Música, músicos underground e Internet en Cuba
16 de febrero de 2015
“Música underground cuenta con una amplia gama de géneros musicales que operan fuera de la cultura dominante. Esta música puede tender a expresar los ideales comunes, como la alta estima de la sinceridad y de la intimidad, la libertad de expresión creativa en lugar de la composición altamente estereotipada de la música comercial y la apreciación de la individualidad artística en oposición a la conformidad con las tendencias actuales de comunicación”.
“Algunos géneros musicales subterráneos nunca abandonaron sus raíces no convencionales, tales como irregulares y agresivos estilo hardcore de bandas de punk. Algunos estilos subterráneos finalmente se convirtieron en la corriente principal, estilos pop comercializados, al igual que por ejemplo, el estilo del hip hop underground de la década de 1980”.
“En la década de 2000, la creciente disponibilidad de Internet y las tecnologías digitales de la música han hecho la música underground más fácil de distribuir mediante streaming de audio y podcasts. Algunos especialistas en estudios culturales argumentan ahora que ‘no hay bajo tierra’, que no tiene sentido ya hablar de underground, porque la llegada del Internet se ha convertido en lo que era la música underground al alcance de todos con el clic de un ratón. Pues las nuevas tecnologías hacen posible acceder con facilidad a prácticamente cualquier manifestación artística”.
“Underground suele adjudicársele aquellos artistas que no están auspiciados comercialmente por las empresas que explotan todas las manifestaciones del arte, y generalmente no quieren estarlo. Internet permite que artistas difundan su trabajo sin tener que acomodarse a los intereses de ninguna empresa (compañía de discos, editorial, etc.). Incluso, lo que alguna vez estuvo ‘oculto’, se ha incorporado hoy de hecho al acervo común, dado el fácil acceso actual a información pormenorizada sobre las tendencias artísticas pasadas o contemporáneas cuando se retoma una cultura se asocia a otra”.
Estos párrafos anteriores, tomados de una fuente digital llevan a plasmar la cruda y triste realidad del potente fenómeno Internet y su lamentable no explotación en Cuba como vía de difusión del entorno musical underground.
No cabe la menor duda que Internet funciona y se aprovecha en el mundo entero, pero como toda regla, el underground cubano y en pleno siglo 21, es la excepción. La mayoría de los músicos de la escena underground cubana no cuentan con esta efectiva herramienta tecnológica para la promoción y distribución de su trabajo. Tampoco la totalidad de sus seguidores tienen acceso a su consumo a través de algunas redes difusoras del quehacer musical underground.
Cuestiones como lo que cuesta y lo que ganan con la música online, su distribución y promoción digital, el pirateo y la posibilidad de venta a través de este medio, pudieran constituir las preocupaciones principales de los músicos underground internacionales. Para el cubano, por más lamentable que resulte, mantenerse por obligación al margen del fenómeno Internet lo ha dotado con las herramientas humanas necesarias para crecerse profesionalmente ante la imposibilidad de utilizarlo como el mejor trampolín para promocionarse.
Son disímiles las alternativas por las que han tenido que optar el músico underground cubano para no vararse en el tiempo. Motivaciones como el amor por el desarrollo de la música y el deseo de hacer conjuntamente a las humildes productoras independientes (muchas improvisadas), las escasas revistas digitales que promueven los diferentes estilos underground, las memorias flash utilísimas para la promoción de la música y los músicos underground, funcionan como el Internet del cubano de a pie. Lo que a mi entender ha mantenido vivo el concepto de lo underground en la isla.
Alternativas titánicas, pero ojo, el hecho de que los artistas cubanos underground hayan encontrado otras maneras de promover su música, no significa la apertura imperiosa de una vía tecnológica tan efectiva como Internet. Aun son muchos los músicos que no cuentan con el presupuesto necesario siquiera para producirse con las sencillas productoras independientes o promocionarse a través de soportes digitales que pasan de mano en mano.
Este importante papel que juega el movimiento underground en esta batalla, sus motivaciones pura y exclusivamente espirituales para implicarse en ella, y su influencia real en el desarrollo de la misma son cuestiones importantes para la comprensión de las necesarias relaciones entre la música underground cubana y su influencia social en el desarrollo tecnológico.
Internet en Cuba se encuentra aún en una fase de consolidación de sus prácticas y sus usos en la que se manifiestan intereses contrapuestos. El movimiento musical underground asiste a una lucha pasiva por el control de una Red en la que gobiernos y empresas promuevan desarrollos tecnológicos, económicos y legislativos definitivos para el futuro del medio.
En este contexto de limitación casi absoluta de Internet, aspiramos que revistas digitales como PMU sean más armoniosas y funcionales que la vida misma. Con proyectos underground que por su naturaleza deben ser imperfectos, pero que apuestan frente a la desesperanza y el desconcierto de la Cuba actual, por el otrora deseo de romper los esquemas y sobrevivir a los impedimentos.
La digitalización de la música underground cubana permitiría hoy y en el futuro, el almacenamiento de informaciones y por tanto, de experiencias comunes, así como su difusión, constituyendo un recurso para mantener y construir la memoria colectiva de un movimiento como el underground cubano.
