundarias, o pegar un tema en los medios de comunicación. Esto último es lo más difícil ya que para difundir una canción a través de los medios existen demasiadas barreras.
A pesar de toda la decepción que puede generar los rechazos por parte de las empresas y lugares de presentación, Danny es de los músicos que pone por encima de las remuneraciones y de los impedimentos, el hecho de hacer arte. Tiene mucha confianza en su trabajo, siempre se encuentra creando y mantiene la esperanza de que cambien las políticas, en ocasiones absurdas, de las empresas. Aunque lamenta no contar con los recursos productivos para realizar su propia discografía.
Danny tiene una producción independiente que consta de 8 canciones en la que defiende la balada al estilo norteamericano. El disco lleva por nombre Mi vida y mucho más, es totalmente de su autoría, exceptuando dos temas. En sus presentaciones intenta dentro de sus posibilidades, que las canciones en vivo suenen exactamente iguales a las grabadas, por lo que se mantiene cultivando su ingenio a la hora de crear.
En estos momentos Danny tiene la posibilidad de dar a conocer su música a través de invitaciones que recibe de otras agrupaciones para compartir escenarios, donde tiene la dicha de interpretar uno o dos de sus temas. De esta manera va siendo reconocido poco a poco por el público.
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