¿Qué es ser underground en Cuba? (Final)



Desde finales de la década de los 80 y principios de los 90 del pasado siglo, el movimiento underground cubano sufrió una transformación radical motivada fundamentalmente por el surgimiento de la cultura hip hop y por la crisis económico-social que trajo al país la caída del llamado campo socialista. Ello agudizó las diferencias sociales latentes por más de cinco décadas, provocó una lamentable pérdida de valores ético-morales y develó otros peligrosos males presentes en todos los estratos de la sociedad cubana.

Como resultado, varias de las últimas generaciones formadas por la Revolución, para decirlo en términos cubanos, esgrimieron sus propias propuestas artísticas y comunicacionales con el fin de buscar espacios de expresión donde exponer sus opiniones, críticas y hasta ofrecer respuestas para supuestos cambios o reformulaciones de la política cultural del país.

El rap se convirtió en estandarte y a él se sumaron jóvenes de todas partes, sin importar que provinieran del barrio más marginal o de la más rancia aristocracia socialista. Al igual que en otros momentos, ellos encontraron una fuerte resistencia oficial que llamaba a la igualdad y la unión de los creadores para salvar el sistema, pero que no hacía nada para permitirlo.

Los “cambios” y las “aperturas” que sufre la sociedad cubana a partir de la crisis de los 90, así como sus males y vicios, han sido las características del discurso alternativo en estos años que ha podido en mayor o menor medida, hacer públicas sus obras e impulsar la labor de los artistas que no sólo son raperos, sino cultores y seguidores de los más variados géneros con las mismas necesidades de expresión y falta de ayuda y apoyo oficial.

Con centro ahora en barrios de la periferia de las ciudades, fundamentalmente de la capital, los nuevos poetas callejeros o urbanos luchan contra la falta de difusión en los medios de comunicación y se identifican y ganan adeptos en los más disímiles estratos de la sociedad cubana desde intelectuales, hasta convictos.

En las calles circulan de mano en mano, ahora en memorias flash, MP3, y otros reservorios electrónicos, canciones como “Los que merecen no piden”, que da título al disco homónimo del dúo de rap La Alianza, quienes con exquisita lírica pone el dedo en la llaga de los defectos y las insuficiencias de la sociedad, y reclama el derecho a poder expresar criterios diferentes y denunciar.

De manera particular y al parecer única, los esfuerzos institucionales por acallar y eliminar al movimiento underground cubano y muy particularmente a los raperos, no ha tenido éxito, por el contrario se ha revertido el proceso y cada día suma más adeptos que lo valoran y se interesan por él.

Entre las creaciones de la avanzada del movimiento underground cubano, porque no siempre todos los que se ajustan al concepto de la academia hacen crítica social y mucho menos son raperos, se encuentran temáticas como la corrupción, la burocracia, la institucionalidad, la prostitución, el racismo, el abuso de poder, la migración, la vida de los barrios con todas las miserias humanas que la componen.

Después de conversar con raperos cubanos en términos más relajados y apartados del nerviosismo que generan las entrevistas periodísticas, nos hemos percatado que a muchos a pesar de que lo exigen y promulgan, no les interesa en realidad formar parte de las instituciones oficiales y rechazan cualquier acercamiento, prueba de ello es que cada día son menos los interesados en pertenecer a organizaciones como la AHS o las Agencias Cubanas de Rap y de Rock.

Los miembros visibles o activos del movimiento underground cubano (léase raperos, rockeros, etc.) son vistos como hipercriticistas sociales, como una amenaza por los funcionarios oficiales, a pesar de los esfuerzos de los últimos años por atraerlos al redil institucional y tratarlos con cierta deferencia que lo único que logra es apartarlos aún más.

Al igual que en décadas anteriores, pero con nuevos métodos, se les cuestiona e intenta prohibir señalar, denunciar los problemas de la sociedad actual, de los cuales son consecuencia, pero no causa.

Una tendencia actual para intentar denigrar al movimiento underground cubano es tildarlo de marginal, pero no hay nada más ajeno a la verdad. A diferencia del muy de moda reggaetón que de alguna u otra forma también es underground, y salvo contadas excepciones, los raperos y rockeros de la Isla descollan por sus posiciones éticas en la defensa de lo que creen válido, perdurable y perfectible. Quien o quienes hablan así han desaprovechado la oportunidad de acercárseles, compartir y vivir con ellos toda la edificadora experiencia de la creación y no han sufrido lo avatares de las luchas por ganarse y mantener un lugar, aunque sea pequeño, en el acontecer cultural nacional.

Sino de qué manera explicar su poder de convocatoria, su aceptación por la gente de pueblo y hasta por algunos de la élite que ven reflejados sus problemas y realidades en lo que dicen, y los aceptan como voceros y canal de transmisión de lo que muchos quisieran decir, pero no pueden o no quieren.

Los que hablan de decadencia del movimiento underground cubano, del rap, del rock, y tienden continuas trampas a su evolución y desarrollo, no son más que retrógrados dinosaurios ¿pensantes? a los cuales no les interesa reconocer, discutir y cambiar temas claves de la Cuba de hoy, y mucho menos ceder espacios en la política cultural actual.

Si la sociedad en definitiva va a apostar por la diversidad y el cambio, debe aceptar la existencia del movimiento underground, sin cuestionamientos políticos, éticos o de otra índole. Ser o pertenecer a la alternatividad cultural cubana, al movimiento underground, va más allá de la mera asociación a las instituciones oficiales y la “militancia política”.

Es como un gen adicional propiedad exclusiva de los cubanos y cubanas grabado en lo más profundo de nuestra vida espiritual, social y material, que interactúa de forma permanente con nuestra percepción del contexto social, político y económico en que vivimos, que se transmite de generación en generación y que nos permite ser eternamente underground.

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Comentarios   Dejar un comentario
yuariel
8 de diciembre, 2014 11:47 am (GMT-5:00)
Leí los tres artículos y me parecen muy buenos. Ahora sí la página está poniendo el dedo donde duele. Felicitaciones. Sigan por este camino. Gracias