No somos un estigma, más bien un enigma
24 de noviembre de 2014
Conocí a Dayana Rabí “La Amazona” mientras fungía como invitada del grupo Alami en un concierto que mezclaba el jazz con otros géneros musicales. Me impresionó su soltura en el escenario y la facilidad con que empastó con los demás invitados. Ese día conversamos sobre su trabajo y la posibilidad de vincularlo con PMU.
Esta joven MC me explicó su situación con bastante desenfado: “No somos un estigma, más bien un enigma. Mucha de nuestra influencia proviene del hip hop que se hacía a finales de los 90 en el reparto Alamar, el programa televisivo norteamericano Soul Train, y los ritmos jamaicanos y caribeños en general. De adolescente comencé a imitar y desarrollar esa música que escuchaba”.
“Ser rapera no es sólo cantar y vestirse de una manera, sino es una ideología que combate las desigualdades sociales. Nuestra música es urbana aunque hemos llegado a todos los rincones de nuestro país. Las mujeres también formamos parte de la cultura hip hop y en nuestros comienzos pasamos por una etapa mimética, algo normal en los movimientos que surgen. El rap es un ritmo marginado en Cuba, más si el artista es mujer, pues ocurre una doble discriminación. Sin embargo, existen muchas exponentes que luchan por imponerse en la escena underground”.
“Cuando se habla del hip hop cubano se le encasilla en lo que se hace en La Habana, pero se cultiva en todo el país. De hecho Santiago de Cuba tiene una de las escenas hip hop más interesantes de toda Iberoamérica y disponemos de varias representantes por allá”.
“Existe un movimiento que aboga por los derechos de la mujer, hay varias trovadoras y cantautoras que lo apoyan, pero nunca han convocado a una rapera. Nosotras mismas nos discriminamos, es algo inaudito… A veces son mujeres las dirigentes culturales de las instituciones que nos impiden presentarnos. Plantean que nuestro mensaje no es acorde a la ‘mujer cubana contemporánea’. ¿Qué saben ellas? Este es nuestro mensaje y manera de decir. Casi ninguna pertenece a la Agencia Cubana del Rap porque es una empresa que más bien actúa como figura decorativa, lejos de ayudar, lo que hace es entorpecer nuestro trabajo con sus trabas y burocratismo”.
“Como soy independiente, yo misma preparo y produzco mis presentaciones. Diseño las carátulas y grabo mi producto en estudios caseros, debido a que las raperas no tenemos oportunidad de entrar a algún estudio profesional. Vendo mis discos y memorias flash en los conciertos para recuperar recursos, aunque eso da muy poco. Hay mucha piratería, los mismos que venden discos de los Van Van, ofertan rap cubano. Claro, para nosotros es más fácil que para otros formatos musicales porque trabajamos con background y voz nada más”.
“Varias de mis letras abordan la desigualdad entre el hombre y la mujer, ya que se nos trata como un mero objeto sexual, pero también transito por el amor y el desamor. En diversas oportunidades he trabajado con el rapero Osmany Fernández El Fiera, en el proyecto Sin Límite, y nos entendemos muy bien. A ver, no es que nos estemos echando todo el tiempo, sino que tratamos otros temas como la desigualdad social y la lucha por la supervivencia del cubano de a pie”.
“Deseamos que nos abran paso, somos muchas, pero podemos compartir espacios y público. No somos rivales, sino compañeras de causa. A veces no he tenido trabajo, dinero, un techo, ropa o comida, pero siempre el hip hop ha estado a mi lado. El rap me ha salvado de la depresión en diversas oportunidades. Soy espiritual y nunca practico la maldad. Nuestras letras no son agresivas, tenemos el don de la poesía y sutileza en lo que decimos”.
“En Cuba pasan muchas cosas que no se reflejan en la televisión, ni la radio, y donde único se tocan es en las canciones de rap. Nuestro movimiento se ha convertido en la voz de una generación que no se ve reflejada en otro lugar. Llevamos un camino recorrido que nos identifica personalmente y ante el público”.
“Las raperas cubanas tenemos identidad y bien definido qué queremos y hacia dónde vamos. Aquí es más difícil y nos tomará bastante tiempo, pero te aseguro que nos vamos a imponer”.
