El Templo Producciones-DJ Rey 38
15 de diciembre de 2014
Si hay un soporte que no falta en la producción de la música underground es el estudio independiente. Ya hay cientos de ellos en todo el país, y gracias a esos espacios, algunos en sitios inimaginables y levantados de una forma increíble, es posible la difusión y promoción del trabajo musical de numerosas agrupaciones. Lo más notable es que de allí no sólo sale un músico con su disco, demo o sus pistas, sino que también puede salir con un audiovisual.
Y precisamente uno de esos sitios es el que presentamos hoy, donde por cierto se preservan trazas exquisitas de la historia musical de un movimiento aún desconocido. Se trata de El Templo Producciones que comenzó siendo A.V.Palenke, el home studio que nació en la mítica calle de Santo Tomás, a pocos metros de lo que fuera la meca del hip hop en Santiago de Cuba: el Ateneo, para estar ahora en una minúscula esquina de un interior en el Reparto Santa Bárbara.
El pilar de El Templo es Reinier Charón Morales, a.k.a DJ Rey38, bastante conocido entre los seguidores del rap cubano por ser el beat maker principal de Golpe Seko, GSK, Sketch y de otros tantos. Charón, como también se le llama, transitó desde un demo tan enérgico como Rimas Del Sur y Bases Del Norte hasta un poderoso mixtape como Flow Universal, y sigue creando.
No se desconoce que las producciones fonográficas pueden convertirse en una complicación, aún más cuando los recursos no alcanzan. También, hace falta un talento demostrado que se dé a respetar desde un nombre bien alcanzado por sus méritos y que conjuntamente sea para los demás una marca de reconocimiento. Eso ha logrado este templo musical, donde lo mismo se produce tarrachiña, balada, reggae, cumbia electrónica que coupé-décalé dance hall, socca, bachata hasta kuduro, rap y kizomba.
Si hay una segunda casa multicultural en Santiago de Cuba, pues nadie le gana a Arquímedes Erni Tamayo más conocido por Manicomio de KiKi Pro, es El Templo Producciones de calle 7 en el Reparto Santa Bárbara. En una salita apretada puedes encontrarte y no precisamente de visita, a un nativo de Angola, Haití, el Congo, Jamaica, Zimbabwe, Mozambique, de las dos Guinea, o un rapero conocido llegado ayer de Nueva York, que va a hacer un documental con un rapero santiaguero.
Si de comparaciones se trata, más que un templo es un verdadero Palenque, tal y como nació en un inicio. Gracias a G1-2K, el Grupo de Apoyo Kultural a la Komunidad que lideraba en el año 2005 Isnay Rodríguez DJ Jigüe y la ayuda de los amigos extranjeros de siempre, nació la posibilidad de desarrollar la cultura hip hop desde diferentes aspectos, incluyendo el audiovisual.
Lo que comenzó siendo un cuarto en desuso de un interior, se convirtió en una esquina creativa, también de otro interior. El disco Antivirus, de Kmerun, cuando aquello integrante del grupo Sentimiento Rapero, vio la luz allí bajo las manos de Rey cuando era un Palenque. Así sucedió con 3 X 3 de Kuban Guetto, y Negra Poesía, un spoken word de Morlove (Inaisy Moreno).
Con el paso del tiempo, la avalancha fue creciendo y ahora esa cabinita que mide 90 por 150 centímetros, y donde caben apretadas tres personas, tapizadas sus paredes con cartones de huevo y manzanas, guarda la memoria de más de doscientas creaciones.
Macro, un MC de Angola, grabó allí su disco número 4: Rapsodia II. Otros angolanos como Jota, Simón, Arístides, Kati; cubanos como Silega y Joe, la tropa de TNT, Yeyo, Alain, Hamlet; y muchos más han pasado por el micrófono Rode de DJ Rey38. También han estado allí Edgaro, El Lápiz, Papá Humbertico, El Discípulo, y la lista sería demasiado larga.
Más confiado sale un artista cuando un productor además de hacerte el demo o el disco, te hace aunque sea un vídeo, y en eso se ha especializado DJ Rey 38, pero eso sería hablar de una vertiente en la música underground que va ganando espacio independiente y necesario, y que no viene al caso ahora.
Asegura Charon, o DJ Rey 38, como quieras decirle, que él es un puesto seguro para todo el que quiera grabar en Santiago. Así que ya lo saben, tal y como lo dice su nombre, existe El Templo, donde las puertas siempre están abiertas para quienes quieren grabar su música.
