Talento y ganas de hacer le sobran a Parasomnia



La ciudad de Santiago de Cuba es reconocida por ser un bastión de ritmos afrocubanos y caribeños, trova, son y reggaetón, pero el metal undeground también ha echado raíces y prueba de ello es la existencia de dos bandas bien plantadas: Tragedy y Parasomnia. Sobre esta última centraré mi atención, ya que ha experimentado profundos cambios en su alineación y ahora mismo está inmersa en pleno proceso creativo. Próximamente nos sorprenderá con renovados bríos, enigmáticas canciones y una puesta en escena bien diferente.

Aunque las renovaciones son generalmente bien vistas, lo cierto es que muchas veces son producto de circunstancias adversas que mellan el ímpetu de los músicos. Recordemos que la mayoría de los creadores de metal lo hacen por placer, porque quieren y necesitan la música para expresarse ante la sociedad. Frecuentemente se hace alusión al desamparo institucional como si fuera algo nuevo, pero la verdad es que no es ninguna noticia, ya que los limitados recursos van a parar a manos de las orquestas y músicos de farándula. Pudiera mencionar una lista extensísima de ejemplos, pero no creo que haga falta.

Sobre la situación vigente en su terruño declaró el director y guitarrista Ernesto Piedra para Subtle Death Webzine: “En Cuba todo es un poco difícil por la cuestión de recursos y demás. En Santiago además de la falta de recursos, está el factor cultural... Pero no es imposible hacer una banda de rock, lo que hay que tener deseos y sentir el metal como parte de tu vida. Acá hay muy pocas bandas porque los frikis de ahora y para no esquematizar, la población en general, prefiere adquirir cualquier cosa antes que sacrificarse para comprar un buen instrumento por ejemplo”.

En cuanto a los cambios acaecidos en el seno de la banda, el aspecto más visible es la incorporación de Rosario en la voz líder y Keitlyn en el teclado. Destacar que la primera proviene de trabajar con la banda holguinera de black metal Haborym Mastema. Las dos proyectan una apariencia gótica que combina bien con la bajista Marta Acevedo “Martica”. Este trío de chicas vestidas de negro le ofrecen a la banda una imagen muy diferente, pero ciertamente atractiva. Para nada menos importante ha sido la adhesión de Luis Daniel “Machine” (Tragedy) como baterista, considerado el mejor en su instrumento de todo Santiago, según declaraciones del propio Ernesto.

Como consecuencia de lo mencionado anteriormente, la música sonará un tanto diferente y aunque todavía no he tenido la oportunidad de escuchar lo nuevo que están preparando, confío que algo bueno será, de eso no tengo dudas. El solo hecho de contar con un baterista real, garantiza un nivel de cohesión y calidad superior. Agregar que todos estos músicos tienen experiencia previa, algo sumamente efectivo para continuar navegando a contracorriente.

La banda apostará al metal sueco con matices góticos y algunas pinceladas de metal neoclásico. El rumbo elegido no es una invención, pero si se le inyecta suficiente personalidad puede salir un producto auténtico, de esos que el oyente reconoce en la distancia sin apenas esfuerzo. Otro aspecto al que debo referirme es el referente a las letras, que son una especie de sello o particularidad al que no se renunciará, estas continuarán versando sobre temáticas paranormales y parapsicológicas.

No me queda más que desearle buena suerte a Parasomnia, pero estoy convencido que no la necesitarán, porque talento y ganas de hacer le sobran.

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