Las personas mayores también defienden la música underground



Es una realidad que los cubanos son predominantemente adeptos de la música popular bailable, pero ello no significa que la música underground tenga la batalla perdida. Estoy plenamente convencido que todo pasa por una cuestión cultural y divulgativa, ya que a nadie puede gustarle lo que desconoce. Aclaro que esto no quiere decir que a todos los involucrados les suceda, pero las posibilidades comienzan por ahí. A todo esto hay que sumarle que los creadores de esta música la hacen para sí, importándoles poco si es difundida o no.

En reiteradas ocasiones me han sorprendido personas cuyos conocimientos y preferencia por este tipo de manifestación artística son dignos de elogiar. Recientemente estuve jugando dominó en casa de mi vecino René y entre la gama de temas que discutíamos salió a relucir el de la música underground. Nuevamente quedé sobrecogido por la profundidad del debate y el nivel de información que demostraron tener, sobre todo aquellos de más edad. Yo tenía visualizado que los seguidores de esta corriente en una ciudad pequeña como la mía, eran mucho más jóvenes.

A continuación trataré de reproducir algunas de las intervenciones más interesantes a mi juicio. Recuerden, todo ocurrió en medio de la efervescencia de dos partidas bastante reñidas, de las cuales no gané ninguna a pesar de comenzar ganando la última con una puntuación elevada. Destaco que también hubo oposición a determinados puntos de vista, pero bueno, ahí está la riqueza de todo debate.

“Siempre me gustó la música popular bailable, porque yo era un bailador empedernido cuando era joven. Con el paso del tiempo me abrí paso hacia el jazz y la música clásica. En esta apertura jugó un papel determinante la influencia que ejerció mi única sobrina, pues ella estudiaba guitarra en el conservatorio Esteban Salas, de Santiago de Cuba. Sin embargo, hace unos diez años me involucré por casualidad con la música subterránea, como también se le conoce, y me fui encariñando con ella, primero porque persigue ideales sinceros y segundo, porque hay calidad bajo su denominación”. (Javier)

“Reconozco que he escuchado algunos trabajos muy buenos, pero veo a mucha gente que no sabe nada de música y que de pronto hacen una agrupación con la etiqueta de música underground. Creo que más bien hay que defender a algunos exponentes y no a un movimiento que tiene muy malos ejemplos”. (Francisco “Pancho”)

“Comencé a escuchar esa música gracias a mi hijo, al principio manifesté resistencia, pero poco a poco me fue conquistando. Es increíble que con pocos recursos se consigan tan buenos resultados. Me llevó tiempo, pero aprendí a valorar el metal rock y más que eso, me convertí en un defensor de un movimiento sumamente incomprendido por nuestra sociedad. Ojalá se le prestara mayor atención a los músicos que escogen ese camino”. (Álvaro)

Confieso que traté de moderar el debate, pero la concentración me comenzó a jugar una mala pasada. Estos astutos jugadores impusieron su clase y mientras cometía un error tras otro, la ventaja inicial se esfumó en un abrir y cerrar de ojos. Por suerte, mi compañero de juego no se irritó, o al menos lo disimuló. El único consuelo que me quedó fue que perdí las partidas, pero al menos saqué algo bueno, algo que no esperaba y que fue sin dudas una de las grandes sorpresas que he tenido en los últimos tiempos. El hecho de que personas mayores defiendan y consuman la música underground en una ciudad con poco auge cultural es una excelente noticia.

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