La necesidad de saber escuchar al hip hop



El hip hop cubano va suscitando polémica por donde quiera que pasa. Sobre él, cada día se publican noticias, comentarios y un sinnúmero de opiniones. Es incuestionable el esfuerzo que realizan los defensores de este género por mantenerlo con vida. Si bien el movimiento de hip hop cubano es el cofre que salvaguarda el trabajo de estos músicos, coincido con varias personas en que a pesar de llevar una ardua labor de más de 10 años (este año son 13), aún le queda un considerable trabajo por hacer.

El boom que generó el reggaetón en la isla y que todavía da mucho de qué hablar, causó el cambio de algunos raperos por un beneficio más rápido y cómodo. Pero como reggaetón no es lo mismo que rap, muchos seguidores y defensores del hip hop comenzaron a crear una especie de competencia por ver quién sobreviviría. El rap sigue vivo después de todo, pero aún tiene síntomas que no se irán tan fácilmente. Estamos transitando por una etapa en la que fácilmente se manipulan los valores y las cualidades estéticas. El consumo cultural ha sufrido cambios un tanto preocupantes, pero por suerte se está realizando una muy buena labor para reparar los estragos de dicho cambio.

El abanico de posibilidades del consumo cultural underground es muy amplio, sólo que el desconocimiento y la ignorancia, la mayoría de las veces, logran que muchos se pierdan el disfrute de esta. Con todos los desperfectos que pueden existir a nivel de instituciones, el arte cubano al final se abre camino usando los recursos que tenga a mano y que casi siempre son bastante escasos. Las presentaciones, las peñas y los eventos underground que se realizan a lo largo de nuestro archipiélago nos muestran el original arte de nuestros músicos. Algunos lugares nos revelan lo “novedoso” del ámbito musical, pero no siempre nos muestra toda la cultura en su diversidad. Algo positivo es que el público underground está más que consciente que no se enfrentan a artistas que están tratando de marcar tendencias, sino de compartir su música, sus historias, su arte. Con toda su marginalidad, el rap ha sido ligado a otros géneros logrando un contraste con estos llevando los temas a ser muy populares, pues los matices que el hip hop nos ofrece son muy extensos.

Se trata de ver más allá de lo que los raperos nos ofrecen. Se trata de descubrir ese arte de Con100cia, de Osmani El Positivo Siempre, de Bárbaro El Urbano Vargas y de muchos otros raperos que día tras día trabajan para que lo logremos. Aún así los raperos continúan perteneciendo al “club de los incomprendidos” y no me refiero a la película española aunque la historia sea parecida. Y es que los raperos dicen lo que quieren decir a veces a su manera y esto es motivo del rechazo que todavía hoy continúan viviendo.

Ahora le llega el turno a unos premios Puños Arriba con su sexta edición, donde lo mejor de la discografía hip hopera, independiente o no, desfilará por la pasarela para mostrarnos una vez más ese sentido de reflexión y expresión que sólo poseen los raperos.

Más de 10 años de trabajo nos ponen a pensar cuando vemos el “resultado”, pero Roma no se construyó en un día. Basta saber que hay quien quiera seguir trabajando, esforzándose e insistiendo para que el rap continúe su camino. Después de todo, fue debido a esa insistencia en primer lugar, que comenzó todo y si tanto da de qué hablar es porque algo tiene.

A pesar de todos los tropiezos, el Movimiento es fuente inagotable de talento y perseverancia. Esos mismos que son criticados por algunos, pero a la vez son elogiados por otros que dejando a un lado el escepticismo valoran su trabajo. Ellos están ahí, con la necesidad de expresarse y aunque no lo parezca, o no lo notemos, nosotros tenemos la necesidad de escucharlos. La verdadera prueba está en hacerlo.

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FACUNDO Gonzalez
13 de febrero, 2015 11:12 am (GMT-5:00)
Excelente artículo.
Un afectuoso saludo a todo el Movimiento H-H Cubano.