Nunca dejen de soñar
24 de noviembre de 2014
Caminando por el Parque Céspedes de Bayamo me sorprendió su voz, aunque muy clara, era potente. Busqué de donde provenía tal melodía y descubrí a una muchacha, casi niñita, detrás de la guitarra. Muy delgada, bajita, de rasgos aindiados, esta chica demostró ser un genio musical de los que no estamos acostumbrados. Zullin Tornés Brizuela empezó a componer con la escasa edad de diez años, “al principio componía con la melodía de otras canciones y yo ponía la letra que me convenía, luego empecé a crear mi melodía y mis letras, y así aparecieron mis primeros temas”.
El sueño de ser cantante venía aparejado a sus composiciones, me cuenta entre despistados acordes de la guitarra. Vienen curiosos a escucharla, todos comentan la preciosa voz que tiene. “Me gusta cantar en espacios abiertos, así como los parques, sin fines lucrativos. El hecho es que aquí no molesto a nadie y en mi casa los vecinos me mandan a callar porque canto muy alto”.
Zullin no se siente muy cómoda entre mucha gente, comenta es una chica tranquila, solitaria, “no tengo muchos amigos, por eso los pocos que tengo son de verdad”. Puede que ese carácter solitario le haya servido en sus aspiraciones, ya que es una músico autodidacta, nunca ha pertenecido a ningún grupo musical. Sólo toca la guitarra más o menos porque nunca estudió para ello.
“Aprendí sola cuando tuve la guitarra. Fue cuando empecé a componer melodía. Nunca he dado clases de canto, ni guitarra, pero sí estuve en orquesta de guitarra, aquí en la Casa de la Cultura de Bayamo y quisiera agradecer a José, él si me enseñó algunas cositas”. Ahora, con dieciséis años hace lo que le gusta, inspirada básicamente en el pop moderno y la canción balada. Su artista favorita es la mexicana María José, poco conocida en Cuba.
Sus presentaciones han sido escasas, una vez participó en Festival de Boleros, en la categoría de jóvenes y adultos, donde cantó la canción “Sin ti”, interpretada por Luis Miguel. No obstante a esto, ya cuenta con un público selecto las noches que va a cantar al parque, donde su música es para quien quiera escucharla y los temas más solicitados son “Esta noche” y “Que vea el que quiera”. Ambas baladas, demuestran la expectante pasión juvenil, identificando situaciones vividas por cualquier humano sensible.
Aunque tiene grandes aspiraciones de llevar su música a otros lugares fuera de Bayamo, Zullin no tienes intenciones de pertenecer a un grupo. “No me identifico con ninguna agrupación cubana actual, tal vez un poco con Buena Fe, pero mi idea es ser solista, no estar en un grupo”.
Lo peor es que con los grandes dones que tiene, no todos los que la rodean creen que pueda llegar a ser lo que quiere, principalmente las personas cercanas a ella como su papá, su mamá en menor medida, y algunos amigos. Sin embargo, dando a todos lecciones de humildad, confiesa agradecer el apoyo de su familia, “incluso el de mi papa que me apoya, pero dice que no voy a lograr nada. El momento más feliz de mi vida fue cuando a los doce años me regalaron la guitarra. Desde entonces no he pensado, ni querido nada más que vincular mi vida estrechamente con la música. Por eso seguiré viniendo a los parques, las plazas, cualquier hueco donde pueda cantar y la gente que me aprecie, me escuche. Es una manera de brindar un mensaje, sobre todo a los jóvenes que están en similar situación: nunca dejen de soñar”.
Comentarios Dejar un comentario
24 de noviembre de 2014
Caminando por el Parque Céspedes de Bayamo me sorprendió su voz, aunque muy clara, era potente. Busqué de donde provenía tal melodía y descubrí a una muchacha, casi niñita, detrás de la guitarra. Muy delgada, bajita, de rasgos aindiados, esta chica demostró ser un genio musical de los que no estamos acostumbrados. Zullin Tornés Brizuela empezó a componer con la escasa edad de diez años, “al principio componía con la melodía de otras canciones y yo ponía la letra que me convenía, luego empecé a crear mi melodía y mis letras, y así aparecieron mis primeros temas”.
El sueño de ser cantante venía aparejado a sus composiciones, me cuenta entre despistados acordes de la guitarra. Vienen curiosos a escucharla, todos comentan la preciosa voz que tiene. “Me gusta cantar en espacios abiertos, así como los parques, sin fines lucrativos. El hecho es que aquí no molesto a nadie y en mi casa los vecinos me mandan a callar porque canto muy alto”.
Zullin no se siente muy cómoda entre mucha gente, comenta es una chica tranquila, solitaria, “no tengo muchos amigos, por eso los pocos que tengo son de verdad”. Puede que ese carácter solitario le haya servido en sus aspiraciones, ya que es una músico autodidacta, nunca ha pertenecido a ningún grupo musical. Sólo toca la guitarra más o menos porque nunca estudió para ello.
“Aprendí sola cuando tuve la guitarra. Fue cuando empecé a componer melodía. Nunca he dado clases de canto, ni guitarra, pero sí estuve en orquesta de guitarra, aquí en la Casa de la Cultura de Bayamo y quisiera agradecer a José, él si me enseñó algunas cositas”. Ahora, con dieciséis años hace lo que le gusta, inspirada básicamente en el pop moderno y la canción balada. Su artista favorita es la mexicana María José, poco conocida en Cuba.
Sus presentaciones han sido escasas, una vez participó en Festival de Boleros, en la categoría de jóvenes y adultos, donde cantó la canción “Sin ti”, interpretada por Luis Miguel. No obstante a esto, ya cuenta con un público selecto las noches que va a cantar al parque, donde su música es para quien quiera escucharla y los temas más solicitados son “Esta noche” y “Que vea el que quiera”. Ambas baladas, demuestran la expectante pasión juvenil, identificando situaciones vividas por cualquier humano sensible.
Aunque tiene grandes aspiraciones de llevar su música a otros lugares fuera de Bayamo, Zullin no tienes intenciones de pertenecer a un grupo. “No me identifico con ninguna agrupación cubana actual, tal vez un poco con Buena Fe, pero mi idea es ser solista, no estar en un grupo”.
Lo peor es que con los grandes dones que tiene, no todos los que la rodean creen que pueda llegar a ser lo que quiere, principalmente las personas cercanas a ella como su papá, su mamá en menor medida, y algunos amigos. Sin embargo, dando a todos lecciones de humildad, confiesa agradecer el apoyo de su familia, “incluso el de mi papa que me apoya, pero dice que no voy a lograr nada. El momento más feliz de mi vida fue cuando a los doce años me regalaron la guitarra. Desde entonces no he pensado, ni querido nada más que vincular mi vida estrechamente con la música. Por eso seguiré viniendo a los parques, las plazas, cualquier hueco donde pueda cantar y la gente que me aprecie, me escuche. Es una manera de brindar un mensaje, sobre todo a los jóvenes que están en similar situación: nunca dejen de soñar”.
Comentarios Dejar un comentario
- No hay comentarios en este momento.