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24 de noviembre de 2014
Conocí a Dayana Rabí “La Amazona” mientras fungía como invitada del grupo Alami en un concierto que mezclaba el jazz con otros géneros musicales. Me impresionó su soltura en el escenario y la facilidad con que empastó con los demás invitados. Ese día conversamos sobre su trabajo y la posibilidad de vincularlo con PMU. Esta joven MC me explicó su situación con bastante desenfado: “No somos un estigma, más bien un enigma. Mucha de nuestra influencia proviene del hip hop que se hacía a finales de los 90 en el reparto Alamar, el programa televisivo norteamericano Soul Train, y los ritmos jamaicanos y caribeños en general. De adolescente comencé a imitar y desarrollar esa música que escuchaba”.
“Ser rapera no es sólo cantar y vestirse de una manera, sino es una ideología que combate las desigualdades sociales. Nuestra música es urbana aunque hemos llegado a todos los rincones de nuestro país. Las mujeres también formamos parte de la cultura hip hop y en nuestros comienzos pasamos por una etapa mimética, algo normal en los movimientos que surgen. El rap es un ritmo marginado en Cuba, más si el artista es mujer, pues ocurre una doble discriminación. Sin embargo, existen muchas exponentes que luchan por imponerse en la escena underground”.
“Cuando se habla del hip hop cubano se le encasilla en lo que se hace en La Habana, pero se cultiva en todo el país. De hecho Santiago de Cuba tiene una de las escenas hip hop más interesantes de toda Iberoamérica y disponemos de varias representantes por allá”.
“Existe un movimiento que aboga por los derechos de la mujer, hay varias trovadoras y cantautoras que lo apoyan, pero nunca han convocado a una rapera. Nosotras mismas nos discriminamos, es algo inaudito… A veces son mujeres las dirigentes culturales de las instituciones que nos impiden presentarnos. Plantean que nuestro mensaje no es acorde a la ‘mujer cubana contemporánea’. ¿Qué saben ellas? Este es nuestro mensaje y manera de decir. Casi ninguna pertenece a la Agencia Cubana del Rap porque es una empresa que más bien actúa como figura decorativa, lejos de ayudar, lo que hace es entorpecer nuestro trabajo con sus trabas y burocratismo”.
“Como soy independiente, yo misma preparo y produzco mis presentaciones. Diseño las carátulas y grabo mi producto en estudios caseros, debido a que las raperas no tenemos oportunidad de entrar a algún estudio profesional. Vendo mis discos y memorias flash en los conciertos para recuperar recursos, aunque eso da muy poco. Hay mucha piratería, los mismos que venden discos de los Van Van, ofertan rap cubano. Claro, para nosotros es más fácil que para otros formatos musicales porque trabajamos con background y voz nada más”.
“Varias de mis letras abordan la desigualdad entre el hombre y la mujer, ya que se nos trata como un mero objeto sexual, pero también transito por el amor y el desamor. En diversas oportunidades he trabajado con el rapero Osmany Fernández El Fiera, en el proyecto Sin Límite, y nos entendemos muy bien. A ver, no es que nos estemos echando todo el tiempo, sino que tratamos otros temas como la desigualdad social y la lucha por la supervivencia del cubano de a pie”.
“Deseamos que nos abran paso, somos muchas, pero podemos compartir espacios y público. No somos rivales, sino compañeras de causa. A veces no he tenido trabajo, dinero, un techo, ropa o comida, pero siempre el hip hop ha estado a mi lado. El rap me ha salvado de la depresión en diversas oportunidades. Soy espiritual y nunca practico la maldad. Nuestras letras no son agresivas, tenemos el don de la poesía y sutileza en lo que decimos”.
“En Cuba pasan muchas cosas que no se reflejan en la televisión, ni la radio, y donde único se tocan es en las canciones de rap. Nuestro movimiento se ha convertido en la voz de una generación que no se ve reflejada en otro lugar. Llevamos un camino recorrido que nos identifica personalmente y ante el público”.
“Las raperas cubanas tenemos identidad y bien definido qué queremos y hacia dónde vamos. Aquí es más difícil y nos tomará bastante tiempo, pero te aseguro que nos vamos a imponer”.
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