Una sociedad que nos succiona
2 de febrero de 2015
Era sábado en la noche cuando conocí a Alda en el Festival de Poesía Sin Fin, en Alamar, reparto situado al este de la Habana, en este encuentro cultural de música contestaría y underground.
Alda es una chica que mediante su poesía expresa lo que siente sobre casi cualquier tema. Recuerdo que sin ningún temor subió al escenario a leer tres de sus poemas. El primero, sobre la situación imperante en nuestro país, el otro sobre la posición de la mujer en nuestra sociedad y terminó con uno sobre la pérdida de cualquier tipo de valores en Cuba. Era sin lugar a dudas una chica risueña, desinhibida con un gran talento para las letras.
Después, casualmente terminó a mi lado y no pude perder la oportunidad de tener exhaustiva conversación con ella sobre muchos temas.
Me contó su historia donde afirma que lleva más de 10 años escribiendo poemas y canciones. También me explicó que nunca se perdía un festival porque era uno de los pocos lugares donde se podía expresar libremente, y donde además, encontraba personas muy inteligentes y con muchas cosas que decir. Por tanto, el festival ya era parte de su vida desde que conoció a estas personas que la hicieron sentirse parte de una enorme familia.
Pero antes de seguir comentando, prefiero que lean de su propia voz, la entrevista que le hice.
¿Quién es Alda? “Soy una chica común, sin muchos prejuicios o tabúes. No me gustan los rodeos y adoro las buenas maneras. En esencia soy muy espontánea, extrovertida, me encanta la poesía y el arte de las palabras. En fin soy una fiel defensora de los derechos del hombre”.
¿A qué te dedicas? “Soy licenciada en Comunicación Social, graduada hace 4 años. Trabajo en una cafetería como cuentapropista. Una vez que pagué mi Servicio Social me desvinculé de los estudios y de toda mi vida de profesional, pues ello no respondía a mis necesidades económicas básicas. Me dediqué a trabajar en algo que fuese mejor remunerado y aprovecho mis tiempos libres para cultivar mi gran amor hacia la escritura de canciones y poesía”.
¿Cuántas obras has desarrollado? ¿Has publicado alguna?
“Tengo muchas obras de mi autoría, debo tener un total de 70 u 80, pero jamás he publicado alguna de forma oficial. Tengo alguna que otra que le di una vez a un amigo para que lo publicara en su libro, y otros que han utilizado mis letras en sus canciones. Hay algo que me molesta mucho y es que cada vez que llevo mi obra a algún centro, me dicen que las leerán y que me avisarán. Nunca me han avisado para nada y lo que más pude recibir como explicación fue que: ‘mi obra no estaba acorde a los nuestros principios’”.
¿Cómo describirías tu trabajo? “Mi arte es el reflejo de la realidad cubana, mis poemas son muy sexistas y sobre todo feministas. Quieren que cambie mi guion y que haga cosas más comerciales, me niego a formar parte de esas hipócritas masas que sólo hacen arte para beneficiarse a sí mismos. Mi mentalidad no es para nada mercantilista, hay muchos que se identifican con mi trabajo y para ellos lo hago. Mi arte es para los que saben disfrutar de las verdades, no para esos que viven de las mentiras. La sociedad es una mierda, que si no puedes con ella… te succiona”.
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2 de febrero de 2015
Era sábado en la noche cuando conocí a Alda en el Festival de Poesía Sin Fin, en Alamar, reparto situado al este de la Habana, en este encuentro cultural de música contestaría y underground.
Alda es una chica que mediante su poesía expresa lo que siente sobre casi cualquier tema. Recuerdo que sin ningún temor subió al escenario a leer tres de sus poemas. El primero, sobre la situación imperante en nuestro país, el otro sobre la posición de la mujer en nuestra sociedad y terminó con uno sobre la pérdida de cualquier tipo de valores en Cuba. Era sin lugar a dudas una chica risueña, desinhibida con un gran talento para las letras.
Después, casualmente terminó a mi lado y no pude perder la oportunidad de tener exhaustiva conversación con ella sobre muchos temas.
Me contó su historia donde afirma que lleva más de 10 años escribiendo poemas y canciones. También me explicó que nunca se perdía un festival porque era uno de los pocos lugares donde se podía expresar libremente, y donde además, encontraba personas muy inteligentes y con muchas cosas que decir. Por tanto, el festival ya era parte de su vida desde que conoció a estas personas que la hicieron sentirse parte de una enorme familia.
Pero antes de seguir comentando, prefiero que lean de su propia voz, la entrevista que le hice.
¿Quién es Alda? “Soy una chica común, sin muchos prejuicios o tabúes. No me gustan los rodeos y adoro las buenas maneras. En esencia soy muy espontánea, extrovertida, me encanta la poesía y el arte de las palabras. En fin soy una fiel defensora de los derechos del hombre”.
¿A qué te dedicas? “Soy licenciada en Comunicación Social, graduada hace 4 años. Trabajo en una cafetería como cuentapropista. Una vez que pagué mi Servicio Social me desvinculé de los estudios y de toda mi vida de profesional, pues ello no respondía a mis necesidades económicas básicas. Me dediqué a trabajar en algo que fuese mejor remunerado y aprovecho mis tiempos libres para cultivar mi gran amor hacia la escritura de canciones y poesía”.
¿Cuántas obras has desarrollado? ¿Has publicado alguna?
“Tengo muchas obras de mi autoría, debo tener un total de 70 u 80, pero jamás he publicado alguna de forma oficial. Tengo alguna que otra que le di una vez a un amigo para que lo publicara en su libro, y otros que han utilizado mis letras en sus canciones. Hay algo que me molesta mucho y es que cada vez que llevo mi obra a algún centro, me dicen que las leerán y que me avisarán. Nunca me han avisado para nada y lo que más pude recibir como explicación fue que: ‘mi obra no estaba acorde a los nuestros principios’”.
¿Cómo describirías tu trabajo? “Mi arte es el reflejo de la realidad cubana, mis poemas son muy sexistas y sobre todo feministas. Quieren que cambie mi guion y que haga cosas más comerciales, me niego a formar parte de esas hipócritas masas que sólo hacen arte para beneficiarse a sí mismos. Mi mentalidad no es para nada mercantilista, hay muchos que se identifican con mi trabajo y para ellos lo hago. Mi arte es para los que saben disfrutar de las verdades, no para esos que viven de las mentiras. La sociedad es una mierda, que si no puedes con ella… te succiona”.
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