Dando la vuelta al parque: entre Bouquet y K'Bolá
1 de diciembre de 2014
Dando la vuelta al parque José Martí de la ciudad de Cienfuegos estuve casi toda la noche del cinco de noviembre último. Ese día iba a presenciar una nueva presentación del Proyecto K'Bolá, y en los portales del Teatro Terry me enteré que también pasadas las diez, el grupo Bouquet ofrecería un concierto diferente, así que no quise perderme ninguna de las propuestas.
En la esquina noroeste del mencionado parque, tomando como referencia la Iglesia Catedral, el proyecto K'Bolá ofrecía una muestra callejera de hip hop. Cuando llegué al lugar, dos artistas de la plástica terminaban sus obras en plena calle, sujetando sus cartulinas con cinta adhesiva que les extendía un voluntario. Mientras en la pantalla que cubría alrededor de dos metros cuadrados, se proyectaban vídeos de artistas underground cubanos. Me llamó la atención especialmente, un material que exponía la comunión del músico cubano Pablo Milanés con algunos raperos de la Isla.
Como en las otras dos ocasiones en que se ha presentado K'Bolá, la intención de instruir al público fue esta vez la máxima esencial. Ahora puntualizaban en eliminar la discriminación que sufren aún los artistas que defienden géneros y subgéneros como el rap y el reggae, por parte de los espectadores y otros músicos. También me sorprendió una demostración de breakdance a cargo de varios bailarines, sobre todo porque han pasado muchos años desde que este tipo de actividad artística se hacía en el territorio.
Con respecto al público asistente podría afirmar que fue más numeroso que en aquel diez de mayo en que asistiera por primera vez a una de las actividades de K'Bolá y ello se debió fundamentalmente a la constante promoción que hacen estos muchachos. Carlos Infante como representante del proyecto, desarrolla una labor eficaz en dar a conocer personalmente vía SMS y mediante volantes hechos a mano, las apariciones de K'Bolá, y quien suscribe fue testigo y objeto de ello.
Mientras tanto, fui dando mis viajes de ida y vuelta una y otra vez, escuchaba y presenciaba algo de lo que acontecía en la esquina del parque con K'Bolá y otro tanto de lo que hacía Bouquet en el patio del Café Teatro Terry.
En breves charlas con amigos que me encontré allí, supe que la nueva propuesta de Bouquet apenas tenía tres ediciones. Curiosamente, las carteleras que televisan a diario y las que anuncian por la radio provincial no contenían la realización de este nuevo proyecto acústico.
Con Pavel Cama y Aivis Prieto en las guitarras, Ariel López más conocido como El Gato, en el bajo, y Dayron Cruz en el cajón acústico, los muchachos de Bouquet, pese a los deslices con la calidad del audio, hicieron maravillas. La idea de hacer versiones y arreglos acústicos, creo que muchos amantes de la música de la banda y de los clásicos del pop rock la estábamos pidiendo sin saberlo. A algunos nos remonta a aquellos tiempos en los que los músicos hacían de las suyas y mostraban sus verdaderos talentos sin ayuda de la tecnología, en un mano a mano entre la canción y el instrumento, logrando una unión legítima.
Como siempre digo, las sensaciones son tan importantes como el conocimiento musical y una crítica, primero que todo, debe incluir los atributos positivos de la obra. Por eso, sin ánimo de hacer apología, debo decir que pasé una noche maravillosa escuchando a Bouquet. Interpretaron temas universales como “What's going on”, cantada por muchos y original del músico norteamericano Marvin Gaye; el tema “Nothing Compares 2U” de Prince, popularizado por la controvertida cantante irlandesa Sinead O'Connor; y otros éxitos de la banda inglesa The Police.
Aivis también regaló el bolero “Sabor a mí”, mientras intercalaban canciones de su repertorio como “Sigue a tu presa”, que da título a una de sus producciones discográficas independientes. Todo en versiones y arreglos acústicos.
Finalmente podría decir que la noche fue provechosa. De pronto el panorama underground cienfueguero tomaba una dimensión inesperada: el rescate del breakdance y un retorno a lo básico: el músico y su instrumento. Disfruté por entero la vuelta al parque, y sólo lamento no haber podido estar todo el tiempo en cada una de las propuestas.
