Iván Fariñas, leyenda del rock cubano



Lo visité en su casa de la calle San Lázaro una tarde calurosa de octubre. Nos sentamos en la sala que es una especie de museo repleta de fotografías, discos, instrumentos, bocinas, equipos de audio, y donde cada miércoles Iván Fariñas ensaya su banda Viento Solar.

Estuvo en peligro la realización del encuentro pues Iván no se sentía muy bien de salud, hasta existió sospecha de que se había contagiado de cólera, enfermedad que comienza a pulular por los barrios habaneros. No quise perder la oportunidad de entrevistar a este legendario rockero. Entablamos conversación por más de dos horas, a ratos el músico perdió las fuerzas, pero la necesidad de dar a conocer su historia pudo más que su padecimiento. Una historia donde Iván asegura que su mayor problema ha sido ser sincero durante los 65 años de su vida.

“Llevamos casi cuatro años sin tocar, ensayos y más ensayos. Viento Solar sobrevive gracias a mi perseverancia. Ahora mismo tuve que darle de baja a un baterista por indisciplina. Aunque lo entiendo porque estaba cansado de que pasaran los meses y no pudiéramos tocar en ninguna parte. Un músico se malogra cuando no tiene incentivo”.

“Cuando tienes talento y no lo puedes divulgar, por supuesto que comienzas a sufrir depresión y eso nos ha pasado a todos. Nuestra banda es muy discriminada por mi forma de ser y por los géneros que cultivamos. Digo las verdades donde sea y eso ha traído consigo que nos cataloguen como un grupo problemático. Estamos estigmatizados y no nos dejan levantar cabeza. Solamente queremos que nos acepten tal cual somos”.

“Llevo más de 45 años tocando rock ininterrumpidamente, así que nadie me puede hacer un cuento. No nos dejaron tocar en el Patio de María y ahora no nos quieren ver ni por el Submarino Amarillo y el Maxim Rock. Simplemente porque varios dirigentes, administradores de centros nocturnos y escritores especializados han dado, no públicamente, una mala opinión de nosotros. Todos estos funcionarios están estrechamente vinculados, se ayudan unos a los otros y no nos programan. Soy una persona que cultivo la moral por encima de todas las cosas, ellos no, y si para dar un concierto tengo que dar dinero, sobornar a alguien, prefiero no hacerlo. En la Cuba de hoy si no caes bien, no tienes padrino y si no sueltas dinero no puedes hacer valer tu talento y nadie te conoce”.

“Comenzamos como un trío y lucíamos muy bien, así que eso molestó a alguien que se cree mejor artista que nosotros y nos hicieron la cruz. Probamos en el ámbito privado, centros nocturnos, paladares y demás, pero nadie quiere rock and roll en Cuba. Dimos dos conciertos unos domingos por la tarde en el Havana Hard Rock, pero el lugar tuvo que cerrar por una resolución gubernamental. No nos queda otra que perseverar y seguir sufriendo”.

“Ya yo estoy acostumbrado a la censura y a que nos discriminen. Hace muchísimos años hicimos un disco con la disquera EGREM que fue saboteado por ellos mismos, nos tumbaron toda la baja frecuencia cuando salió el disco a la venta para desacreditar mi persona y a mi banda. Sin embargo, se agotó y cuando hice la reclamación, no me la aceptaron, me atropellaron y atacaron por todos los frentes”.

“Por allá por 1975, cuando los ritmos anglosajones eran prohibidos en Cuba, comenzamos a tocar covers y algunos números propios que se adaptaban a esa música que era el underground de aquella época. Algo psicodélico, progresivo, medio hard rock. Éramos los únicos que hacíamos eso y desde aquellos tiempos no nos daban libertad”.

“Estábamos muy bien y eso levantaba ronchas. Recuerdo una oportunidad que tocamos en la costa con los Almas Vertiginosas y aquello fue tremendo para ellos, pues estaban en los sonidos ‘ligeritos’ de la WQAM y nosotros en los temas complejos de Baker Street. Desde aquella vez, muchos rockeros que ahora dirigen instituciones culturales, no nos soportan. Poco tiempo después vino el problema del ‘Patria o Muerte’ y nos diluimos como todos aquellos que no hacían canción política. Pero nosotros no teníamos nada que ver con eso, lo nuestro era un mundo aparte como sigue siendo”.

“Hace poco terminamos un demo que contiene 7 temas en inglés y 9 en español de mi autoría y lo titulamos Amo la vida. Algo positivo que tenemos es que interpretamos todas las vertientes del rock. La misma vida nos ha llevado a hacerlo. Fuimos de los primeros en montar covers porque nos estábamos muriendo de hambre, la historia no se puede tapar con un dedo”.

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menendez
23 de octubre, 2014 11:41 am (GMT-5:00)
el rockero mas arrebatao del universo