Alexis Gutiérrez, salsero de corazón
23 de febrero de 2015
Me presentaron a Alexis Gutiérrez durante la celebración de la peña Ten Fe. Este joven músico ya conocía sobre la existencia de PMU y se mostró muy emocionado al compartir sus experiencias.
“Mis primeras inquietudes artísticas se manifestaron por medio de la actuación. Formé parte del grupo Teatro Negro, dirigido por Flora Amalia Lugo. Allí comenzaron mis motivaciones por el canto”.
“Estuve dando tumbos por varias casas de cultura hasta que conocí a la profesora Rosa Márquez hace 10 años. Sus consejos me han hecho el cantante que soy hoy. Ella es como una madre para mí. Gracias a ella formamos el conjunto Elementos Claves donde he podido dar rienda suelta a mi creatividad. Insertarse en la escena cultural cubana es bien difícil cuando no tienes quien te apadrine”.
“Además, integré el grupo Ritmo Cubano, un septeto cultivador del son, bolero y la música tradicional. Igualmente trabajé directamente con Héctor Téllez y Magalys Rodríguez. Todo esto ha sido mi proceso de aprendizaje. Asimismo me presento los terceros domingos de cada mes en la peña Ten Fe que organiza Janet Ramayo en la Casa de la Cultura del barrio de Romerillo, de vez en vez en la Casa Comunitaria del barrio La Corea, en San Miguel del Padrón, y en la Casa de la Cultura de El Cano, en La Lisa”.
“El público de estas localidades es muy agradecido, pocos artistas entran en esos lugares a regalar su arte y ellos lo agradecen mucho. En estos barrios, que algunos llaman marginales, es donde mejor me han tratado. Cuando en tu trabajo reflejas las necesidades de la gente y sus inquietudes más profundas, serás siempre bien recibido. No soy como esos artistas que salen en televisión que sólo buscan fama y aplausos, quiero llegarle a la gente y compartir su vida. Soy de clase humilde y hacia ese público va dirigido lo que hago”.
“Al principio, los ensayos eran un poco tediosos porque no conocíamos lo que estábamos haciendo. La profesora nos ha ido educando y hemos mejorado muchísimo. En estos momentos me siento mucho más confiado. Estos son peldaños que vamos escalando para llegar finalmente a donde deseamos. Lo que hemos logrado no es suficiente aunque tenemos muchos deseos de trabajar. Me siento underground porque no comparto los intereses del Ministerio de Cultura. Expreso en mis canciones lo que muchos quisieran ir reclamando, lo que yo lo hago desde una perspectiva musical”.
“Interpreto boleros y baladas, pero mi fuerte son los ritmos latinos, soy salsero de corazón. Me encanta mover al público, motivarlo, verlo bailar y divertirse. Me gusta interactuar con la gente y sentir esa vibra artista-audiencia. Los salseros también podemos ser underground si de verdad nos comprometemos socialmente y no solamente somos músicos de fiestas”.
“La salsa es un género muy armónico que me abrió una ventana para ver el arte desde otro punto de vista. Cuando cantas empíricamente tienes que dedicarte a escuchar y ver otros músicos de la escena mundial. Marc Anthony, Gilberto Santa Rosa, Laito Sureda y Polo Montañés han marcado mi trabajo”.
“Trabajo en la tintorería del Hotel Pradera, la música es mi hobby, soy aficionado ciento por ciento y nunca he recibido pago alguno por mis presentaciones. Nunca he podido grabar mi música por falta de tiempo, dinero y un estudio que quiera ayudarme, pero aún no pierdo las esperanzas de plasmar mi música en un demo. Soy muy riguroso al escoger mi repertorio, pero si mi mamá me aconseja incluir algún tema, me guío por ella porque tiene un excelente gusto musical… También tengo que sentirme conectado con la música, que exista comunicación entre el compositor y yo, que desde la primera vez que escuché el tema me vea reflejado en él”.
“Soy un músico social que incorpora las tradiciones que ama, que crecí escuchando y estudiando. No es sólo la salsa que es bien cubana, sino que la intención de la música sea poner en alto los valores de nuestra nacionalidad y forma de ser. Me gustaría ser su embajador y regalársela a personas de diferentes orígenes, sea cual sea su cultura o su raza. No necesito que el Ministerio de Cultura me apruebe para cantar, suficiente es que el público me acepte. Para ellos existo”.
“No me gustan las restricciones, siempre he sido muy rebelde y la salsa me transmite ese espíritu de libertad. A pesar de lo mucho que trabajes, a veces la vida no te sonríe de la manera que crees te mereces. Tienes que seguir luchando para que se haga justicia. Muchas veces me ha ido mal en la vida artística, pero mientras me dejen cantar, seré feliz. Nunca traicionaré mis intereses, seré libre e independiente”.
