Regresan las fiestas de Cocosolo Social Club
1 de diciembre de 2014
Para hablar del movimiento underground de la capital cubana es imposible dejar de mencionar a Cocosolo Social Club. Esta agrupación musical defiende el género alternativo al mezclar ritmos cubanos con sonoridades foráneas que hacen que su música goce de gran originalidad.
Manuel Martínez, director, y Yamilka Velázquez, directora musical, se propusieron crear un grupo mediante el cual pudieran defender su propia identidad, valores e inquietudes. De esta manera surgió Cocosolo Social Club en el año 2009, integrado además por Alexis Vejerano, Lázaro Rivero, El Luiso y Sarah Jane Martínez Velázquez, hija de los creadores de esta propuesta artística.
El objetivo principal del proyecto es integrar al barrio donde viven a través del arte y sin interés alguno. En su propio hogar, Manuel y Yamilka realizan exposiciones de pinturas, brindan un sitio donde se pueden adquirir libros de disímiles temas y efectúan talleres de canto para niños.
Desde su fundación, la agrupación realizaba fiestas en su hogar donde acudía público de diversos municipios de La Habana en busca de la buena vibra que se sentía en estas actividades. Como ya es costumbre en el movimiento underground, las autoridades censuraron estas celebraciones por motivos desconocidos para estos artistas. Fue así como en agosto de 2012 efectuaron su último espectáculo, donde participó entre otros invitados, David D’ Omni.
Después de mucho tiempo y con el apoyo de PMU, Cocosolo Social Club logró realizar un concierto para su comunidad el 22 de noviembre de 2014, celebrando el 5to aniversario del proyecto. Esta noche fue muy representativa para los anfitriones, y la ansiedad y el nerviosismo no se podían esconder.
El comienzo estaba previsto para las nueve de la noche, pero una intensa lluvia lo detuvo. Minutos después cesó el aguacero y subieron los artistas al escenario a realizar las pruebas de audio pertinentes. Cuando todo indicaba el inicio de la actividad, el público se veía expectante por ver en escena a los anfitriones, pero volvió el torrencial y de nuevo se apagó el audio.
Así se mantuvo la noche, lloviendo y escampando, todo parecía anunciar la suspensión del concierto. Pero como los impedimentos no es algo que amilane a los exponentes del underground, la banda decidió cantar para su público aunque fuese a capela. Pareciera que la lluvia estaba esperando este arranque de valentía y derroche de amor por el arte, pues inmediatamente se detuvo. Todo fue alegría en ese momento y sin dilatar mucho las cosas, Cocosolo Social Club comenzó a tocar.
El tiempo perdido y el cambio de escenario causaron cambios en el guión del espectáculo. Los audiovisuales que se pretendían mostrar y la música grabada al final tuvieron que posponerse para otra ocasión. El grupo regaló a los más de treinta seguidores fieles que desafiaron al tiempo, temas de sus tres discos: Los hijos de María, ¡Ay! Cunuco, y Con tres patas no cojeo. Las canciones que más coreó el público junto a los músicos fueron: “Tus ojos”, “María”, “Infladera”, “Ulises”, “Naruto”, “Dancing light” y “Cafetera”.
A pesar de los problemas que se presentaron durante toda la noche, los artistas cumplieron al máximo sus expectativas. Los presentes se mostraron agradecidos por la entrega y compromiso que se notó en el escenario.
Al finalizar el evento, una de las integrantes en exclusiva para PMU, expresó: “Me siento satisfecha y sé que el equipo opina lo mismo. Agradezco primeramente, al proyecto PMU porque hicieron posible esto y a varios amigos que siempre nos apoyan. Nunca se puede hacer el trabajo sin ayuda, creo que la unión es lo fundamental. Trabajar con sinceridad es lo mejor, por eso es rico que se dé esto de esta manera, porque así podemos decir: se puede”.
Por último, la directora musical nos dijo: “Cocosolo Social Club es el espacio donde nos podemos recrear. Podemos expresar todo lo que vamos viviendo, el fruto de las relaciones, vivencias diarias y todas las cuestiones que enfrentamos en la vida. Nuestra expresión está ahí…”.
