Company Yoruba camina sola dentro del underground
19 de enero de 2015
Es una satisfacción encontrarse con jóvenes que lo intentan todo por llevar adelante sus objetivos. Creciéndose ante las dificultades, se gesta en La Habana, una joven agrupación llamada Company Yoruba que le hace total honor al nombre que llevan. Son cinco jóvenes que desde hace apenas dos años se entienden como una compañía nutrida de toda la información y herramientas necesarias para realizar su música. Conforman este formato Rosa Díaz Herrera, conocida como Rositika, y directora y rapera de la agrupación; Ashlie García Anglada, director artístico y musical, productor y realizador de audiovisuales; Alejandro Peñalver Núñez y Félix David Peñalver Núñez, coreógrafos, bailarines y diseñadores de vestuario; y Lázaro Henri Castañera “Moro Production”, DJ de la agrupación.
Como ya sabemos, los artistas underground de la Isla cuentan con escasos recursos para realizar su trabajo. Ante esta realidad, Company Yoruba se vio en la imperiosa necesidad de hacer literalmente de todo lo relacionado con la industria musical para avanzar: aprendieron a grabar, producir, y recibieron clases de canto, teoría y solfeo, baile, diseño gráfico y vestuario. O sea, conformaron una verdadera compañía musical independiente. Igualmente, se encargan de la promoción de su trabajo a través almanaques, pullovers, afiches y discos con sus respectivas portadas que regalan para que la gente se vaya familiarizando con su música. Haciéndolo todo con sus propios esfuerzos y recursos.
El resultado de este empeño es alentador. Un curriculum vitae muy extenso que no podríamos recoger completo en estas dos cuartillas y del cual citaremos algo como su participación en el 9no Simposio Cubano de Hip Hop y en el Festival Creciendo en el Hip Hop, la nominación a los Premios Cuerda Viva, y 4 producciones musicales.
El trabajo de Company Yoruba está basado en la mezcla del rap con la música yoruba, afrocubana y alternativa. En su discurso reflejan diversos temas de estas culturas afrocubanas, que muy poca parte de la población, encaminadas sobre cuestiones específicas del mundo underground en el que se desenvuelven actualmente. Otros temas rondan la cotidianidad de la cultura yoruba.
Obteniendo a través de los sonidos propios de la música yoruba, la joven agrupación incluye tambores y algún elemento cubano sonoro a la música que elaboran. En ocasiones utilizan instrumentos antiguos que llevan a la actualidad, cuidando siempre que no pierda su esencia.
Sus primeros fundadores, Rosa Díaz Herrera y Ashlie García Anglada, pertenecían a agrupaciones diferentes hasta que se fusionaron fundando una nueva agrupación que le dieron por nombre Tradición Yoruba, la cual tenía como esencia fusionar la música folklórica cubana con el rap. Poco después cambiaron los intereses y el nombre de la agrupación a Company Yoruba, el cual mantienen en la actualidad.
Comenzaron su trabajo un tanto crudo fusionando solamente rap con música folclórica, lo cual resultaba un poco chocante sobre todo para aquellos que practican la religión yoruba. Les era muy difícil que el público recepcionara dicha fusión musical, y por eso incluyeron bailarines y performances a sus proyecciones escénicas. En los conciertos salen vestidos con la ropa propia de la cultura afrocubana. Aunque para el público aun es difícil ver la representación de Changó y Oshún rapeando, desde hace algún tiempo ya tienen un poco más de aceptación.
En este trabajo totalmente independiente que realizan, se les presentan a diario dificultades de producción y promoción como a todos los músicos de escasos recursos. La diferencia radica en las maneras que ha encontrado Company Yoruba para superarlas y que son parte de su éxito actual.
El movimiento underground en Cuba subsiste por las limitaciones estatales y por las carencias materiales de los músicos, pero también por la insistencia y el valor para crecerse ante las adversidades que caracterizan a los jóvenes cubanos. Reconocida y respetada sea entonces Company Yoruba dentro de la música y músicos underground de la Isla.