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23 de febrero de 2015
Me presentaron a Alexis Gutiérrez durante la celebración de la peña Ten Fe. Este joven músico ya conocía sobre la existencia de PMU y se mostró muy emocionado al compartir sus experiencias.
“Mis primeras inquietudes artísticas se manifestaron por medio de la actuación. Formé parte del grupo Teatro Negro, dirigido por Flora Amalia Lugo. Allí comenzaron mis motivaciones por el canto”.
“Estuve dando tumbos por varias casas de cultura hasta que conocí a la profesora Rosa Márquez hace 10 años. Sus consejos me han hecho el cantante que soy hoy. Ella es como una madre para mí. Gracias a ella formamos el conjunto Elementos Claves donde he podido dar rienda suelta a mi creatividad. Insertarse en la escena cultural cubana es bien difícil cuando no tienes quien te apadrine”.
“Además, integré el grupo Ritmo Cubano, un septeto cultivador del son, bolero y la música tradicional. Igualmente trabajé directamente con Héctor Téllez y Magalys Rodríguez. Todo esto ha sido mi proceso de aprendizaje. Asimismo me presento los terceros domingos de cada mes en la peña Ten Fe que organiza Janet Ramayo en la Casa de la Cultura del barrio de Romerillo, de vez en vez en la Casa Comunitaria del barrio La Corea, en San Miguel del Padrón, y en la Casa de la Cultura de El Cano, en La Lisa”.
“El público de estas localidades es muy agradecido, pocos artistas entran en esos lugares a regalar su arte y ellos lo agradecen mucho. En estos barrios, que algunos llaman marginales, es donde mejor me han tratado. Cuando en tu trabajo reflejas las necesidades de la gente y sus inquietudes más profundas, serás siempre bien recibido. No soy como esos artistas que salen en televisión que sólo buscan fama y aplausos, quiero llegarle a la gente y compartir su vida. Soy de clase humilde y hacia ese público va dirigido lo que hago”.
“Al principio, los ensayos eran un poco tediosos porque no conocíamos lo que estábamos haciendo. La profesora nos ha ido educando y hemos mejorado muchísimo. En estos momentos me siento mucho más confiado. Estos son peldaños que vamos escalando para llegar finalmente a donde deseamos. Lo que hemos logrado no es suficiente aunque tenemos muchos deseos de trabajar. Me siento underground porque no comparto los intereses del Ministerio de Cultura. Expreso en mis canciones lo que muchos quisieran ir reclamando, lo que yo lo hago desde una perspectiva musical”.
“Interpreto boleros y baladas, pero mi fuerte son los ritmos latinos, soy salsero de corazón. Me encanta mover al público, motivarlo, verlo bailar y divertirse. Me gusta interactuar con la gente y sentir esa vibra artista-audiencia. Los salseros también podemos ser underground si de verdad nos comprometemos socialmente y no solamente somos músicos de fiestas”.
“La salsa es un género muy armónico que me abrió una ventana para ver el arte desde otro punto de vista. Cuando cantas empíricamente tienes que dedicarte a escuchar y ver otros músicos de la escena mundial. Marc Anthony, Gilberto Santa Rosa, Laito Sureda y Polo Montañés han marcado mi trabajo”.
“Trabajo en la tintorería del Hotel Pradera, la música es mi hobby, soy aficionado ciento por ciento y nunca he recibido pago alguno por mis presentaciones. Nunca he podido grabar mi música por falta de tiempo, dinero y un estudio que quiera ayudarme, pero aún no pierdo las esperanzas de plasmar mi música en un demo. Soy muy riguroso al escoger mi repertorio, pero si mi mamá me aconseja incluir algún tema, me guío por ella porque tiene un excelente gusto musical… También tengo que sentirme conectado con la música, que exista comunicación entre el compositor y yo, que desde la primera vez que escuché el tema me vea reflejado en él”.
“Soy un músico social que incorpora las tradiciones que ama, que crecí escuchando y estudiando. No es sólo la salsa que es bien cubana, sino que la intención de la música sea poner en alto los valores de nuestra nacionalidad y forma de ser. Me gustaría ser su embajador y regalársela a personas de diferentes orígenes, sea cual sea su cultura o su raza. No necesito que el Ministerio de Cultura me apruebe para cantar, suficiente es que el público me acepte. Para ellos existo”.
“No me gustan las restricciones, siempre he sido muy rebelde y la salsa me transmite ese espíritu de libertad. A pesar de lo mucho que trabajes, a veces la vida no te sonríe de la manera que crees te mereces. Tienes que seguir luchando para que se haga justicia. Muchas veces me ha ido mal en la vida artística, pero mientras me dejen cantar, seré feliz. Nunca traicionaré mis intereses, seré libre e independiente”.
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