¿Hay que temer al movimiento cubano de black metal?



Hace un par de días, un vecino se me acercó con la siguiente interrogante: ¿Hay que temer al movimiento cubano de black metal? Sin rodeos me contó que por pura casualidad estuvo leyendo sobre los macabros acontecimientos que protagonizaron músicos y seguidores de la segunda ola de black metal en la fría y apacible Noruega durante la década del noventa del pasado siglo. Su preocupación es legítima, pero en la sociedad cubana existe el prejuicio de que los rockeros y los metaleros son personas violentas y unos inadaptados.

En Cuba hay un puñado de bandas que cultivan black metal, pero es improbable que ese tipo de sucesos puedan ocurrir. La única premisa que comparten es la de hacer música lejos de las fauces del mercantilismo y para el disfrute de un público selecto. Es cierto que sus letras revelan un gran interés por la misantropía, el ocultismo, el naturalismo, el belicismo y la muerte, pero no debe verse como algo negativo, pues la literatura, el cine y la televisión explotan estos contenidos sin consecuencias adversas.

En cuanto al descubrimiento de mi vecino repetiré la explicación que le proporcioné, pues quien se aventure a buscar información puede encontrar algunas exageraciones. La verdad es que una escalada de violencia sacudió al país escandinavo, ya que un grupo de jóvenes músicos y sus seguidores crearon una organización conocida como Inner Circle, a quien se le atribuye la quema de varias iglesias, amenazas a sacerdotes, profanación de cementerios y la muerte de dos personas.

Personalmente me parece cosa de locos y es una pena, porque desde el punto de vista musical allí se fraguó el black metal moderno. Cualquier entendido reconoce en Mayhem, Burzum, Immortal, Darkthrone y Emperor la quintaesencia del género, y aclaro que muchos músicos se mantuvieron al margen de las actividades delictivas, no fue un caos generalizado como algunos consignan.

Hace varios años que estoy vinculado con dicho movimiento y nunca he percibido una actitud aberrante en los artistas cubanos. Ellos también usan extravagantes maquillajes cadavéricos o corpsepaint en sus conciertos, otorgándole sin duda una apariencia perversa, pero no pasa de ser una puesta en escena similar a la que realizan los actores cotidianamente.

Reitero que jamás me he enterado de actos violentos cometidos por parte de alguno de los músicos que han estado vinculados con el black metal en Cuba, pero sobre todo nunca he escuchado siquiera mentar la existencia de alguna asociación o fraternidad entre ellos. A todas luces el movimiento es fragmentado y sus seguidores veneran el tenebrismo que irradian de conjunto música y letra. A tal gusto le podemos buscar una analogía con el cine de terror y la literatura fantástica y de horror, etc. Es un hecho comprobado que a través de intensas escuchas podemos ser igualmente transportados por los oscuros y peligrosos parajes creados por los célebres escritores John Ronald Reuel Tolkien, Howard Phillips Lovecraft, Edgar Alan Poe, Bram Stoker, Guy de Maupassant, entre otros tantos.

Agregar que para los oídos poco entrenados, el black metal puede resultar áspero y austero, pero hay muy buena música bajo su apelativo. Señalar que varios de sus instrumentistas gozan de amplio reconocimiento internacional, al punto de considerarlos maestros, como son los casos de Jan Axel Blomberg “Hellhammer” (baterista de Mayhem) y Vegard Sverre Tveitan “Ihsan” (guitarrista de Emperor). Nuestros instrumentistas no han alcanzado esas cuotas de reconocimiento, pero a nivel colectivo merecen vítores los miembros de Ancestor, Narbeleth, Unlight Domain y Blackult.

Volviendo a la preocupación que puede suscitar una música tan radical, creo indispensable mencionar que bajo la estela sonora de géneros melosos se han producido todo tipo de desórdenes a lo largo de la historia, evidenciando que no se trata de la música en sí, sino de las personas y su estado de salud mental. Yo conozco personalmente a varios músicos y a una multitud de fieles seguidores, y puedo aseverar que son excelentes hijos, padres, compañeros y amigos, así que no hay nada que temer.

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