El Travieso genera Triple Impacto
23 de marzo de 2015
En el underground se entreteje un espacio de libertad y creación que agrupa a músicos, principiantes y aficionados de todo tipo. Desde una aparente igualdad de derechos, cada cual defiende su estilo sin importar títulos ni estudios musicales cursados. El talento y la capacidad de agradar al público aparecen como indiscutibles cualidades conductoras del éxito.
Daniel Aguiar Durañona sabe cómo sacarle partido a esta situación y haciendo uso de su voz pone su esfuerzo en “abrir corazones, crear pautas y llevar un mensaje”. No se deja amilanar por su falta de estudios académicos, y con la fuerza y la naturalidad de un arroyuelo, se abre paso allí donde el terreno se lo permita e incorpora a su cauce todas las gotas de experiencia y sabiduría que caigan. “Mi escuela han sido las calles de Alamar y la música de José José. Desde niño tengo aquel sentir por la música y de al menos poder cantar si no sé tocar algún instrumento. Me fui por el canto con la creencia de que era lo más fácil, pero una vez dentro del gremio me percaté de que no era así”.
Entusiasta, enérgico y de espíritu alocado, le gusta estar “arriba de la bola” y al día con respecto a los aires y tendencias del panorama musical cubano actual. Su nombre artístico lo describe desde el alma hasta la médula: Dany El Travieso. “Cuando se cierra una puerta, se abre una ventana”, esa es su máxima y por eso se enfrasca por segunda vez en la difícil tarea de dirigir un grupo. “Yo era director del grupo Efecto Explosivo, donde creía que hacía música. Tiempo después descubrí que realmente sólo hacíamos el intento, pero agradezco mucho a los muchachos que compartieron conmigo los tres años que duró el grupo”.
Hoy a sus 25 años, une su experiencia como solista y sus intentos de dirección para crear Triple Impacto, un trió exclusivamente vocal que se apoya del background musical. “No tocamos ningún instrumento. Es una onda underground bien pura. Lo principal de un grupo es el trabajo en equipo, si no nos sentimos identificados con los otros, como una familia, no se logran los objetivos”.
La Casa de la Cultura de Alamar es su sede por excelencia. Allí podemos encontrarlos sin falta, el último domingo de cada mes, fusionando e incursionando en distintos géneros, aunque el reggaetón de corte romántico sea la base de su estilo. “En Cuba este género tiene muchos seguidores, pero también muchos detractores y a estos me gustaría decirle que pierdan su forma de pensar y se atrevan a escucharnos. Entonces nuestra música va a tocar las puertas de sus corazones como mismo ha hecho con nuestro público”.
Las dificultades son inherentes al desarrollo de un grupo aún joven y por ejemplo, en lo interno, el reguero es un defecto a limar que atenta diariamente contra el buen desempeño de cara al público: “…cuando hay que presentarse delante de personas que no nos escuchan porque no somos de su ambiente o cuando un DJ, de la nada, baja el audio del micrófono y uno se queda titubeando. En ambos casos hay que tratar de poner lo mejor de uno mismo para que todo salga adelante”.
Dany agradece el apoyo de sus padres que de alguna manera cumplen sus sueños de ser artistas a través de él, a su hermano que vive en otras fronteras, a su público fiel, pero sobretodo, a los integrantes de su grupo. “Que me ha costado tremendo trabajo guiarlos porque somos muy cabezones. Ellos me han enseñado muchísimo y han aguantado mis exigencias compartiendo mi meta de llegar a ser conocido por las personas que todavía creen en el amor y que creen que la juventud tiene mucho más para aportar de lo que se ve en las calles. Yo me sentiré contento de que las personas se atrevan a escucharnos un día y que se identifiquen conmigo, aunque sea una sola persona en el mundo. Me sentiré honrado si esa persona siente mi música como suya”.
Y para concluir comparte sus preocupaciones con respecto a la promoción de su trabajo. “Es muy difícil darse a conocer aquí. Hay muy pocos medios de divulgación y esto complica un poco más las cosas. Te sientes atado de manos y pies al no ver una forma de presentar lo que haces. Por eso le agradezco a PMU por darme la oportunidad de promoverme por aquí y espero que algún día todos podamos acceder a Internet”.