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15 de diciembre de 2014
Si hay un soporte que no falta en la producción de la música underground es el estudio independiente. Ya hay cientos de ellos en todo el país, y gracias a esos espacios, algunos en sitios inimaginables y levantados de una forma increíble, es posible la difusión y promoción del trabajo musical de numerosas agrupaciones. Lo más notable es que de allí no sólo sale un músico con su disco, demo o sus pistas, sino que también puede salir con un audiovisual.
Y precisamente uno de esos sitios es el que presentamos hoy, donde por cierto se preservan trazas exquisitas de la historia musical de un movimiento aún desconocido. Se trata de El Templo Producciones que comenzó siendo A.V.Palenke, el home studio que nació en la mítica calle de Santo Tomás, a pocos metros de lo que fuera la meca del hip hop en Santiago de Cuba: el Ateneo, para estar ahora en una minúscula esquina de un interior en el Reparto Santa Bárbara.
El pilar de El Templo es Reinier Charón Morales, a.k.a DJ Rey38, bastante conocido entre los seguidores del rap cubano por ser el beat maker principal de Golpe Seko, GSK, Sketch y de otros tantos. Charón, como también se le llama, transitó desde un demo tan enérgico como Rimas Del Sur y Bases Del Norte hasta un poderoso mixtape como Flow Universal, y sigue creando.
No se desconoce que las producciones fonográficas pueden convertirse en una complicación, aún más cuando los recursos no alcanzan. También, hace falta un talento demostrado que se dé a respetar desde un nombre bien alcanzado por sus méritos y que conjuntamente sea para los demás una marca de reconocimiento. Eso ha logrado este templo musical, donde lo mismo se produce tarrachiña, balada, reggae, cumbia electrónica que coupé-décalé dance hall, socca, bachata hasta kuduro, rap y kizomba.
Si hay una segunda casa multicultural en Santiago de Cuba, pues nadie le gana a Arquímedes Erni Tamayo más conocido por Manicomio de KiKi Pro, es El Templo Producciones de calle 7 en el Reparto Santa Bárbara. En una salita apretada puedes encontrarte y no precisamente de visita, a un nativo de Angola, Haití, el Congo, Jamaica, Zimbabwe, Mozambique, de las dos Guinea, o un rapero conocido llegado ayer de Nueva York, que va a hacer un documental con un rapero santiaguero.
Si de comparaciones se trata, más que un templo es un verdadero Palenque, tal y como nació en un inicio. Gracias a G1-2K, el Grupo de Apoyo Kultural a la Komunidad que lideraba en el año 2005 Isnay Rodríguez DJ Jigüe y la ayuda de los amigos extranjeros de siempre, nació la posibilidad de desarrollar la cultura hip hop desde diferentes aspectos, incluyendo el audiovisual.
Lo que comenzó siendo un cuarto en desuso de un interior, se convirtió en una esquina creativa, también de otro interior. El disco Antivirus, de Kmerun, cuando aquello integrante del grupo Sentimiento Rapero, vio la luz allí bajo las manos de Rey cuando era un Palenque. Así sucedió con 3 X 3 de Kuban Guetto, y Negra Poesía, un spoken word de Morlove (Inaisy Moreno).
Con el paso del tiempo, la avalancha fue creciendo y ahora esa cabinita que mide 90 por 150 centímetros, y donde caben apretadas tres personas, tapizadas sus paredes con cartones de huevo y manzanas, guarda la memoria de más de doscientas creaciones.
Macro, un MC de Angola, grabó allí su disco número 4: Rapsodia II. Otros angolanos como Jota, Simón, Arístides, Kati; cubanos como Silega y Joe, la tropa de TNT, Yeyo, Alain, Hamlet; y muchos más han pasado por el micrófono Rode de DJ Rey38. También han estado allí Edgaro, El Lápiz, Papá Humbertico, El Discípulo, y la lista sería demasiado larga.
Más confiado sale un artista cuando un productor además de hacerte el demo o el disco, te hace aunque sea un vídeo, y en eso se ha especializado DJ Rey 38, pero eso sería hablar de una vertiente en la música underground que va ganando espacio independiente y necesario, y que no viene al caso ahora.
Asegura Charon, o DJ Rey 38, como quieras decirle, que él es un puesto seguro para todo el que quiera grabar en Santiago. Así que ya lo saben, tal y como lo dice su nombre, existe El Templo, donde las puertas siempre están abiertas para quienes quieren grabar su música.
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