La Pupila Asombrada, por jóvenes y para jóvenes



Con la llegada del verano y la culminación del mismo, siempre queda una pregunta recurrente entre muchos jóvenes cubanos: ¿cuáles opciones existen para ver nuevos talentos musicales a un precio asequible? Los chicos universitarios tienen el reto de combinar para su disfrute, opciones atractivas con los precios más bajos posibles. En este aspecto la cultura underground, con sus distintas manifestaciones, aparecen como soluciones alternativas para los universitarios que cuentan con bajos ingresos.

Dentro de estos espacios se inserta La Pupila Asombrada, con sede en el conocido Hueco, del Instituto Internacional de Periodismo José Martí. La propuesta conjuga poesía, pintura, debate, proyección de audiovisuales, descargas por WiFi y por supuesto, buena música joven, donde la urbana cuenta con una fuerza creciente.

Desde el 24 de enero del presente año, el proyecto ha ido ganando adeptos por lo particular de su estructura. Los viernes alternos de cada mes, entre las 6:30 y las 9:30 de la noche, estas tres horas marcan la diferencia con respecto a otros eventos recreativos, tanto en su forma de crear como en las polémicas propuestas, siendo preferido por una juventud que se muestra crítica, reflexiva y apasionada por temas de interés como la música-nación.

Los músicos jóvenes encuentran aquí la oportunidad de subir al escenario con un público variado en edades, pero selecto en su consumo. Audiencia que además, se muestra flexible con los novatos y aficionados. Otro aspecto interesante es la posibilidad de compartir, tanto escenario como ideas, con cantantes reconocidos en el ámbito nacional, como el matancero Tony Ávila, el grupo vocal Sampling, e incluso con Fidel Díaz Castro, director de la revista El Caimán Barbudo y creador del proyecto.

Aunque el espacio fue concebido para todo tipo de música, es la trova nacional la predominante, lo cual aporta al evento un ambiente bastante bohemio y desprejuiciado con los estilos de vestir, inundado por aquellos que se describen como hippies. El lugar es para guerrilleros de veras porque el Hueco es literalmente eso: un hueco adaptado como anfiteatro, por lo cual sus bancos son de piedra al aire libre y el espacio es un tanto pequeño.

En cuanto a ofertas comestibles y para beber, no encontrarán nada de esto. Con respecto a estas limitaciones, hay que tener en cuenta que es un espacio con poco tiempo de creado y apostamos que con el cursar del tiempo mejoren sus propuestas. La Pupila Asombrada es otro de los proyectos que sirven como cantera de la nueva música cubana, ya que en ellos, se reúnen muchos jóvenes talentos que no tienen otras oportunidades para presentar su trabajo.

Nuestra sociedad se muestra escasa de estos espacios reveladores de nuevos creadores, y que sean además, económicos para el sector juvenil que aun no cuenta con ingresos monetarios y anda ansioso por llenar sus ratos de ocio. Aunque a La Pupila Asombrada todavía le faltan muchas mejoras infraestructurales en su oferta, reconocemos que realiza una labor vanguardia en su cometido de esparcimiento, ya que logra reunir a un público diverso, ávido de nuevas experiencias con lo mejor de la música cubana, sobre todo la música hecha por jóvenes y para jóvenes.

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