Cuando arden ciertas llagas. (Una respuesta a “Los sueños, sueños son”)



Tal y como ha hecho el autor del artículo “Los sueños, sueños son” que salió publicado en la edición del 29 de septiembre de 2014, yo también he pensado mucho, muchísimo, más de lo habitual en mi ocupado quehacer para dejar estas palabras que moldean mis opiniones y con ánimos de confrontación, es cierto, para qué ser eufemística.

Como estoy en el grupo de colaboradores habituales de este sitio (el autor del artículo en cuestión nos llama "tropa de entusiastas corresponsales"), que ha marcado un antes y un después para un "internauta" que radique en el archipiélago, el asunto del material me llega de cerca. Y la razón principal por la que comencé a elucubrar mis ideas fueron las siguientes frases textuales, las mismas que trataré de confrontar con ideas propias, las que espero sean igual de entendidas desde una primera lectura, siempre recordando la polisemia del lenguaje.

“Para muchos de los que exponen sus vivencias en PMU, el Estado y sus instituciones son los grandes molinos de viento contra los que hay que batallar. A mi juicio esta es una visión que no por verdadera, debe convertirse en esquema”.

¿Esquema? ¿Es un esquema en Cuba que la institucionalidad y su correspondiente cuota de relación con el Estado, se monta en una parafernalia en la que unos molinos de viento son imágenes idílicas para lo que sucede en la vida real? Por las respuestas que dan los músicos honestos en estas páginas de PMU que pugnan con encono y pasión, sin esas batallas, ellos no podrían estar donde están hoy. Algunos aún cobijados bajo un piso underground, otros en una especie de "fraternal apretón de manos" con conocidas instituciones oficiales, sin las cuales no podrían llegar a ser conocidos habituales para un público cómodo y veterano en esos espacios. Nada, esta patria grande tiene atajos culturales que son ricos de transitar y despertar. Lo difícil es caminar por esos atajos y lograr hacerlos visibles.

Desde mi espacio provincial, bien provincial por cierto, (aunque en la cabecera de una ciudad que se da el gusto de querer emular con la capital), he visto nacer y fenecer tantos proyectos artísticos, tantos sueños y sueños, que si hacemos sus historias y remembranzas, y es una buena idea, ¿serán esquemas?. No estoy segura, pero sí habrá cierto patrón que nos dice mucho, mucho, sobre lo que está sucediendo. Entonces no temamos a esos esquemas. Mejor sigamos haciendo valer las soluciones que han encontrado esos artistas para despojarse de pensadas vestimentas que les quieren adjudicar, para así situarlos “en el justo medio del contexto que hoy vivimos, sin tapujos, ni clichés que lo hagan otro Juan Pérez, aunque así se llame”.

¿Cuáles son las índoles que atormentan a un creador, cuáles son las maneras que tiene para sortear “esos obstáculos que torpedean su afán artístico”? Creo que PMU anda respondiendo eso desde hace mucho rato, a la manera de cada colaborador, muchos de ellos sin ser profesionales o tener oficio. Estamos indagando, poquito a poquito. Pero lo más complaciente sucede y lo he vivido de cerca, cuando esa persona que anda desvelado escribiendo letras en cualquier papel, o haciendo el beat en su computadora o laptop, conseguida o resuelta, pero finalmente propia, cuando está preocupado porque no hay lugar para ensayar o que tiene que buscar un amplificador para el bajo, encuentra el artículo de PMU que lo "retrata" en un momento determinado y se siente satisfecho, complacido: al fin alguien le hace una entrevista, al fin se publica algo de él o de ella, y es verdad, esas fueron sus palabras, así vive, ese es su disco, más o menos eso fue lo que trató de decir en sus canciones…

¿Se nos habrá ido la mano, abusando de “adjetivos y calificativos grandilocuentes”?. Es probable, no hay verdadera pasión sin elocuencia y es que estamos buscando algo e iluminándolo cuando casi nadie más lo hace, gracias a PMU. Creo que nunca daremos con las verdaderas caras de estas monedas que pululan en el cotidiano vivir de estos músicos, ni siquiera podremos dar toda la dimensión que ellos mismos quieren. Lo mejor es que estamos intentándolo y emocionante es cuando arden ciertas llagas.

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COLABORADOR
28 de octubre, 2014 12:11 pm (GMT-5:00)
MUY CIERTAS SUS PALABRAS, GRACIAS