Jansel y la Gran Aldea



La música marca a las personas desde las edades más tempranas. A unas más que a otras. Pero cada generación tiende a dar preferencia y hacer suya la corriente musical que envuelve su entorno social. Así ocurrió con Jansel García Torriente, quien desde muy niño se encerró en el marco del hip hop, especialmente el del rap. Este joven habanero no solamente disfrutaba auditivamente de esa contagiosa melodía, sino que además, se le veía lápiz y libreta en mano para hacer versiones de los números raperos que estaban de moda. Para ello tomaba como modelo las interpretaciones de Los Aldeanos, su dúo preferido.

A su corta edad de entonces, Jansel no calaba en la esencia del contenido social que se reflejaban en las letras de sus ídolos, por eso en sus ingenuas rimas abordaba aspectos más cercano a su universo infantil. Recuerda una de ellas: “Si la tortica es de manteca y tu mamá no te quiere dar la teta, es que está falta de una beca”. Cada año asistía al Festival de Rap que se celebra en el anfiteatro de Alamar con el mismo fervor religioso que lo hace un musulmán a La Meca.

“No únicamente deseaba hacer mío todo lo referente al rap, sino que también trataba de vestir a la semejanza de sus intérpretes, algo que los padres de mis amiguitos no veían con buenos ojos y por ello trataban de alejarlos de mi compañía. Eso me dolió, pese a que todos me afirmaban: ‘ambia, no te preocupes, yo seguiré siendo tu yunta’”.

PMU: ¿Eso siempre fue así?

Jansel: No, ¡qué va!, la hipocresía social es del carajo. En las fiestas de los CDR esos mismos padres que se oponían a la amistad de sus hijos conmigo, eran los que me pedían que bailara y cantara. Ahí aprendí que para algunos, el artista y la persona son cosas distintas.

PMU: ¿Dónde y cómo comenzaste tu carrera artística?

Jansel: Para no faltarle a la modestia, te diré que no fue en mi cuna, sino en Alamar que sí es la cuna del rap en Cuba. Aquí el rap se vive, se goza, se lleva en la sangre. Nos sentimos orgullosos de ello porque es algo mejor que estos edificios que parecen, como dicen mis abuelos, cajas de bacalao, aunque la verdad es que yo no sé qué diablo es ese bicho.

PMU: Pero específicamente, ¿tu carrera artística cómo comenzó?

Jansel: Te seré sincero. Creo que mi carrera artística como tú dices, no ha empezado del todo, en vez de correr todavía está caminando. Como nunca falté a ningún festival y le seguía la pista a todos los raperos, me fui colando entre ellos. Los trataba de tú a tú, y les hacía creer que yo sería el próximo fenómeno mundial del género. De más está decirte que nadie lo creyó, pero eso caía en gracia. Al fin llegó el día que Pipián me dio un chance para cantar con él. Todavía estoy preguntándome por qué la gente me aplaudió tanto, pues fue la cosa más horrible que pude haber hecho. Aquella noche mis rimas estaban de vacaciones pues nada pegaba con nada. Pero sin dudas, fue mi día de suerte.

PMU: ¿Tuviste otras oportunidades?

Jansel: Claro, pese al primer desastre, seguí insistiendo en mis aspiraciones y volví a enfrentarme con el público cantando con El Rau, con Explosión Dinámica y con Poca Razón. Fueron experiencias que me dieron el fogueo necesario. Te miento si te digo que me convertí en la gran revelación, me falta mucho para acercarme a más de un kilómetro a los que hacen Aldo y Bian, Los Aldeanos, ese equipo que admiro.

PMU: ¿Te sientes con el talento necesario para igualarlos?

Jansel: Si fuera por mí, desearía no igualarlos, sino superarlos, pero estoy consciente que cada cual nace con sus limitaciones y si a ellas se agregan las que te impone la sociedad, el Estado y sus instituciones, la lucha es del mono amarrado contra león suelto. La satisfacción de esforzarse por llegar a la meta es tan válida como cruzarla. Me entreno todos los días para no quedar en el camino.

PMU: ¿Tienes algún proyecto para que así no sea?

Jansel: Estoy enfrascado en conformar un piquetico de “salsa, manguito y reggaetón”, sin dejar atrás al rap.

PMU: ¿Reggaetón? Algunos raperos cubanos califican al reggaetón como música inconsciente y negativa. ¿No piensas igual?

Jansel: Eso está en el matiz que se le quiera dar. El ritmo es sólo música, la letra es la que determina y si ésta se enfoca en aspectos sociales, ese género puede ser parte de la gran Aldea. Ya veremos cuando me presente con mi piquete, aunque sólo sea en las fiestas de los CDR.

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