De rap y de alma



Osmel Díaz Voloy vino a La Habana desde su natal Guantánamo para promocionar su obra. Varios medios audiovisuales le fueron esquivos por lo controversial de sus textos. Tras indagar sobre PMU me contactó y concertamos la entrevista.

Este rapero de 38 años de edad expresa lo que piensa con valentía: “Viví en La Habana por 14 años donde trabajaba por la ‘izquierda’ en un mercado agropecuario que está en Tulipán y Panorama para poder sobrevivir. Comencé con descargas en la Casa de la Cultura de la Habana Vieja en mis ratos libres. El primer grupo de rap que vi en mi vida fue Familias Cuba Represent. Además, participé en las peñas del Almendares Vivo, por el año 1999. En mis comienzos me influyeron El Alto, Yimi Konclaze y El Cimarrón”.

“Cuando regresé a Guantánamo había estado en dos festivales de rap de Alamar y Las Romerías de Mayo, en Holguín. Hago un rap serio, digo todo lo que siento y protesto contra lo que me molesta. Me encanta cultivar el spoken word, porque puedo expresar toda mi inconformidad y rebeldía por las cosas negativas de nuestra sociedad”.

“Me molesta la violencia, la desigualdad social que nos rodea, la cobardía de alguna gente, la prostitución y el poco sentido de pertenencia que tiene la gente. Si todos combatiéramos la maldad, viviríamos en un mundo mejor. Necesitamos que la gente adopte posiciones activas contra lo macabro del sistema”.

“Siempre seré underground y contestatario. No me importa el dinero que gane, no hago las cosas por saltar a la fama o por irme al extranjero de gira. El mercado no puede dirigir al rap, por el contrario, la problemática social es lo que debemos tratar en nuestras letras”.

“El público me acepta muy bien, acude en masa a mis presentaciones, eso lo pude constatar cuando llevé a cabo un concierto en un homenaje a las víctimas del terrorismo y del 11 de septiembre. Asistieron personas de todas las edades, eso es importante para que mi mensaje llegue a todos por igual. Hasta hubo padres que arrastraron a sus hijos al concierto”.

“Tengo problemas con las instituciones gubernamentales pues no comprenden la forma de expresar mis sentimientos. Soy temerario y no dependo de ningún dirigente. En mi provincia son muy reaccionarios y no asimilan que uno reclame sus derechos. Me dicen que suavice, pero para decir la verdad no les tengo que pedir permiso”.

“Siempre me he enfrentado a los dirigentes culturales por su manera de pensar y actuar. Escribí un artículo relatando todo lo que sucede con la programación, divulgación y promoción de los artistas como yo. Eso me trajo problemas porque alguien pensó que yo no debía estar hablando de eso, ni ponerlo en mi Facebook, ni en un blog. Mi día a día es bastante tenso porque soy temerario”.

“Por suerte dentro de la radio y la televisión de mi provincia hay gente tan rebelde como yo que han apoyado mi carrera y que le han explicado a sus superiores lo que necesita la juventud y que el arte no está atado a fórmulas exactas ni a dogmas. Pienso que por ahí vendrá el cambio de mentalidad de los que dirigen la sociedad cubana”.

“Los músicos sentimos vergüenza porque este país en tantos años en vez de evolucionar ha ido para detrás. Se han perdido los valores, la gente por dinero hace cualquier cosa. Se necesita un ejército de artistas que aboguen por un cambio radical sin medias tintas. Nuestros problemas se deben resolver y no hacerle caso a los discursos de los funcionarios que hablan de qué no hay y de qué no se pudo”.

“Ya no estamos hablando de aquellos raperos desinformados, marginales, que venían de la cultura callejera deformados y con guapería, sino de universitarios, gente preparada y educada que defiende sus principios con fuertes basamentos filosóficos”.

“Guantánamo fue la segunda potencia del rap cubano hace 5 o 6 años, pero nos fueron eliminando. Las giras nacionales de los músicos sólo llegan a Santiago de Cuba y no nos toman en cuenta. La población ha dejado de ver a los nuevos talentos que van surgiendo en otras regiones y estamos como enclaustrados en nuestro territorio”.

“Por 10 años dirigí el Festival Mundo Loco donde participaron Los Aldeanos, Explosión Suprema, Ethian Brebaje Man, Candy Man, Anónimo Consejo, las Krudas, entre otros. Este evento desapareció por falta de apoyo y porque varios artistas se pasaron para el reggaetón”.

“En estos momentos apoyo un proyecto que se llama Campamento Subterráneo, dirigido por Sandy Fernández, donde se integran raperos, graffiteros y bailadores de break dance”.

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