La filósofa de la música



Ella es fina, de piel muy pulcra, facciones de ángel y una sonrisa juguetona, pero en el escenario su lírica es toda una llamarada de fuego. Ivette, la filósofa de la letra, estudió en Chicago, Estados Unidos. Regresó a Cuba a los trece años y desde entonces vive aquí. Estudió ballet, piano y guitarra, pero esta última es la que más la cautiva. Por esos sus temas musicales son compuestos a pura guitarra y muy pocos son los que llevan algún que otro background grabado. Revela que le encantan los clásicos musicales y le fascina el jazz, quizás por eso su música es una mezcla de funk, jazz y detalles del pop. Su repertorio cuenta con diez canciones propias y espera terminar otras dos. Sus temas son inspirados en el ajetreo diario de la sociedad y la idiosincrasia popular, sobre todo el acontecer juvenil.

Ivette es conocida en el Opus Bar donde solía presentarse, en el centro nocturno de 3ra y 8 en el Vedado y por estos días se le puede ver también en el Bar Espacios de la capital habanera. Para ella hacer trova funk es lo principal, pues su retórica de guitarra deja a todos un margen para la reflexión, pero también un buen ritmo para bailar y engancharse con sus pegajosas composiciones.

Esta chica tiene un gran cúmulo de ideas y proyectos por realizar. Entre ellos está lanzar su disco Amor en números. En este álbum la cantante combina varios estilos y ritmos que le dan un matiz muy ecléctico. El tema que da título al disco: “Amor en números”, es el más popular. “Apiádate de ella”, “Abrázame”, “Tocándolo así”, “Noche de bar”, “Ábreme la puerta”, “La abusadora”, “Mujer con mujer”, “El chico de plástico” y “La chica del malecón” son las otras canciones presentes en la futura producción. Además, Ivette participa en un proyecto musical como acompañante con el rapero Black-Yoe, con quien espera grabar otro disco. Una excelente oportunidad que serviría como la plataforma ideal para el lanzamiento de su propio álbum.

Ivette espera pacientemente sabiendo que las oportunidades se irán dando poco a poco, mientras se dedica a perfeccionar el trabajo ya realizado, dándole los últimos retoques y arreglos a los temas compuestos, y además continúa promocionando sus canciones en propia voz donde su actitud triunfadora, su belleza física y su enorme talento para la música, le auguran un éxito rotundo.

Con su disco, la joven músico está completamente convencida de arrastrar a la fanaticada capitalina, la cual sabe crítica y extremadamente selectiva porque el contenido de sus letras hace que las canciones gusten mucho al público joven que las escucha, pues son letras más allá de lo banal, que trasmiten un mensaje conciso sin dejar de ser un género urbano al más puro estilo underground de articular palabras.

Sólo nos resta desearles la mejor de las suertes a Ivette, y muchos éxitos en su debut oficial discográfico: Amor en Números.

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