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19 de enero de 2015
Es una satisfacción encontrarse con jóvenes que lo intentan todo por llevar adelante sus objetivos. Creciéndose ante las dificultades, se gesta en La Habana, una joven agrupación llamada Company Yoruba que le hace total honor al nombre que llevan. Son cinco jóvenes que desde hace apenas dos años se entienden como una compañía nutrida de toda la información y herramientas necesarias para realizar su música. Conforman este formato Rosa Díaz Herrera, conocida como Rositika, y directora y rapera de la agrupación; Ashlie García Anglada, director artístico y musical, productor y realizador de audiovisuales; Alejandro Peñalver Núñez y Félix David Peñalver Núñez, coreógrafos, bailarines y diseñadores de vestuario; y Lázaro Henri Castañera “Moro Production”, DJ de la agrupación.
Como ya sabemos, los artistas underground de la Isla cuentan con escasos recursos para realizar su trabajo. Ante esta realidad, Company Yoruba se vio en la imperiosa necesidad de hacer literalmente de todo lo relacionado con la industria musical para avanzar: aprendieron a grabar, producir, y recibieron clases de canto, teoría y solfeo, baile, diseño gráfico y vestuario. O sea, conformaron una verdadera compañía musical independiente. Igualmente, se encargan de la promoción de su trabajo a través almanaques, pullovers, afiches y discos con sus respectivas portadas que regalan para que la gente se vaya familiarizando con su música. Haciéndolo todo con sus propios esfuerzos y recursos.
El resultado de este empeño es alentador. Un curriculum vitae muy extenso que no podríamos recoger completo en estas dos cuartillas y del cual citaremos algo como su participación en el 9no Simposio Cubano de Hip Hop y en el Festival Creciendo en el Hip Hop, la nominación a los Premios Cuerda Viva, y 4 producciones musicales.
El trabajo de Company Yoruba está basado en la mezcla del rap con la música yoruba, afrocubana y alternativa. En su discurso reflejan diversos temas de estas culturas afrocubanas, que muy poca parte de la población, encaminadas sobre cuestiones específicas del mundo underground en el que se desenvuelven actualmente. Otros temas rondan la cotidianidad de la cultura yoruba.
Obteniendo a través de
Sus primeros fundadores, Rosa Díaz Herrera y Ashlie García Anglada, pertenecían a agrupaciones diferentes hasta que se fusionaron fundando una nueva agrupación que le dieron por nombre Tradición Yoruba, la cual tenía como esencia fusionar la música folklórica cubana con el rap. Poco después cambiaron los intereses y el nombre de la agrupación a Company Yoruba, el cual mantienen en la actualidad.
Comenzaron su trabajo un tanto crudo fusionando solamente rap con música folclórica, lo cual resultaba un poco chocante sobre todo para aquellos que practican la religión yoruba. Les era muy difícil que el público recepcionara dicha fusión musical, y por eso incluyeron bailarines y performances a sus proyecciones escénicas. En los conciertos salen vestidos con la ropa propia de la cultura afrocubana. Aunque para el público aun es difícil ver la representación de Changó y Oshún rapeando, desde hace algún tiempo ya tienen un poco más de aceptación.
En este trabajo totalmente independiente que realizan, se les presentan a diario dificultades de producción y promoción como a todos los músicos de escasos recursos. La diferencia radica en las maneras que ha encontrado Company Yoruba para superarlas y que son parte de su éxito actual.
El movimiento underground en Cuba subsiste por las limitaciones estatales y por las carencias materiales de los músicos, pero también por la insistencia y el valor para crecerse ante las adversidades que caracterizan a los jóvenes cubanos. Reconocida y respetada sea entonces Company Yoruba dentro de la música y músicos underground de la Isla.
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