Luis Daniel, el rock y Tragedy



Las bandas de rock más conocidas de Santiago de Cuba: Tragedy, Parasomnia y Metastasys, tienen muchas historias que no se han contado todavía. Una de las que siempre ha dado de qué hablar es Tragedy, a quien le debía desde hacía rato un encuentro para PMU, marcado por las palabras de Luis Daniel Batista, A.K.A. Machín, su baterista.

Resulta ser que estaba buscando a los artistas para saludarlos por el nuevo año y me enteré que Luis Daniel ya no estaba en Santiago de Cuba. Al parecer comenzó otra historia allá en Camagüey, seguro que también signada por el amor y el rock.

Para él y como una especie de tributo a todo lo que ha hecho aquí donde todavía se le extraña, va la entrevista.

PMU: Tragedy ya tiene más de diez años, pero ¿ha logrado presentarse en muchas locaciones?

Machín: Sí, Tragedy se fundó en el 2002 y aunque es otra banda más de death metal del país hemos logrado estar bien presentes. Hemos ido a casi todos los Festivales del país, lo que significa mucho. Pero también hemos estado seis veces en la capital y logramos tener un espacio público los últimos miércoles de cada mes en esta ciudad de Santiago de Cuba. Hemos compartido con Zeus, la banda más antigua del metal, en la gira que dio celebrando sus 25 años, en Contramaestre y en Bayamo. Con otra banda del underground del death metal como Combat Noise también. Hemos compartido con los que ya no están en la escena nacional como Hypnosis, Escape, Agonizer. Hemos tocado con bandas nuevas como Estigma DC, Dead Point que son punteras en el metal core.

PMU: Para el que no conozca esta música le puede resultar algo difícil descifrar lo que ustedes están haciendo, ¿podrías ayudarme hablar sobre qué versan los temas de Tragedy?

Machín: Como Tragedy es una banda de death metal, la voz es gutural, que viene de lo gutural más poderoso a lo rajado más estridente. Generalmente la gente que es conocedora del género musical sí entiende las letras. Pero otros no. Tragedy lo que trata es letra épica. Está el tema “Troya”, todo el mundo sabe lo que es la historia de Troya, está la canción “Excalibur” y tenemos un tema que queremos incluir en el último disco que podamos hacer, dedicado a nuestro Titán de Bronce que es un símbolo de Santiago de Cuba, Antonio Maceo. Se llama así: “Titán de Bronce”. Y tenemos otro recién estrenado sobre Ignacio Agramonte. Vamos a ver si seguimos la ruta y hacemos más sobre los héroes de la Guerra de los 10 años, del 95, que es una historia que poca gente la ha llevado a la cultura musical, y mucho menos del rock. Ya tenemos dos y está en mente Guillermón Moncada, otro patriota que tenemos acá. Por ahí va la línea total en la que anda Tragedy.

PMU: ¿Crees que en Santiago de Cuba hay un público al que le puedas llamar seguidor del metal?

Machín: Sí. Hace más o menos cinco años atrás era muy difícil hacer acá un concierto de este género. Las instituciones no estaban como que muy conocedoras de este tipo de música, aparte de que Santiago es una ciudad de mucho Caribe, de son, trova, reggae, rap. Y esto: death metal, europeo… No había mucha promoción. Sí teníamos un pequeño grupo de amigos que les gustaba, pero éramos muy pocos. Sin embargo, como te decía, desde hace cinco años atrás se han interesado algunas instituciones, han aumentado los fanáticos porque se le está dando más promoción al género. Cuando la gente ve algo que le gusta, se va sumando, hay quien sí le cuadra, pero si no hay promoción, si no hay conciertos… Contamos aquí con un grupo de 60, 70 o 100 seguidores, para nosotros es bastante si pensamos que se trata de Santiago, que como ya dije, no es como en Holguín que es la cuna del rock oriental y demanda bastante.

PMU: ¿Qué consejos le darías a los que quieran cultivar este tipo de género?

Machín: Lo primero es que hay que tener mucha paciencia, pensar bien lo que van a hacer, es un género bastante caro, que no tenemos tienda para comprar batería, bajo, guitarra, ni tampoco tenemos dinero para una guitarra o un pedal de distorsión o un equipo de audio. Tienen que empezar por lo menos por algo básico, hay que tener algo que se pueda escuchar aunque sea decentemente. Y poco a poco insistir, insistir, insistir, porque falta mucho, mucho por hacer desde la música underground.

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