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1 de diciembre de 2014
Para hablar del movimiento underground de la capital cubana es imposible dejar de mencionar a Cocosolo Social Club. Esta agrupación musical defiende el género alternativo al mezclar ritmos cubanos con sonoridades foráneas que hacen que su música goce de gran originalidad.
Manuel Martínez, director, y Yamilka Velázquez, directora musical, se propusieron crear un grupo mediante el cual pudieran defender su propia identidad, valores e inquietudes. De esta manera surgió Cocosolo Social Club en el año 2009, integrado además por Alexis Vejerano, Lázaro Rivero, El Luiso y Sarah Jane Martínez Velázquez, hija de los creadores de esta propuesta artística.
El objetivo principal del proyecto es integrar al barrio donde viven a través del arte y sin interés alguno. En su propio hogar, Manuel y Yamilka realizan exposiciones de pinturas, brindan un sitio donde se pueden adquirir libros de disímiles temas y efectúan talleres de canto para niños.
Desde su fundación, la agrupación realizaba fiestas en su hogar donde acudía público de diversos municipios de La Habana en busca de la buena vibra que se sentía en estas actividades. Como ya es costumbre en el movimiento underground, las autoridades censuraron estas celebraciones por motivos desconocidos para estos artistas. Fue así como en agosto de 2012 efectuaron su último espectáculo, donde participó entre otros invitados, David D’ Omni.
Después de mucho tiempo y con el apoyo de PMU, Cocosolo Social Club logró realizar un concierto para su comunidad el 22 de noviembre de 2014, celebrando el 5to aniversario del proyecto. Esta noche fue muy representativa para los anfitriones, y la ansiedad y el nerviosismo no se podían esconder.
El comienzo estaba previsto para las nueve de la noche, pero una intensa lluvia lo detuvo. Minutos después cesó el aguacero y subieron los artistas al escenario a realizar las pruebas de audio pertinentes. Cuando todo indicaba el inicio de la actividad, el público se veía expectante por ver en escena a los anfitriones, pero volvió el torrencial y de nuevo se apagó el audio.
Así se mantuvo la noche, lloviendo y escampando, todo parecía anunciar la suspensión del concierto. Pero como los impedimentos no es algo que amilane a los exponentes del underground, la banda decidió cantar para su público aunque fuese a capela. Pareciera que la lluvia estaba esperando este arranque de valentía y derroche de amor por el arte, pues inmediatamente se detuvo. Todo fue alegría en ese momento y sin dilatar mucho las cosas, Cocosolo Social Club comenzó a tocar.
El tiempo perdido y el cambio de escenario causaron cambios en el guión del espectáculo. Los audiovisuales que se pretendían mostrar y la música grabada al final tuvieron que posponerse para otra ocasión. El grupo regaló a los más de treinta seguidores fieles que desafiaron al tiempo, temas de sus tres discos: Los hijos de María, ¡Ay! Cunuco, y Con tres patas no cojeo. Las canciones que más coreó el público junto a los músicos fueron: “Tus ojos”, “María”, “Infladera”, “Ulises”, “Naruto”, “Dancing light” y “Cafetera”.
A pesar de los problemas que se presentaron durante toda la noche, los artistas cumplieron al máximo sus expectativas. Los presentes se mostraron agradecidos por la entrega y compromiso que se notó en el escenario.
Al finalizar el evento, una de las integrantes en exclusiva para PMU, expresó: “Me siento satisfecha y sé que el equipo opina lo mismo. Agradezco primeramente, al proyecto PMU porque hicieron posible esto y a varios amigos que siempre nos apoyan. Nunca se puede hacer el trabajo sin ayuda, creo que la unión es lo fundamental. Trabajar con sinceridad es lo mejor, por eso es rico que se dé esto de esta manera, porque así podemos decir: se puede”.
Por último, la directora musical nos dijo: “Cocosolo Social Club es el espacio donde nos podemos recrear. Podemos expresar todo lo que vamos viviendo, el fruto de las relaciones, vivencias diarias y todas las cuestiones que enfrentamos en la vida. Nuestra expresión está ahí…”.
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