Comentarios Dejar un comentario
1 de diciembre de 2014
Dando la vuelta al parque José Martí de la ciudad de Cienfuegos estuve casi toda la noche del cinco de noviembre último. Ese día iba a presenciar una nueva presentación del Proyecto K'Bolá, y en los portales del Teatro Terry me enteré que también pasadas las diez, el grupo Bouquet ofrecería un concierto diferente, así que no quise perderme ninguna de las propuestas.
En la esquina noroeste del mencionado parque, tomando como referencia la Iglesia Catedral, el proyecto K'Bolá ofrecía una muestra callejera de hip hop. Cuando llegué al lugar, dos artistas de la plástica terminaban sus obras en plena calle, sujetando sus cartulinas con cinta adhesiva que les extendía un voluntario. Mientras en la pantalla que cubría alrededor de dos metros cuadrados, se proyectaban vídeos de artistas underground cubanos. Me llamó la atención especialmente, un material que exponía la comunión del músico cubano Pablo Milanés con algunos raperos de la Isla.
Como en las otras dos ocasiones en que se ha presentado K'Bolá, la intención de instruir al público fue esta vez la máxima esencial. Ahora puntualizaban en eliminar la discriminación que sufren aún los artistas que defienden géneros y subgéneros como el rap y el reggae, por parte de los espectadores y otros músicos. También me sorprendió una demostración de breakdance a cargo de varios bailarines, sobre todo porque han pasado muchos años desde que este tipo de actividad artística se hacía en el territorio.
Con respecto al público asistente podría afirmar que fue más numeroso que en aquel diez de mayo en que asistiera por primera vez a una de las actividades de K'Bolá y ello se debió fundamentalmente a la constante promoción que hacen estos muchachos. Carlos Infante como representante del proyecto, desarrolla una labor eficaz en dar a conocer personalmente vía SMS y mediante volantes hechos a mano, las apariciones de K'Bolá, y quien suscribe fue testigo y objeto de ello.
Mientras tanto, fui dando mis viajes de ida y vuelta una y otra vez, escuchaba y presenciaba algo de lo que acontecía en la esquina del parque con K'Bolá y otro tanto de lo que hacía Bouquet en el patio del Café Teatro Terry.
En breves charlas con amigos que me encontré allí, supe que la nueva propuesta de Bouquet apenas tenía tres ediciones. Curiosamente, las carteleras que televisan a diario y las que anuncian por la radio provincial no contenían la realización de este nuevo proyecto acústico.
Con Pavel Cama y Aivis Prieto en las guitarras, Ariel López más conocido como El Gato, en el bajo, y Dayron Cruz en el cajón acústico, los muchachos de Bouquet, pese a los deslices con la calidad del audio, hicieron maravillas. La idea de hacer versiones y arreglos acústicos, creo que muchos amantes de la música de la banda y de los clásicos del pop rock la estábamos pidiendo sin saberlo. A algunos nos remonta a aquellos tiempos en los que los músicos hacían de las suyas y mostraban sus verdaderos talentos sin ayuda de la tecnología, en un mano a mano entre la canción y el instrumento, logrando una unión legítima.
Como siempre digo, las sensaciones son tan importantes como el conocimiento musical y una crítica, primero que todo, debe incluir los atributos positivos de la obra. Por eso, sin ánimo de hacer apología, debo decir que pasé una noche maravillosa escuchando a Bouquet. Interpretaron temas universales como “What's going on”, cantada por muchos y original del músico norteamericano Marvin Gaye; el tema “Nothing Compares 2U” de Prince, popularizado por la controvertida cantante irlandesa Sinead O'Connor; y otros éxitos de la banda inglesa The Police.
Aivis también regaló el bolero “Sabor a mí”, mientras intercalaban canciones de su repertorio como “Sigue a tu presa”, que da título a una de sus producciones discográficas independientes. Todo en versiones y arreglos acústicos.
Finalmente podría decir que la noche fue provechosa. De pronto el panorama underground cienfueguero tomaba una dimensión inesperada: el rescate del breakdance y un retorno a lo básico: el músico y su instrumento. Disfruté por entero la vuelta al parque, y sólo lamento no haber podido estar todo el tiempo en cada una de las propuestas.
Comentarios Dejar un comentario
- No hay comentarios en este momento.