Santi Latín



Calor, color, sabrosura, energía, ritmo y desparpajo son los ingredientes de la explosiva mezcla caribeña que se cuece en las venas del Santi. Él es el plato principal si se desea organizar y ofrecer un espectáculo animado. Gran carisma, facilidad de palabra y sentido del humor son los hilos que tejen su carácter.

El Santi se sale del paradigma y rompe los esquemas llenando el escenario con la magia de su autenticidad. No se mete en la piel del artista, pues es evidente que nació con ella, no logra desprendérsela, tampoco le interesa. Es arrabalero, campechano, de ese tipo de gente que toca a la puerta del vecino a la hora que sea y es siempre recibido con abrazos y sonrisas. Se muestra urbano como sus proyecciones musicales y se atreve con todo tipo de género, aunque el pop sea su zona de confort.

Aunó todas sus fuerzas y certezas para hacer oídos sordos a todo lo que implicaba poner peso a sus alas. Comentarios pesimistas atentaron inútilmente contra su confianza, pero el 24 de marzo del 2014 llegó como la oportunidad que hacía tiempo estaba esperando. Ese día cantó e hizo alarde de sus talentos en el concurrido y popular espacio de la Casa de la Música, de Miramar. En efecto, las dudas con respecto al reconocimiento artístico que ahora comienza a recolectar y a disfrutar, hoy carecen de importancia.

Fueron treinta minutos que el Santi regaló al público presente aquella tarde. Media hora en la que se bailó sudando en abundancia como sólo se suda en Cuba en estos días. Luego, vinieron los cumplidos y los aplausos para reiterar lo que ya había sido demostrado con semejante bailoteo. Desde el inicio hasta que se marchó la última persona que se acercó para felicitarlo, saboreó el éxito soñado devenido en realidad.

Confía en sí mismo porque cree en las horas dedicadas a la música. Sólo su familia y su pequeño hijo Flavio logran distraerlo del tiempo de consagración. Estos últimos meses han sido intensos, pues prepara su segundo disco. Sus temas tienen un toque especial: la fusión de ritmos caribeños con el estilo underground norteamericano. Aunque nos comenta que ahora trae ideas nuevas con estrategias artísticas y comerciales orientadas a integrar ritmos de moda del ámbito musical cubano e internacional.

Su primer disco fue una experiencia de gran importancia para él. Fue un disco intimista y emotivo que manifestaba su necesidad contenida por largo tiempo, de expresarse artísticamente. No tuvo gran repercusión y aceptación del público, pero fue una escuela que le permitió conocerse, aceptarse y organizarse como artista. Todo ese aprendizaje lo pone en función de este segundo disco que resume el trabajo que ha venido realizando durante casi un año.

Sandunguero latino es el título escogido para este sencillo en el que ha puesto sus esfuerzos y esperanzas de triunfo. Tiene gran parte de las canciones grabadas, solamente quedan tres temas de los cuales ya se está ocupando. Presume que saldrá para el público por estos días. Es un disco “muy juvenil y fresco con atinados matices de sonoridades actuales y pegajosas”, así lo describe. Algunos de los títulos que lo integran son: “El toque”, “Bailando”, “Siente la calle”, “Ella busca”, “El mueve, mueve” y el tema que le da nombre al disco: “Sandunguero latino”.

Sin duda, el panorama musical tiene una plaza reservada para este joven de veinticuatro años que espera recoger los frutos de tanto trabajo realizado con entrega y amor. Santi es amigablemente intrusivo y con gracia tocará a tu puerta para invitarte a su peña habitual en la Madriguera o a la Casa de la Música, de Playa, donde se presenta como invitado algunos martes en la tarde-noche. No te lo pienses dos veces y déjate llevar por el swing latino del Santi. Máximo deleite garantizado.

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Comentarios   Dejar un comentario
Santi2
4 de octubre, 2014 9:44 am (GMT-5:00)
Santi i hermano un abrazo