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23 de marzo de 2015
En el underground se entreteje un espacio de libertad y creación que agrupa a músicos, principiantes y aficionados de todo tipo. Desde una aparente igualdad de derechos, cada cual defiende su estilo sin importar títulos ni estudios musicales cursados. El talento y la capacidad de agradar al público aparecen como indiscutibles cualidades conductoras del éxito.
Daniel Aguiar Durañona sabe cómo sacarle partido a esta situación y haciendo uso de su voz pone su esfuerzo en “abrir corazones, crear pautas y llevar un mensaje”. No se deja amilanar por su falta de estudios académicos, y con la fuerza y la naturalidad de un arroyuelo, se abre paso allí donde el terreno se lo permita e incorpora a su cauce todas las gotas de experiencia y sabiduría que caigan. “Mi escuela han sido las calles de Alamar y la música de José José. Desde niño tengo aquel sentir por la música y de al menos poder cantar si no sé tocar algún instrumento. Me fui por el canto con la creencia de que era lo más fácil, pero una vez dentro del gremio me percaté de que no era así”.
Entusiasta, enérgico y de espíritu alocado, le gusta estar “arriba de la bola” y al día con respecto a los aires y tendencias del panorama musical cubano actual. Su nombre artístico lo describe desde el alma hasta la médula: Dany El Travieso. “Cuando se cierra una puerta, se abre una ventana”, esa es su máxima y por eso se enfrasca por segunda vez en la difícil tarea de dirigir un grupo. “Yo era director del grupo Efecto Explosivo, donde creía que hacía música. Tiempo después descubrí que realmente sólo hacíamos el intento, pero agradezco mucho a los muchachos que compartieron conmigo los tres años que duró el grupo”.
Hoy a sus 25 años, une su experiencia como solista y sus intentos de dirección para crear Triple Impacto, un trió exclusivamente vocal que se apoya del background musical. “No tocamos ningún instrumento. Es una onda underground bien pura. Lo principal de un grupo es el trabajo en equipo, si no nos sentimos identificados con los otros, como una familia, no se logran los objetivos”.
La Casa de la Cultura de Alamar es su sede por excelencia. Allí podemos encontrarlos sin falta, el último domingo de cada mes, fusionando e incursionando en distintos géneros, aunque el reggaetón de corte romántico sea la base de su estilo. “En Cuba este género tiene muchos seguidores, pero también muchos detractores y a estos me gustaría decirle que pierdan su forma de pensar y se atrevan a escucharnos. Entonces nuestra música va a tocar las puertas de sus corazones como mismo ha hecho con nuestro público”.
Las dificultades son inherentes al desarrollo de un grupo aún joven y por ejemplo, en lo interno, el reguero es un defecto a limar que atenta diariamente contra el buen desempeño de cara al público: “…cuando hay que presentarse delante de personas que no nos escuchan porque no somos de su ambiente o cuando un DJ, de la nada, baja el audio del micrófono y uno se queda titubeando. En ambos casos hay que tratar de poner lo mejor de uno mismo para que todo salga adelante”.
Dany agradece el apoyo de sus padres que de alguna manera cumplen sus sueños de ser artistas a través de él, a su hermano que vive en otras fronteras, a su público fiel, pero sobretodo, a los integrantes de su grupo. “Que me ha costado tremendo trabajo guiarlos porque somos muy cabezones. Ellos me han enseñado muchísimo y han aguantado mis exigencias compartiendo mi meta de llegar a ser conocido por las personas que todavía creen en el amor y que creen que la juventud tiene mucho más para aportar de lo que se ve en las calles. Yo me sentiré contento de que las personas se atrevan a escucharnos un día y que se identifiquen conmigo, aunque sea una sola persona en el mundo. Me sentiré honrado si esa persona siente mi música como suya”.
Y para concluir comparte sus preocupaciones con respecto a la promoción de su trabajo. “Es muy difícil darse a conocer aquí. Hay muy pocos medios de divulgación y esto complica un poco más las cosas. Te sientes atado de manos y pies al no ver una forma de presentar lo que haces. Por eso le agradezco a PMU por darme la oportunidad de promoverme por aquí y espero que algún día todos podamos acceder a Internet”.
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