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16 de febrero de 2015
“Música underground cuenta con una amplia gama de géneros musicales que operan fuera de la cultura dominante. Esta música puede tender a expresar los ideales comunes, como la alta estima de la sinceridad y de la intimidad, la libertad de expresión creativa en lugar de la composición altamente estereotipada de la música comercial y la apreciación de la individualidad artística en oposición a la conformidad con las tendencias actuales de comunicación”.
“Algunos géneros musicales subterráneos nunca abandonaron sus raíces no convencionales, tales como irregulares y agresivos estilo hardcore de bandas de punk. Algunos estilos subterráneos finalmente se convirtieron en la corriente principal, estilos pop comercializados, al igual que por ejemplo, el estilo del hip hop underground de la década de 1980”.
“En la década de 2000, la creciente disponibilidad de Internet y las tecnologías digitales de la música han hecho la música underground más fácil de distribuir mediante streaming de audio y podcasts. Algunos especialistas en estudios culturales argumentan ahora que ‘no hay bajo tierra’, que no tiene sentido ya hablar de underground, porque la llegada del Internet se ha convertido en lo que era la música underground al alcance de todos con el clic de un ratón. Pues las nuevas tecnologías hacen posible acceder con facilidad a prácticamente cualquier manifestación artística”.
“Underground suele adjudicársele aquellos artistas que no están auspiciados comercialmente por las empresas que explotan todas las manifestaciones del arte, y generalmente no quieren estarlo. Internet permite que artistas difundan su trabajo sin tener que acomodarse a los intereses de ninguna empresa (compañía de discos, editorial, etc.). Incluso, lo que alguna vez estuvo ‘oculto’, se ha incorporado hoy de hecho al acervo común, dado el fácil acceso actual a información pormenorizada sobre las tendencias artísticas pasadas o contemporáneas cuando se retoma una cultura se asocia a otra”.
Estos párrafos anteriores, tomados de una fuente digital llevan a plasmar la cruda y triste realidad del potente fenómeno Internet y su lamentable no explotación en Cuba como vía de difusión del entorno musical underground.
No cabe la menor duda que Internet funciona y se aprovecha en el mundo entero, pero como toda regla, el underground cubano y en pleno siglo 21, es la excepción. La mayoría de los músicos de la escena underground cubana no cuentan con esta efectiva herramienta tecnológica para la promoción y distribución de su trabajo. Tampoco la totalidad de sus seguidores tienen acceso a su consumo a través de algunas redes difusoras del quehacer musical underground.
Cuestiones como lo que cuesta y lo que ganan con la música online, su distribución y promoción digital, el pirateo y la posibilidad de venta a través de este medio, pudieran constituir las preocupaciones principales de los músicos underground internacionales. Para el cubano, por más lamentable que resulte, mantenerse por obligación al margen del fenómeno Internet lo ha dotado con las herramientas humanas necesarias para crecerse profesionalmente ante la imposibilidad de utilizarlo como el mejor trampolín para promocionarse.
Son disímiles las alternativas por las que han tenido que optar el músico underground cubano para no vararse en el tiempo. Motivaciones como el amor por el desarrollo de la música y el deseo de hacer conjuntamente a las humildes productoras independientes (muchas improvisadas), las escasas revistas digitales que promueven los diferentes estilos underground, las memorias flash utilísimas para la promoción de la música y los músicos underground, funcionan como el Internet del cubano de a pie. Lo que a mi entender ha mantenido vivo el concepto de lo underground en la isla.
Alternativas titánicas, pero ojo, el hecho de que los artistas cubanos underground hayan encontrado otras maneras de promover su música, no significa la apertura imperiosa de una vía tecnológica tan efectiva como Internet. Aun son muchos los músicos que no cuentan con el presupuesto necesario siquiera para producirse con las sencillas productoras independientes o promocionarse a través de soportes digitales que pasan de mano en mano.
Este importante papel que juega el movimiento underground en esta batalla, sus motivaciones pura y exclusivamente espirituales para implicarse en ella, y su influencia real en el desarrollo de la misma son cuestiones importantes para la comprensión de las necesarias relaciones entre la música underground cubana y su influencia social en el desarrollo tecnológico.
Internet en Cuba se encuentra aún en una fase de consolidación de sus prácticas y sus usos en la que se manifiestan intereses contrapuestos. El movimiento musical underground asiste a una lucha pasiva por el control de una Red en la que gobiernos y empresas promuevan desarrollos tecnológicos, económicos y legislativos definitivos para el futuro del medio.
En este contexto de limitación casi absoluta de Internet, aspiramos que revistas digitales como PMU sean más armoniosas y funcionales que la vida misma. Con proyectos underground que por su naturaleza deben ser imperfectos, pero que apuestan frente a la desesperanza y el desconcierto de la Cuba actual, por el otrora deseo de romper los esquemas y sobrevivir a los impedimentos.
La digitalización de la música underground cubana permitiría hoy y en el futuro, el almacenamiento de informaciones y por tanto, de experiencias comunes, así como su difusión, constituyendo un recurso para mantener y construir la memoria colectiva de un movimiento como el underground cubano.
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